El pasado viernes 1 de julio se cumplieron cuatro años desde que Andrés Manuel López Obrador ganó las elecciones de 2018 y para conmemorar aquel triunfo que lo llevó a la presidencia inauguró en su natal Tabasco la Refinería Olmeca o Dos Bocas, proyecto cuya finalidad es encaminar a México a la producción independiente de gasolina y combustibles.
Si bien en un escenario utópico la magno obra se perfila para impulsar el sector energético del país, la realidad es que desde un inicio la construcción de la Refinería Dos Bocas ha estado llena de opacidad y, pese a que el Gobierno de México ha prometido transparentar los costos de edificación y su desarrollo, la falta de información ha llevado a la ciudadanía a cuestionar la verdad detrás de uno de los proyectos estrella del mandatario tabasqueño.
Bajo ese tenor, Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) señaló que la Refinería Dos Bocas es solo un logro simulado del presidente Andrés Manuel López Obrador y su administración pues aunque fue inaugurada el pasado viernes, la refinería no está terminada y no se encuentra en condiciones operativas por lo que no producirá un solo litro de gasolina en los próximos meses.
Asimismo, la asociación civil hizo hincapié en evidenciar que, pese a que el proyecto ha sido cuestionado sobre los problemas de impacto ambiental o viabilidad financiera, el problema más grande que enfrenta la Refinería Olmeca es la falta de transparencia.
A pesar de que en múltiples ocasiones Andrés Manuel López Obrador se ha jactado de tener la administración más transparente de la historia de México, Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) denunció que, en lo que respecta a la Refinería Dos Bocas, los documentos e información disponibles para la vigilancia por parte de la ciudadanía son tan deficientes que nadie sabe con precisión cuánto se ha gastado o cuánto costará la construcción y operación de la refinería.
Al inicio del sexenio, Andrés Manuel López Obrador prometió que el proyecto costaría aproximadamente USD 8 mil millones y que incluso iban a poder ahorrar. Rumbo a 2020, el director de Petróleos Mexicanos (Pemex) declaró que la obra costaría USD 933 millones adicionales y finalmente en junio de este año el mandatario tabasqueño reconoció un incremento en el costo de entre el 20% y 30% pero no ofreció una cifra específica.
De acuerdo con lo expuesto por la asociación civil, estimaciones de especialistas señalaron que el costo final real podría oscilar entre 16 mil y 18 mil millones de dólares. La diferencia entre el costo inicial y el incremento alcanzaría para pagar el presupuesto del INAI por 20 años.
Por ello, Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) puntualizó que en una democracia responsiva, el dinero público no puede usarse arbitrariamente, ni pueden esconderse los documentos que permitan rastrear como se utilizan los recursos del presupuesto.
De este modo, el ejercicio de transparencia y rendición de cuentas del presidente Andrés Manuel López Obrador y su administración se ha limitado a la presentación de videos durante sus conferencias matutinas en donde publicita los avances en la obra.
No obstante, los datos presentados en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF), la Cuenta Pública, los reportes trimestrales de la Secretaría de Hacienda, el portal web de la Secretaría de Energía y la página de internet Pemex + Transparente resultan insuficientes para poder hacer una evaluación real del uso del erario en la construcción de la Refinería Dos Bocas.
Las fallas en la transparencia de la Refinería Dos Bocas
Fue así como Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) identificó y expuso las principales fallas que el Gobierno de México ha cometido para transparentar con pleno apego a la legalidad los costos de la Refinería Dos Bocas.
En un inicio la asociación civil señaló que el magno proyecto no está integrado en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) por lo que no existe una partida presupuestal que permita identificar cuánto dinero fue aprobado para su construcción.
Adicionalmente, puntualizaron que la Refinería Olmeca no está registrada en la cartera de inversión de la Secretaría de Hacienda sino que está catalogada como una inversión financiera.
Cabe mencionar que la cartera de inversión es un sistema electrónico que contiene la información de todos los programas y proyectos de inversión de las dependencias, en los que pueden conocerse los montos que se gastarán, el avance en la construcción e incluso las estimaciones de rentabilidad, información que no se detalla sobre la Refinería Dos Bocas.
Del mismo modo, el magno proyecto del presidente Andrés Manuel López Obrador no se encuentra en la Cuenta Pública al no existir una clave de cartera de inversión ni una partida presupuestal específica que permita identificar el gasto en la refinería. En consecuencia, se desconoce cuánto se ha gastado en dicho proyecto, si han existido subejercicio o ahorros y en qué se está gastando.
Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) también evidenció que en la página oficial de la Refinería Olmeca -creada por la Secretaría de Energía para supuestamente transparentar su edificación-, no hay un solo contrato disponible para consulta sino que solo se limita a exponer los procedimientos administrativos previos a la firma.
Una situación similar se presenta al intentar consultar los contratos en la plataforma Pemex + Transparente, misma que Petróleos Mexicanos (Pemex) implementó al ser una empresa productiva del Estado. En dicho portal, al realizar una consulta sobre la Refinería Dos Bocas resulta imposible encontrar todos los contratos de la obra.
La asociación civil señaló que los únicos contratos que pueden consultarse públicamente de la Refinería Dos Bocas no revelan los montos que se entregan a las empresas que están construyendo el proyecto pues están testadas las secciones referentes a las cifras de dinero.
Dichos errores garrafales motivaron a Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) a investigar con profundidad uno de los proyectos estrella de la administración de Andrés Manuel López Obrador, revelando así la opacidad que permea cada aspecto de la Refinería Dos Bocas.
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