El youtuber mexicano Carlos Bello, mejor conocido como “Soy Mirrey”, compartió cómo fue la experiencia que vivió con presuntos integrantes del Cártel de Sinaloa en Badiraguato, el pueblo que fue la cuna de los más notorios narcotraficantes del país.
En su cuenta de TikTok, “Soy Mirrey” detalló que fue un pequeño adorno en forma de sombrero, que colgaba del espejo retrovisor de su automóvil, lo que provocó que fuera detenido en un narcoretén ubicado en las inmediaciones de la comunidad que ha visto crecer a criminales de la talla de Joaquín “El Chapo” Guzmán, Rafael Caro Quintero, Ismael “El Mayo” Zambada y Juan José Esparragoza, “El Azul”.
“Este pequeño sombrero me salvó la vida en Sinaloa. Yo no sabía pero se supone que si tienes uno de esos pequeños sombreros en tu camioneta se supone que perteneces a la Mayiza. Para los que no sepan quién es ‘El Mayo’ Zambada, es una persona muy famosa en Culiacán, amiguito de Joaquín Guzmán”, explicó el creador de contenido.
El famoso Tiktoker, que cuenta con 6.3 millones de seguidores en esa red social y 13 mil 900 suscriptores en Youtube, explicó que había terminado en esa polémica región de Sinaloa por casualidad, pues al no ser oriundo de la región se había extraviado en uno de los pueblos más estigmatizados del país por su vínculo con narcotraficantes.
“Resulta que aquí, don pendejo, estaba manejando hacia Badiraguato sin querer porque me perdí. Y Badiraguato, pues, es famoso por algo ¿no? Entonces me pararon en un retén falso (...) Me revisaron bien, me dijeron qué pedo, qué hacía un chilango ahí. Y me preguntaron si era de la Mayiza o de la Chapiza”, narró “Soy Mirrey”.
Los Chapitos, herederos del narcoimperio de Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”, son identificados como jefes de una facción, pero el cambio generacional que representan ha repercutido en la percepción al compararlos con el otro máximo líder, Ismael Zambada García, “El Mayo”.
Ismael Zambada García, “El Mayo”, es el único capo de la vieja escuela que sigue al frente del Cártel de Sinaloa. Es considerado por diversos analistas en seguridad como un criminal sumamente metódico que además posee una inteligencia intimidante. En la era de Joaquín “El Chapo” Guzmán, para muchos Zambada fue el cerebro de la organización y el hombre detrás de los negocios.
Ante la pregunta de a qué bando pertenecía, el youtuber Carlos Bello, nervioso, solo atinó a responder: “yo soy de los buenos”, lo cual motivó aún más las sospechas de los presuntos operadores del Cártel de Sinaloa que lo habían detenido en la carretera. “¿Y ese sombrerito qué rollo?”, le habrían respondido.
El joven influencer explicó que un menor que se encontraba entre el grupo de presuntos sicarios del cártel fue el que lo salvó al reconocerlo y confirmarle a los demás que no se trataba de ningún integrante de la delincuencia organizada, sino de un creador de contenido originario de la Ciudad de México.
“Afortunadamente había un chavito con ellos que me reconoció. Les dijo: ‘No, este vato es inofensivo, hace videos y es empresario. Todo bien. Es buena persona”, finalizó el Tiktoker.
Badiraguato, que se extiende hasta escarpadas laderas, tiene poco más de 32 mil habitantes, de los cuales oficialmente el 75 por ciento vive en la pobreza. Sin embargo, esto no lo exenta de tener dispersar algunas señales de riqueza como grandes casas con portones, autos nuevos y un parque recreativo gratuito construido a la orilla de un río.
En 2015, al menos la mitad de los habitantes de Badiraguato cultivaban mariguana, la misma droga que Guzmán cultivó junto con su padre cuando era un niño pobre de la Sierra en el poblado de la Tuna, mucho antes de que se hiciera tan rico y la revista Forbes lo incluyera en su lista de multimillonarios.
Con algunas de las tierras más ricas de México, Sinaloa se convirtió en el mayor productor de mariguana a inicios del siglo pasado, y después, de opio y heroína, luego de que emigrantes chinos trajeron las semillas al cruzar el Pacífico.
Estados Unidos comenzó a llamar a la zona “Triángulo Dorado” en sus reportes oficiales sobre el narco a finales de los 70. Las autoridades estadounidenses comparan la región con la zona de mayor producción de opio, conformada por Birmania, Laos y Tailandia.
En otros tiempos la mayoría de la producción de la heroína que consumía EEUU provenía de Colombia, pero con la caída de los carteles colombianos a mediados de la década de los 90, ese mercado fue tomado poco a poco por los mexicanos, muchos de los cuales ubicaron sus cultivos en la Sierra Madre Occidental.
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