Sergio “Checo” Pérez es un famoso corredor de autos que al día de hoy ha dejado en alto a México, pues sus triunfos que logró en varias carreras han mostrado la capacidad del tapatío y esto no hubiera sucedido si no hubiera recibido el apoyo de la familia Slim.
En todo momento la familia de Carlos Slim fue un apoyo para el trabajo que ha realizado “Checo”, pero en un momento de su vida tuvo que ir a las oficinas del hombre más rico del mundo para pedir dinero.
Cuando Antonio Pérez Garibay estuvo de acuerdo en que su hijo se fuera a Europa todo estaba listo, pero una de las cosas que no podían sustentar era la parte económica, ya que “no alcanzaba para más”.
La Escudería Telmex apoyó a Sergio a partir de los 14 años, algunos podrán considerar que el presupuesto que se le brindó a Sergio es “generoso e ilimitado”, pero no fue así.
Según en el libro Nunca te rindas, de Alejandro Rosas y Francisco Javier González, de Planeta, “los encargados de gestionar la Escudería Telmex revisaban con lupa el destino de cada centavo”.
El objetivo de la escudería era dar un impulso a cada uno de las personas que apoyaban para que con el tiempo llegara a la Fórmula 1, sin embargo “Checo” no estuvo en esa fila.
La primera generación apoyó a “Adrián Fernández, Jimmy Morales, Carlos Kuri, Luis ´Chapulin´ Díaz, Memo Rojas, Piero Rodarte, Luis Javier Pelayo y Ary Fernánde, hijo este último del legendario narrador Ángel Fernández”.
Sergio no obtuvo la cantidad de dinero que recibieron ellos, por lo cual la familia Pérez tuvo que seguir trabajando para cubrir los gastos que implicaba obtener un lugar en Europa.
Y al ver que no logró obtener más Sergio tuvo que hacer cosas que después no se arrepentiría de ello, ya que según en el libro “la obsesión de lograrlo lo animó a hacer cosas impensables, como hablar todos los días a la oficina de Carlos Slim pidiéndole que incrementara su apoyo para ese siguiente paso”.
Hoy “Checo” menciona que “le ganó por cansancio, para que dejara de dar lata. Pero tenía que convencerlo de ampliar el presupuesto destinado a él porque no era lo mismo estar unos meses en Estados Unidos que irse a vivir a Europa”.
Sin saber inglés, el tapatío llamaba a todos los equipos con el fin de saber si le daban una oportunidad para correr, pues su presupuesto era muy limitado.
“Tras hacer cuentas y conseguir dinero de aquí y de allá, Toño Garibay tomó, junto con ´Checo´, la decisión trascendental de avanzar”. Fue ahí donde Sergio tomó el primer vuelo a Europa y viajo desde Toluca con destino a Alemania y con un boleto solo de ida se aventuró en irse, a los 15 años, a buscar su futuro.
La decisión de que “Checo” se fuera tampoco fue fácil para Toño Garibay, ya que la Escudería Telmex le pidió que de favor que “no se metiera más en la carrera deportiva de su hijo y lo dejara en sus manos”.
El padre del tapatío lo tomó bien y aceptó la condición “respondiendo que, si lo deseaban así, hasta el acta de nacimiento de ´Checo´ les podía dar”. A partir de ese momento inició el apoyo de los directivos hacia la joven promesa mexicana de la Fórmula 1.
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