Migrantes cortan el césped de lujosas mansiones de Nueva York pero duermen en miserables campamentos en el bosque

Los Hamptons suelen tener entre sus residentes a estrellas como Jerry Seinfeld, Billy Joel y Jay- Z y Beyoncé, por esa razón el precio de la vivienda en esta zona es muy alto para los migrantes

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En esta zona de NY se encuentran las casas de descanso de las personas adineradas del estado. (FOTO: Google)
En esta zona de NY se encuentran las casas de descanso de las personas adineradas del estado. (FOTO: Google)

En las costosas mansiones de los Hamptons, una elegante zona de la ciudad de Southampton, residen algunas estrellas como Jerry Seinfeld, Billy Joel y Jay- Z y Beyoncé, y en en medio de tanto lujo, los inmigrantes ilegales que cortan el césped o pintan las residencias se ven orillados a vivir en miserables campamentos enclavados en el bosque, ahí duermen bajo el sueño americano

A la orilla de esos exclusivos barrios, donde los más ricos de la costa de Nueva York tienen sus mansiones de descanso, los migrantes se ven obligados a vivir en casas improvisadas en el denso bosque, con camastros rusticos y colchonetas tendidas sobre la hojarasca.

A poca distancia de los árboles atraviesa la autopista que va de Montauk a Westhampton Beach, donde circulan automóviles de marcas de lujo como Aston Martin, Mercedes-Benz y Range Rover. Los ricos residentes de los Hamptons suelen fingir que no existe una crisis de vivienda para las personas que cortan el césped de sus jardines o lavan sus patios.

Los campamentos se levantan con elementos improvisados. (FOTO: Kevin C. Downs/The Post)
Los campamentos se levantan con elementos improvisados. (FOTO: Kevin C. Downs/The Post)

En su reportaje, The Post describe el sitio donde los trabajadores, principalmente latinoamericanos, se refugian en espera de un nuevo llamado que les abra la oportunidad de obtener algunos dólares más.

Los campamentos suelen ubicarse cerca de la autopista. (FOTO: Google)
Los campamentos suelen ubicarse cerca de la autopista. (FOTO: Google)

Las personas ilegales prefieren este punto porque el espeso bosque les brinda la sensación de seguridad contra la policía migratoria e incluso les permite esconder sus pertenencias de más valor.

Justo en uno de eso campamentos irregulares, los reporteros Jack Morphet y Bruce Golding se encontraron con algunos trabajadores ilegales, quienes contaron su experiencia de servir en lujosas casas, de las que la mayoría de las veces ni siquiera saben a quién pertenecen, pues usualmente los contratistas los ocupan solo un par de días a la semana.

“Trabajo para gente muy rica en los Hamptons pero no puedo permitirme un lugar donde vivir”, explicó Juan Antonio Morales, de 40 años. “Me pagan muy poco y un apartamento cuesta demasiado dinero”.

Morales contó que la mayor parte del día los migrantes permanecen afuera de una tienda 7-Eleven, pues es el punto donde los contratistas recogen a los jornaleros para trabajar fuera de los registros legales.

En esta zona de NY se encuentran las casas de descanso de las personas adineradas del estado. (FOTO: Google)
En esta zona de NY se encuentran las casas de descanso de las personas adineradas del estado. (FOTO: Google)

Trabajo en casas grandes que son muy hermosas”, describió Morales sobre su manera de ganarse la vida. Pero él, al igual que otros trabajadores entrevistados por The Post dijeron que no tenían idea de quién era el dueño de las propiedades donde ofrecían sus servicios.

Juan Antonio Morales ha estado en los Estados Unidos durante unos 15 años. Contó que tiene esposa y dos hijos en Guatemala. Sobre su trabajo en Los Hamptons, aclaró que generalmente lo contratan dos días por semana y gana alrededor de 200 dólares por cada jornada.

