Tras cinco años cerrado, reabrió sus puertas el Ex Convento de San Juan Bautista en Cuauhtinchan, Puebla

La Secretaría de Cultura federal entregó los trabajos de intervención en su primera etapa, del ex convento San Juan Bautista en Puebla. Abrirá sus puertas para la realización de actividades religiosas de los pobladores, culturales y del sector turístico.

Cabe mencionar que este inmueble junto con los de Tepeaca y Tecali, forma parte del “triángulo de oro” de los conventos franciscanos del siglo XVI. Sumamente valiosos dentro del patrimonio de México y con gran valor histórico.

Para la entrega de esta joya arquitectónica del siglo XVI a la comunidad, se realizó un evento presidido por Alejandra Frausto Guerrero, la Secretaria de Cultura del Gobierno de México.

“La emergencia terminará hasta concluir la restauración plena de este inmueble, no solo por el cariño a Cuauhtinchan, sino al patrimonio de todo México”, expresó Alejandra Frausto Guerrero.

Hace dos años que se inició con estos trabajos de restauración, los cuales han logrado frenar considerablemente los daños causados por el sismo del 19 de septiembre de 2017. En total, fueron cinco años que estuvo cerrado este templo, el cual fue extrañado por los habitantes durante rezos masivos y festividades.

“Una situación extraordinaria como los sismos del 7 y 19 de septiembre de 2017, requiere esfuerzos extraordinarios”, manifestó la titular del sector cultura.

De igual manera, la secretaria de Cultura federal enfatizó que una suma de esfuerzos permitió avanzar en cuatro años en la estabilización estructural de esta parroquia.

Lo que transmite confianza y da seguridad para garantizar la integridad física de feligreses y turistas dentro de este tesoro de la arquitectura y el arte virreinal temprano.

Entre los mandatarios que participaron junto con Alejandra Frausto Guerrero, estuvo el subsecretario de Desarrollo Político de la Secretaría de Gobernación de Puebla, Víctor Correau Galeazzi, en representación del gobernador Miguel Barbosa Huerta; el director general de Sitios y Monumentos de la Secretaría de Cultura federal, Arturo Balandrano Campos; y el director general del INAH, Diego Prieto Hernández.

En ese sentido, Alejandra Fausto Guerrero aseguró, “la emergencia terminará hasta concluir la restauración plena de este inmueble y de aquellos que sufrieron un daño mayor, los cuales son los que más han tardado en recuperarse”.

Hasta la fecha se tiene un registro de que se han entregado más de dos mil inmuebles de los más de tres mil que resultaron afectados, como parte del trabajo del INAH y de la Dirección General de Sitios y Monumentos, a través del Programa Nacional de Reconstrucción (PNR).

“Los recursos para atender los pendientes están garantizados por parte del gobierno federal, pero también implica un compromiso de todos para dar mantenimiento a este extraordinario patrimonio edificado de nuestro país”, expresó Alejandra Frausto Guerrero.

Por su parte, el titular del INAH, Diego Prieto Hernández, reiteró el compromiso de esta institución y de todas sus áreas competentes para proseguir con la segunda etapa de intervención, “la cual se realizará con aún más conocimiento del inmueble, más sabiduría de cómo continuar su intervención y más nutrida por el interés de todos los involucrados: los tres órdenes de gobierno, la iniciativa privada, la sociedad civil y, por supuesto, la población”.

El proyecto de intervención del templo llevó un año en su elaboración, pues se tuvieron que discutir estudios, análisis, revisiones, correcciones y aprobación. En mayo de 2020, finalmente arrancaron las labores, las cuales incluyeron la protección de bienes muebles, retablos, púlpito y órgano.

Cabe mencionar que el acto de entrega a la comunidad también fue presidido por el secretario de Cultura del Gobierno de Puebla, Sergio de la Luz Vergara; el presidente municipal de Cuauhtinchan, Daniel Torres García; la presidenta de la Fundación Amigos de Cuauhtinchan, Cecilia Tapia Margaona; el presbítero Hugo Reyes, vicario episcopal de la zona centro de Puebla, y el párroco Salvador Barba. En representación de la comunidad, estuvieron Herminia Ruiz y Federico Velázquez.

El interior del Templo de San Juan Bautista en Cuauhtinchan, sufrió graves afectaciones sobre todo en sus techos de crucerías y bóvedas de cañón corrido.

En sus torres del campanario sur y norte (esta última tuvo que ser reconstruida). Y la fachada principal, que contaba con agrietamientos en bóvedas, en muros norte y contrafuerte, y de intradós de bóvedas en cuatro entre ejes.

Como resumen, los elementos más afectados fueron: la torre campanario sur, además de las bóvedas en su cara externa, muros y contrafuertes del lado norte. Por tal motivo se requirió del equipo experto de la empresa constructora David Vázquez García. Constituida por ingenieros estructurales, restauradores de bienes muebles, arquitectos restauradores y una gruesa plantilla de apoyo y albañiles.

Entrando a 2022, se concluyeron los trabajos en los muros y contrafuertes lado norte, mediante la consolidación de paramentos y la colocación de tres gárgolas, de manera que se estabilizó el deterioro por pérdidas de juntas y material base constitutivo.

Debido a que la obra en el Templo de San Juan Bautista no ha terminado, se mantienen protegidos los retablos laterales, el púlpito y el órgano. Por el momento sólo se ha descubierto el presbiterio para la celebración de las misas.

Y el retablo mayor, considerado el retablo completo “más antiguo de América”, ya está al descubierto para mostrar las sublimes escenas plasmadas por artistas antiguos. Esta pieza data de 1534, y fue realizado en madera por Nicolás Tejeda de Guzmán, quien lo había hecho en un principio para el Templo de San Francisco, de la ciudad de Puebla.

El conjunto arquitectónico del ex Convento de San Juan Bautista, está formado por el templo, el portal de peregrinos, la capilla abierta, el convento, los aljibes (sistema de cisterna árabe) y la huerta.

Fue diseñado por el arquitecto español Francisco Becerra, quien le imprimió un estilo renacentista que sigue brillando hasta la actualidad. La construcción fue terminada en el año de 1590.

Para ingresar al convento se entra por una escalinata de aspecto prehispánico y al atrio por una puerta de tres arcos de medio punto.

Uno de sus máximos atractivos que fue durante mucho tiempo, un imán para el turismo, es el museo de arte religioso. El cual resguarda distintas imágenes religiosas de madera tallada, estofada y policromada.

La población de Cuauhtinchan se asentó en este territorio, aproximadamente en el año 1200 a.C. Pero de acuerdo con los datos de la historia Tolteca-chichimeca, el poblado como tal, se fundó hasta el año 1175 d.C.

Para la época de la conquista de los españoles, Cuauhtinchan jugó un papel importante, ya que era una comunidad autónoma que pagaba tributo a la guarnición mexica que estaba ubicada en Tepeyacac (conocida hoy en día como Tepeaca).

Tras la invasión española, la conversión de estas tierras a la religión católica, comenzó entre 1527 y 1528, bajo la dirección de fray Juan de Rivas. Fue también un antiguo bastión tolteca-chichimeca que apoyó estos cambios religiosos en poblaciones indígenas, poco después de la Conquista.

La construcción del monasterio de Cuauhtinchan tuvo lugar alrededor del año 1527. Y fue iniciada por los religiosos franciscanos porque todavía no se edificaba la ciudad de Puebla.

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