La narcoguerra en Acapulco no ha cesado y nuevamente mostró sus alcances con el abandono de restos humanos al interior de un vehículo del transporte público.
De acuerdo con los reportes, las extremidades desmembradas se localizaban dentro de la cajuela de un taxi en una bolsa negra con narcomensaje incluido.
Informes preliminares señalaron que el automóvil tipo Tsuru de la marca Nissan se localizó estacionado en la colonia Lázaro Cárdenas, donde se advierten represalias contra supuestos criminales que operan en el puerto turístico.
Según la leyenda del mensaje criminal, se indicaban objetivos de una lista negra, en aviso de que siguen para ser ejecutados en las disputas territoriales.
“Esto me pasó por andar de chaquetero y siguen ustedes mugrosos 1. CHOLO o EL PRIMO 2. La chess o la alma 3. El búho 4. El sonora 5. El Mauricio B 6. La flaka (sic)”, se leía en el narcotexto.
Al sitio acudieron agentes de seguridad y ministeriales para procesar la escena, el levantamiento de indicios, así como el traslado de los restos al servicio médico forense para la necropsia y posterior identificación de la víctima.
De acuerdo con la Fiscalía de Guerrero, este 9 de julio en Acapulco también se registró un asesinato por disparo de arma de fuego, por lo que se iniciaron investigaciones para dar con los responsables del atentado contra un sujeto identificado como Roberto “N”.
“Agentes de la Policía Investigadora Ministerial y elementos de Servicios Periciales, se trasladaron al lugar de los hechos, llevando a cabo los actos de investigación correspondientes que permitan obtener los datos de prueba necesarios”, señaló la dependencia.
Apenas este viernes 8 de julio, las autoridades localizaron una cabeza humana con advertencias al gobierno, a quienes amenazaron de alinearse o seguirán las represalias.
El narcomensaje que acompañaba la extremidad fue firmada por un supuesto Comadante 18 en respaldo a los Rusos.
Este último es el brazo armado al servicio de José Gil Caro Quintero, conocido como Don José, Jogil, o el Pelo Chino, lugarteniente del Cártel de Sinaloa y sobrino de Rafael Caro Quintero, el Narco de Narcos.
Presuntamente, los Rusos tienen nexos directos con la organización de policía comunitaria adscrita a la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG). El vínculo identificado es Jesús Calleja Clemente, Comandante Calleja y/o el Chucho, quien fue detenido tras enfrentamientos contra el Ejército.
La supuesta célula de Caro Quintero disputa la venta de drogas y extorsiones en Acapulco. Para ello, son apoyados por la UPOEG, que despliega su base social ante operativos contra otros cabecillas.
Pero también someten a los pobladores para operaciones de narcomenudeo, extorsiones, así como ajustes de cuentas contra rivales de los Rusos.
Si bien Guerrero se caracterizaba por sus puertos y destinos turísticos, la violencia e inseguridad han opacado el atractivo que una vez gozó. Balaceras, quema de locales, asesinatos, abandono de restos humanos y enfrentamientos se han agudizado en Acapulco.
A pesar de que aun hoy en día se realizan actividades y eventos deportivos internacionales, los secuestros, extorsiones y ejecuciones pasaron a formar parte de la vida cotidiana en la entidad.
Antes de 2010, la ciudad era dominada por el Cártel de Sinaloa y los Beltrán Leyva, pero tras la fragmentación de este último grupo criminal se desencadenaron diversas células criminales.
El puerto es codiciado por ser ruta de paso en el trasiego de cargamentos de cocaína provenientes de Centro y Sudamérica.
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