La cúrcuma es una una planta, familiar del jengibre. Su origen proviene de Asia, específicamente India, aunque actualmente es cultivada en cualquier continente, solo que para crecer necesita un clima tropical.
Se le conoce como el “azafrán de India” o “el sabor del oro” y durante años se ha utilizado como colorante, condimento, cosmético y con fines medicinales.
Es en sus componentes, los curcumoides y curcuminas, es en donde se encuentran los antioxidantes y antinflamatorios, además de contener fibra; vitaminas C,E y K; sodio, calcio, potasio, magnesio, hierro, zinc, niacina y aceites esenciales.
Beneficios de la cúrcuma
Según una investigación hecha por expertos de la Facultad de Química de la Universidad Autónoma de México (UNAM), la cúrcuma contiene un mecanismo que forma una barrera protectora en la mucosa gástrica al adherirse a ella.
Con ello, el académico Andrés Navarrete Castro propuso tener un control de calidad con estas plantas medicinales para explotar su uso con la ayuda de asociaciones médicas.
Por su parte, los expertos cubanos Oneyda Clapé Laffita y Alfredo Alfonso Castillo hicieron un estudio sobre la planta medicinal cúrcuma y dentro de la investigación se mencionó que las propiedades comprobadas científicamente son al menos 17.
Además de ser antioxidante, protector gástrico y antiinflamatorio, el ejemplar natural también es inmunomodulador, antíneoplásico, auxuliar para cálculos biliares, hepatoprotector, antifibrótico, hipoglucemiante, vasodilatador, antiplaquerio, neuroprotector, ayuda a la memoria, antiviral, antifúngico y modula la toxicidad de aflatoxinas.
Por siglos, la cúrcuma se ha utilizado para aliviar dolencias y cerrar heridas, tan es así, que por mucho tiempo se han hecho diversas investigaciones entorno a sus beneficios. Algunos estudios internacionales han apuntado a que los componentes de esta planta tienen la facultad de atacar células cancerígenas, en casos como cáncer de mama, cervicouterino, colon, gástrico, hepático, leucemia y más.
De acuerdo a un artículo de Medical News Today, consumir cúrcuma puede reducir los síntomas de artritis, ya que es un potente antiinflamatorio, también, al ser un antiviral y antibacteriana, la curcumina puede mejorar el sistema inmunológico.
La especia, al ser un neuroprotector se convierte en un auxiliar para tratar la enfermedad de Alzheimer, pues con sus propiedades puede reducir el daño celular, la inflamación y las placas que aparecen en estas afecciones, así como prevenir algunos cambios proteicos asociados a la edad.
Lo recomendado para el consumo de uso seguro es de 400 a 600 miligramos en polvo, tres veces al día. Se puede ingerir en forma de pastillas, tés, aunque lo más eficiente es rallar la cúrcuma por la pureza del producto.
Receta de té de cúrcuma
Ingredientes:
- Leche o agua.
- Cúrcuma en polvo o rallada.
- Canela.
- Miel.
- Pimienta negra.
Preparación:
1. Hervir el agua o la leche en una ollita y agregar la cúrcuma.
2. Agregar una cucharada pequeña de canela.
3. Servir y añadir una cucharada de miel.
4. Agregar una pizca de pimienta negra y listo.
Efectos negativos de la cúrcuma
Si se ingiere cúrcuma en grandes cantidades, es decir, más de lo recomendado, puede irritar y causar malestar estomacal, ya que esta estimula al estomago para producir más ácido gástrico. Así como tiene propiedades que mejoran el colesterol en la sangre y reduce la presión arterial, en exceso puede hacer que la sangre se adelgace.
Al igual que otros condimentos, la cúrcuma puede estimular las contracciones. Si bien es una buena alternativa para los síntomas menstruales pero no para mujeres embarazadas, así que se debe evitar consumirla durante el embarazo.
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