Gerardo Uriel “N”, motosicario de la Familia Michoacana, fue detenido por agentes federales por su participación en el asesinato de un supuesto rival en el Estado de México, cuya ejecución documentó y resguardó en su teléfono celular.
De acuerdo con la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSyPC), este sujeto cometió el delito en contra de Juan Carlos “N”, el Palma, el pasado 22 de junio en Chicoloapan, junto con otros cómplices.
Ahora quedó asegurado tras intervenciones de la Coordinación Nacional Antisecuestro (Conase), en colaboración con la fiscalía mexiquense especializada en homicidio. Lo arrestaron en el mismo municipio donde presuntamente concretó el crimen.
“Se aseguran cartuchos sin percutir, una motocicleta color verde, que antes fue azul, y tiene relación directa con el homicidio, así como marihuana”, apuntó la SSyPC.
Según las investigaciones, la orden de cateo también fue cumplimentada en Chicoloapan. Tras el aseguramiento, el supuesto integrante de la Familia Michoacana relató que acudió a cometer el asesinato en la colonia Cabecera Municipal Centro.
Fue a mitad de la semana pasada cuando se hizo acompañar de Daniel “N”, el Farez, y Aarón “N”, el Niño, quienes iban a bordo de dos motos y arribaron para dar con el Palma. Supuestamente, por conflictos relacionados con la venta y distribución de droga.
El objetivo de los criminales fue ejecutado por diversos impactos de arma de fuego en la cabeza, según el reporte de las autoridades federales.
De hecho, en el teléfono celular del detenido tenía un video en donde se observa como privan de la vida a la víctima.
Aunque hace una década las autoridades federales presumían la decadencia de la Familia Michoacana, el grupo criminal se mantiene imbatible al sur del Estado de México y en límites con Guerrero, Morelos, además del estado en que surgió.
Los informes de la Secretaría de Marina Armada de México han indicado que el grupo criminal ataca con tácticas guerrilleras aprovechando el territorio agreste y domina la zona sur mexiquense bajo el liderazgo de Jhony el Mojarro y José la Fresa, los hermanos Hurtado Olascoaga.
Ellos dos son los principales cabecillas, aunque se agregan lugartenientes de relevancia en la estructura criminal como el Comandante Mala y Silverio Martínez Hernández, alias Fierros.
Con el paso de los años, los remanentes se han unido a otras células para conformar frentes contra enemigos de mayor capacidad en recursos humanos y fuego. Por ejemplo con los Correa y Cárteles Unidos en Michoacán. Otra célula conocida como la Nueva Familia Michoacana también destacó en zonas de Guerrero.
Hasta 2020, la Administración del Control de Drogas de Estados Unidos (DEA) señalaba que la Familia Michoacana aún seguía vigente en la nación norteamericana, por sus envíos que inundan el mercado negro de consumo de narcóticos.
Aunque fue disuelta oficialmente en 2011, tras el arresto de su último líder, José de Jesús Méndez Vargas, el Chango, siguió operando en células dedicadas a la trata, secuestro y extorsión en Guerrero, Estado de México y la capital del país, especialmente en suburbios de la periferia hasta 2014, refiere un análisis del Servicio de Investigación del Congreso de EEUU.
Del lado mexicano han orquestado ataques contra diversos perfiles políticos y fuerzas de seguridad. El 18 de marzo del año pasado, una emboscada contra policías estatales y efectivos ministeriales dejó un saldo de 13 agentes asesinados. en el municipio mexiquense de Coatepec de Harinas.
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