La Refinería Olmeca Dos Bocas está a menos de 24 horas de ser inaugurada, no obstante, mucho se ha dicho sobre el tan anhelado proyecto de Andrés Manuel López Obrador que planea -en un escenario utópico- impulsar el sector energético de México. Cabe mencionar que aunque su apertura está programada para el 1 de julio, el proyecto incluido en el Plan de Negocios 2021-2025 de Petróleos Mexicanos (Pemex) no iniciará operaciones regulares hasta 2023.
Bajo ese tenor, el Instituto Mexicano para la Competividad (IMCO) ha expuesto que la Refinería Olmeca no generará un sector energético más competitivo en el país, esto basándose en que el desarrollo del proyecto se ha caracterizado por la falta de planeación y opacidad pues no cuenta con un análisis de costo-beneficio, las obras se inciaron sin una Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) y no se valoraron alternativas más eficientes para incrementar la producción de petrolíferos en el país.
Todo eso sin considerar que hasta la fecha se desconoce el verdadero costo de la obra y tampoco se ha hecho pública la información sobre su capacidad de producción en la etapa inicial.
De acuerdo con información del Centro de Investigación en Política Pública, la construcción de la Refinería Dos Bocas ha enfrentado sobrecostos derivado de la mala planeación del proyecto. En un inicio, la inversión prevista contemplaba alrededor de 160 mil millones de pesos, no obstante, el mismo Andrés Manuel López Obrador ha reconocido un aumento de entre 3 y 4 mil millones de pesos, es decir, entre un 38% y 50% más del presupuesto original.
Asimismo, la empresa PTI Infraestructura de Desarrollo -filial de Pemex- ha sido la encargada de desarrollar el magnoproyecto, sin embargo, por su naturaleza jurídica no tiene las mismas obligaciones de transparencia que compañías subsidiarias o el corporativo, lo que ha impedido que exista información suficiente sobre la obra en el Presupuesto de Egresos de la Federación o en la Cuenta Pública.
Dichos factores han evidenciado las deficiencias estructurales en la construcción de infraestructura del país por lo que el instituto liderado por Valeria Moy consideró que “la eventual entrada en operación de la Refinería Olmeca será un paso en la dirección contraria de lo que necesita Pemex, el país y el mundo.
Transición energética y el modelo de negocio para la refinación del petróleo
La crisis ambiental que atraviesa el mundo ha orillado a múltiples empresas petroleras internacionales a replantear un nuevo modelo de negocio de refinación del petróleo impulsando así la transición energética para disminuir el uso de combustibles fósiles.
El Instituto Mexicano para la Competividad (IMCO) hizo hincapié en resaltar que, como respuesta a dicha coyuntura, las inversiones en refinerías en Europa y Estados Unidos estarán centradas en proyectos de biocombustibles y descarbonización por lo que la movilidad eléctrica comenzará a adquirir un mayor peso.
Bajo dicha premisa, las refinerías deben apostar por los mercados de la petroquímica, los plásticos, los fármacos, el bitumen para asfalto, entre otros, de modo que el éxito a futuro de los refinadores dependerá de su estrategia de mercado, su disciplina financiera, el manejo de su cadena de suministro, la transformación digital y la gestión de talento.
Esto implica una habilidad para adaptarse a un entorno global con avances tecnológicos y menor demanda de combustibles fósiles.
Refinación del crudo en México a la baja
Pemex Transformación Industrial (PTRI) es la subsidiaría encargada del negocio de refinación y petroquímica en México, no obstante, reportó pérdidas acumuladas por (-)1.28 billones de pesos entre 2011 y 2021 mientras que en el último año las pérdidas ascendieron a los 219.8 millones de pesos.
El Centro de Investigación en Política Pública detalló que Pemex Transformación Industrial (PTRI) fue la única subsidiaria que reportó pérdidas brutas, es decir, los ingresos que obtuvo por la venta de petrolíferos (gasolinas, diésel, combustóleo) fueron menores que el costo de los insumos que requirió para su elaboración.
Considerando dichos datos, el Instituto Mexicano Para la Competividad (IMCO) puntualizó que la entrada en operación de la Refinería Olmeca probablemente se traducirá en mayores pérdidas para la compañía subsidiaria, lo cual agravaría aún más la situación financiera de Petróleos Mexicanos (Pemex).
Resulta pertinente resaltar que la nueva Refinería Dos Bocas no viene acompañada con cambios estructurales en PTRI que le permitan a la subsidiaria ser más competitiva por lo que la empresa tendrá menos recursos disponibles para financiar proyectos en actividades rentables como exploración y producción de hidrocarburos.
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