El pasado 1 de julio se cumplieron cuatro años de la llegada de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) a la presidencia de México - convirtiéndose en el mandatario con mayor sufragios en la historia del país.
Aunque simpatizantes del tabasqueño han evocado y festejado el triunfo del 2018, la oposición ha expresado una perspectiva diferente del cuatrienio; siendo uno de ellos, Marko Cortés Mendoza, dirigente nacional del Partido Acción Nacional (PAN).
Y es que, según lo comentó, la administración de Andrés Manuel se habría caracterizado esencialmente por la corrupción; la crisis de inseguridad y económica, esta última intensificada tras la llegada del COVID-19, la cual debilitó el sector salud, y la persecución a personalidades de la oposición.
“Prevalece un claro retroceso que empobrece a la gente, que limita libertades y que cobra vidas inocentes”, señaló el blanquiazul.
“Sólo ellos festejan la regresión (...) Desde que ganó Morena en 2018 llevamos cuatro años de destrucción y de promesas incumplidas”.
Cabe recordar que uno de los ejes de la ideología obradorista ha sido “cero impunidad y cero corrupción”, a grosso modo. Sin embargo, este lema ha sido cuestionado a lo largo del sexenio tras los escándalos donde familiares del tabasqueño se han visto envueltos.
Tal fue el caso de su hermano, Pío López, quien habría recibido dinero de un operador político; la supuesta beneficencia de Petróleos Mexicanos (Pemex) a una empresa de la prima hermana, Felipa Guadalupe, o las casas de Houston, Texas, del primogénito, José Ramón López Obrador.
Bajo ese tenor, Cortés Mendoza agregó que estos presuntos conflictos de interés también se han replicado con los funcionarios públicos más cercanos al Jefe del Ejecutivo quienes ahora, arremetió, “están enlodados en la más completa impunidad”,
“Prometieron terminar con las adjudicaciones directas y no solo no las acabaron, las incrementaron para discrecionalmente asignar contratos y poderse beneficiar”, se expresa en el documento publicado en la página del PAN.
Por otra parte, Cortés volvió a arremeter contra Andrés Manuel y su iniciativa de la Reforma Electoral, en la cual propone modificar estatutos del Instituto Nacional Electoral (INE), presididos por Lorenzo Córdova.
Esto, además de intensificar las fricciones entre el consejero presidente y AMLO, también ha impulsado a la oposición a emprender la moratoria constitucional para frenar las propuestas de la alianza Juntos Haremos Historia que requirieran dos terceras partes de los sufragios para su aprobación.
Por esa razón, el dirigente blanquiazul refrendó su ataque a López Obrador al señalarlo de generar “una democracia a modo en donde la transparencia, la rendición de cuentas y los contrapesos son los principales obstáculos a destruir”.
En ese sentido, advirtió que los bloqueos opositores no cesarán los intentos del presidente por “desmantelar las instituciones democráticas”. De esa manera, y tras hacer recuento el panorama de la violencia y de la estabilidad financiera del país, culminó su pronunciamiento al cuestionar:
“¿Qué celebran? Estamos peor en todos los indicadores y no se ve por ningún lado que se componga el camino, pues vemos la necedad del presidente a mantener (...) un gobierno que está ejerciendo el poder de espaldas a la sociedad, rumbo a un régimen más cerrado y autoritario”.
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