Las consecuencias para México por una recesión en EEUU, la otra advertencia de Moody’s

Las exportaciones hacia Estados Unidos han sido un factor de recuperación para la economía de México pero este escenario podría cambiar en el futuro, según la calificadora

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La sede de Moody's Corporation
La sede de Moody's Corporation en Manhattan, Nueva York. REUTERS/Andrew Kelly

La agencia calificadora Moody’s cimbró a México luego de anunciar el viernes la baja de calificación, del crédito soberano de México a Baa2 desde una previa de Baa1, después vino una baja para Pemex y también para la CFE, las dos empresas más importantes del Estado mexicano.

Por si esas noticias no fueran suficientes, la calificadora advirtió que una posible recesión económica en Estados Unidos pondría en riesgo la perspectiva de crecimiento del producto interior bruto (PIB) de México.

Justo cuando el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, se encuentra de visita a la Casa Blanca, para conversar sobre migración, energía y economía con su homólogo, Joe Biden.

Moody’s advirtió a través de su principal analista para México, Renzo Merino: “Si hubiese un choque negativo que provenga de los Estados Unidos para la economía mexicana, lo que observamos es que esto presenta un riesgo a la baja de nuestro pronostico actual para 2022 de crecimiento de 1,8 % para la economía mexicana”.

 Un remolque de transporte
Un remolque de transporte transporta automóviles Toyota para su entrega mientras hace cola en el control aduanero de la frontera para cruzar a Estados Unidos, en el cruce fronterizo de Otay en Tijuana. REUTERS/Jorge Duenes

Sin embargo, Merino aseveró que no se prevén mayores rebajas para la nota crediticia de México hasta 2024, cuando se lleven a cabo las elecciones presidenciales, aunque Morena, el partido de López Obrador, tiene amplias ventajas de mantenerse en el poder.

Moody’s rebajó el viernes pasado la nota soberana de México de Baa1 a Baa2, mientras que mejoró la perspectiva del perfil crediticio mexicano de “negativa” a “estable”.

“Creemos que en el nivel de Baa2, el perfil crediticio podría absorber estas dinámicas más negativas, a raíz de una posible recesión o lo que podría ser simplemente una disminución en la actividad económica en los Estados Unidos y lo que implicaría eso para la relación con la economía de México”, comentó.

En este contexto, Renzo también consideró que las exportaciones mexicanas hacia Estados Unidos han sido un factor de recuperación para la economía de México, sobre todo por la demanda entre 2021 y 2022, ante las disrupciones en las cadenas globales de suministro desde 2020 por las presiones de la covid-19.

El analista de Moody’s señaló que sólo un cambio en el “manejo de prudente” de la macroeconomía o algún endeudamiento que no se contempla hasta el momento y someta al país a presiones financieras, serían los factores por los que se rebajaría nuevamente la calificación de México.

“Estas (presiones) podrían estar relacionadas, por ejemplo, a pasivos contingentes que se materialicen y lleven a un aumento sustancial en cuanto a la carga de la deuda del Gobierno de México”, acotó.

Moody’s pronosticó que el producto interior bruto (PIB) de México crezca un promedio de 2 % anual de 2022 a 2024, por lo que regresaría a su nivel prepandemia en 2023, “mucho más tarde” que economías calificadas de manera similar.

Estos crecimientos llegan después de la contracción histórica de 8,2 % del PIB de México en 2020 y el repunte insuficiente de 4,8 % en 2021.

La última vez que la nota soberana de México sufrió una rebaja fue entre marzo y abril de 2020, cuando las tres grandes calificadoras internacionales, Standard & Poor’s (S&P), Fitch y Moody’s degradaron su calificación.

Fitch la ha mantenido en BBB- y S&P en BBB, aunque apenas el miércoles pasado Standard & Poor’s ratificó la calificación de México, pero mejoró la perspectiva a “estable” desde una anterior “negativa” al reconocer un manejo prudente de las finanzas públicas.

La decisión de Standard & Poor’s al ratificar la calificación previa y modificar a estable la perspectiva de crecimiento fue ampliamente celebrada por el gobierno de López Obrador, no obstante, la mala noticia que siguió al anuncio de Moody’s enfrió los ánimos en el país, que ahora deberá estar pendiente a una posible recesión en el vecino del norte, pues de él depende, en gran medida, la economía mexicana.

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