201 grandes felinos (tigres, lince, jaguares panteras y leones) fueron rescatados de un recinto ubicado en la Ajusco, Tlalpan, Ciudad de México, esto debido a que se encontraban en condiciones deplorables de acuerdo con denuncias ciudadanas que fueron atendidas por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).
Cabe señalar que la Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México levantó una denuncia en la que se que, por la ansiedad y el hambre, algunos de estos animales se habían arrancado la cola y otros se habían autolesionado.
Ante el caso, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum informó que la Dirección General de Zoológicos de la Ciudad de México se hará cargo de la atención de los animales recuperados del albergue. Esto luego de que la Fiscalía General de Justicia capitalina aseguró el predio en donde se hallaban varios felinos en condiciones desfavorables.
Comentó que después de que elementos de la Profepa acudieron al lugar y se revisó el estado de salud de los animales se analiza en cuál de los tres zoológicos de la Ciudad de México se llevará a cabo su rehabilitación, los cuales podrían ser el zoológico de Chapultepec, el de San Juan de Aragón o el de los Coyotes.
Cabe señalar que durante su visita, la Profepa verificó la legal procedencia de los ejemplares, que el plan de manejo de vida silvestre estuviera debidamente aprobado, se ejecute de manera adecuada, que las condiciones de confinamiento garanticen la seguridad de los ejemplares y la sociedad civil; así como el trato digno y respetuoso de los ejemplares para evitar tensión, sufrimiento, traumatismo y dolor.
“La prioridad de la Procuraduría es garantizar el bienestar de la fauna silvestre, por lo que en coordinación con autoridades de la CDMX agotará todos los medios disponibles para garantizar la preservación de los ejemplares.”
La denuncia contra Black Jaguar-White Tiger
A finales de junio de este año, la Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México levantó una denuncia ante la Fiscalía General de la República (FGR), en contra de Eduardo Mauricio Moises Serio, también conocido como “Papa bear” quién ha sido señalado como de dueño del “Gran Santuario Mexicano Jaguar Negro-Tigre Blanco” o “Black Jaguar - White Tiger”.
Esto ante el abandono y presunto maltrato de los 201 felinos de diversas especies -varias de ellas en peligro de extisión- que se tenían dentro del lugar. De acuerdo con lo reportado por la asociación, hay evidencia de que un gran número de dichos animales murieron ante estas condiciones.
Y es que, el lugar conocido como “santuario” obtuvo su registro en 2015; en aquel entonces, reportó ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), que albergaba una población de más de 300 felinos conformada por tigres, lince, jaguares panteras y leones de diversas edades.
Sin embargo, el espacio perdió el registro, por lo que tuvo que trasladar a los animales a otro predio que no cuenta con permisos ni medidas de seguridad para albergar felinos silvestres.
Se encontró que la fundación que supuestamente buscaba la “rehabilitación de animales” no cuenta con planes de manejo de vida silvestre, legal procedencia de los ejemplares, marcajes adecuados ni con ningún tipo de medidas sanitarias de bienestar para los animales, incumpliendo completamente con la normatividad vigente.
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