La calificadora Moody’s informó este viernes que redujo la calificación de la deuda soberana de México de largo plazo en moneda extranjera y local a Baa2 de Baa1, algo que no pasaba desde 2022.
A través de un comunicado, se argumentó que fue debido a tendencias económicas y fiscales que podrían seguir mermando de manera gradual el perfil crediticio del país.
“La baja de las calificaciones está asociada a tendencias económicas y fiscales que Moody’s prevé seguirán mermando de manera gradual, pero persistente, el perfil crediticio de México alineándolo con el de soberanos calificados en Baa2″
En este sentido, la agencia espera que la actividad económica del país siga afectada por las débiles perspectivas de inversión que impide se reviertan los daños causados por la pandemia de COVID-19 desde inicios de 2020.
“La calificación actual está a 2 nodos de perder grado de inversión”, escribió en Twitter Gabriela Siller Pagaza, profesora de economía del Tecnológico de Monterrey.
Sin embargo, Moody’s mejoró la perspectiva de negativa a estable. Esto significa que la agencia espera que la calificación del país se mantenga en el mismo nivel durante el resto de la presente administración del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Y es que destacó que el gobierno aplicó políticas fiscales relativamente prudentes durante la pandemia, lo cual evitó un deterioro en las métricas fiscales y la razón de deuda a PIB.
No obstante, pese al manejo fiscal de México, que ha tenido un incremento moderado de su deuda, los intereses se verán afectados ante el aumento en las tasas de interés.
Para Moody’s el marco institucional se ha visto socavado a medida que el gobierno se ha movido para restringir la independencia de algunas entidades reguladoras, como de energía, a través de diversas medidas, incluyendo reducciones presupuestarias.
“A futuro, la fortaleza fiscal de México se verá afectada de una manera cada vez más manifiesta por mayor rigidez del gasto público asociada a la decisión del gobierno de mantener apoyos a empresas estatales como Pemex, aumentar erogaciones relacionadas con pensiones y mantener inalterados gastos de capital etiquetados y un bajo nivel de colchones financieros debido a que los fondos de estabilización fiscal prácticamente se han agotado”
Además, pronosticó que el Producto Interno Bruto (PIB) de México crezca un promedio de 2% anual de 2022 a 2024, por lo que regresaría a su nivel prepandemia en 2023, “mucho más tarde” que economías calificadas de manera similar.
Apenas hace dos días, la agencia Standard and Poor’s (S&P) mejoró la perspectiva de su calificación soberana de México de negativa a estable y ratificó la calificación de la deuda soberana de largo plazo en moneda extranjera y local en BBB y BBB+.
Lo anterior fue celebrado por el presidente López Obrador, quien dijo que la calificadora reconocía así la estabilidad y la prudencia fiscal y monetaria de su administración.
“Casi todas las calificadoras nos han ratificado y establecido perspectivas estables”
Asimismo, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) destacó que con el anuncio de S&P, dos agencias ya habían mejorado la perspectiva del país a estable y seis agencias habían ratificado la calificación del país en lo que va del año.
“México conserva el grado de inversión con las ocho agencias que evalúan su deuda. En 2022, seis de ellas han ratificado su calificación, mientras que siete mantienen una perspectiva estable”, se lee en un comunicado de la SHCP.
SEGUIR LEYENDO: