La propuesta del presidente, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), de eliminar el horario de verano, ha levantado polémica porque traería beneficios a los grandes consumidores y a la salud, pero amenaza con causar disrupción en el comercio con Estados Unidos y en la bolsa.
La polémica ha crecido desde que López Obrador envió el martes pasado la iniciativa de Ley de Husos Horarios al Congreso para eliminar el horario de verano, ya que sostuvo que el 71% de los ciudadanos lo rechazan y solo ahorra un 0.16 % en el consumo de electricidad en todo el país.
La reforma eliminará el horario de verano en México y se establecerá, de forma excepcional, un horario estacional en los municipios de la frontera norte, según la secretaria de Energía, Rocío Nahle.
Posible disrupción
Pero “a nivel internacional, en la comunidad científica, todavía sigue habiendo una falta de consenso entre los pros y los contras de uno y otro horario”, dijo a Efe Adriana Rodríguez Romero, economista especializada en Políticas Públicas y Negocios.
La profesora del Tecnológico de Monterrey señaló que se tienen que considerar factores para hacer negocios, como que el horario que se mantendrá en Estados Unidos es el de verano, según una propuesta que discute la Cámara de Representantes, mientras que en México se impulsa que sea el de invierno.
Esto podría implicar un desfase permanente de dos horas de la hora principal de México frente a la costa este de Estados Unidos, donde está la Bolsa de Nueva York.
“Ahí hay un incentivo, desde la perspectiva de los negocios, de considerar quedarte en el horario de verano”, apuntó la experta.
La energía del consumo interno
En México, el horario de verano comienza el primer domingo de abril, cuando los relojes se adelantan una hora, y termina el último domingo de octubre, excepto en los estados de Quintana Roo (sureste) y Sonora (noroeste), que no cambian, además de la frontera norte, que adopta el cambio de Estados Unidos.
Rodríguez dijo que uno de los beneficios del horario es el aprovechamiento de los espacios públicos y la oportunidad para el consumo interno, ya que la gente aprovecha en el exterior la mayor cantidad de luz posible.
Aseveró que debe evaluarse el impacto benéfico que el cambio traiga y velar por el uso más eficiente de la energía, para combatir la crisis climática.
Luz para la salud
Por otro lado, Jessica González, jefa médica de la Universidad La Salle, señaló que los cambios de horario suponen afectaciones temporales con efectos en la salud, principalmente por los daños a los ciclos circadianos, que regulan los periodos de sueño y vigilia, así como algunas hormonas.
“Estos ciclos se modifican de manera negativa, por ejemplo, el famoso ‘jet lag’”, comentó.
Por ello, González consideró que eliminar el cambio de horario “podría ser un beneficio” porque no se expondría al cuerpo a este tipo de estrés.
Precisó que no importa el horario de invierno o verano, mientras se mantenga y no cause alteraciones en el cuerpo humano cada seis meses.
“No hay uno que sea más benéfico que otro, la realidad es que lo que afecta es la modificación que se realiza porque el cuerpo se habitúa a vivir un cierto ritmo durante al menos seis meses”, explicó.
Ahorros no son para hogares
Ignacio Martínez, director del Laboratorio de Análisis en comercio, Economía y Negocios (Lacen) de la Universidad Nacional Autónoma de México, señaló que los principales ahorros del horario de verano no son para los consumidores en los hogares, sino que benefician a las grandes industrias.
“A población abierta, en los consumidores, no se da ese beneficio. Sí puede generarse, sin duda, en los grandes consumidores de energía como son las plantas industriales porque operan en los tres horarios de trabajo”, aseguró.
Martínez apuntó que el cambio de horario también beneficia a la administración pública, pues el tiempo de alumbrado público varía con respecto al horario de verano o el de invierno.
Sin embargo, detalló que esta información no es pública por parte de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Asimismo, consideró que debe realizarse un estudio sobre las posibles afectaciones a la bolsa de valores, que era un tema necesario de considerar desde el inicio de la propuesta, ya que antes se pretendían empatar las aperturas de las bolsas entre México y Estados Unidos.
También expresó que debe analizarse el comercio en la frontera para no causar posibles afectaciones a las logísticas de las compañías.
Sin embargo, matizó que no será difícil para las empresas públicas y el comercio adecuarse a nuevos horarios.
“Habría que ver los libros de las empresas, ver el movimiento de sus acciones, para saber si estas empresas se han beneficiado al respecto porque dependerá mucho del horario en que se presenten sus movimientos bursátiles”, concluyó.
Con información de EFE
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