“Todos los días es suerte si trabajo”, dijo. “Tal vez en Guatemala conseguiría más trabajo pero no tengo suficiente dinero para llegar a casa”, se lamentó Juan Antonio.

Este hombre guatemalteco narró que suele dormir en una casa de campaña, que en realidad es una lona improvisada entre las ramas, y la cual comparte con otros migrantes. En caso de que esta se encuentre llena, recurre a un refugio que consiste en un trozo de alfombra colgada entre dos árboles. Para el aseo personal, utiliza el baño de una gasolinera.

Esta zona es de recreo, por lo que la mayoría de las viviendas en renta tienen altos precios, de acuerdo con la página de Century 21, una renta por solo un par de días puede rondar los 3 mil dólares, una cifra muy costosa para un jornalero que obtiene en promedio un sueldo de 200 dólares por día.

Los migrantes esperan a que los contratistas ofrezcan trabajo, el cual obtienen sin ningún tipo de prestación. (FOTO: Google)
Los migrantes esperan a que los contratistas ofrezcan trabajo, el cual obtienen sin ningún tipo de prestación. (FOTO: Google)

Otro trabajador que compartió su experiencia en esta zona de Nueva York es Nely López, un pintor de 38 años que trabaja como indocumentado. En su caso, puede vivir a tiempo parcial en un campamento detrás de la Iglesia del Evangelio de Southampton, en la Ruta 27. El resto del tiempo lo hace en un refugio improvisado.

Duermo sobre cartón aquí en el bosque al menos tres noches a la semana”, dijo López a The Post. “Me gusta aquí.” Explicó que los bosques donde se montan los campamentos son tan densos y apartados, que los trabajadores se sienten libres de dejar sus pertenencias allí, incluso algún equipo de jardinería.

Me gustan los Hamptons”, dijo Julio Cardona Fuentes, otro migrante de 54 años. “Es un lugar seguro para vivir y no hay problemas con la migración o la policía”.

El campamento donde se les encontró contaba con una fogata rodeada de sillas desechadas y una mesa hecha con caballetes.

Cerca hay una enorme lona tendida que sirve como la sala de estar, y alrededor hay tiendas de campaña improvisadas con colchones y camas.

También hay montones de basura, principalmente botellas de cerveza y licor. “Todos tenemos un problema con la bebida, pero aquí no hay drogas, solo cervezas y cigarrillos”, dijo el pintor Jorge Mendoza, de 34 años. “No somos un peligro para nadie”.

Gina Webster, una residente de Westhampton Beach, tiene su casa en Mill Road, dijo que la situación que viven los migrantes es un secreto a voces entre los residentes.

A la gente le gusta fingir que la falta de vivienda no existe en la burbuja de los Hamptons”, dijo Webster.

Son los Hamptons y nos gusta pretender que los problemas de la vida real no existen aquí”. Y agregó que la mayoría se limita a hacer donaciones a la Sociedad de Ayuda Legal del Condado de Suffolk, que se encarga de distribuir algo de ropa, calzado y alimentos entre los necesitados.

Dan O’Shea, que dirige el programa de ayuda para personas sin hogar de Maureen’s Haven en Riverhead, dijo que “la mayoría de las comunidades” en el este de Long Island tienen a “personas que viven en los bosques porque no tienen otro lugar donde vivir”.

Pero de manera irónica, las fuertes donaciones que hacen los ricos residentes del área ayuda a que los trabajadores sin hogar se mezclen mejor que en otras áreas del Nueva York.

Dan O’Shea dijo que en los albergues de las iglesias es común que las personas sin hogar obtengan zapatos de trabajo que son nuevos y también se les puede ver por las calles usando “una chaqueta nueva que les dieron después de una colecta de abrigos”.

En su reunión de este 12 de julio, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, llegó ante Joe Biden con la petición de que los Estados Unidos concedan 300 mil visas de trabajo temporal adicionales para migrantes mexicanos y de Centroamérica.

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