La defensa de los funcionarios estadounidenses demandados por Joaquín “El Chapo” Guzmán, a raíz de las malas condiciones que atraviesa en el penal ADX Florence, presentó el martes 28 de junio, por segunda ocasión, un pedido para desestimar la demanda del ex capo del Cártel de Sinaloa.
Los demandados por Guzmán Loera, el fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland, y el director de la Oficina de Prisiones, Michael Carvajal; se vieron obligados a presentar de nueva cuenta su pedido porque la semana pasada el juez de la corte federal en Colorado, William Martínez, desechó su petición porque no presentaron de forma correcta su solicitud.
Aún con el conocimiento del sistema judicial, la defensa de los señalados pasó por alto los requerimientos para proceder a denegar las quejas de Guzmán Loera. El reciente 16 de junio se informó que los abogados pidieron al juez William Martínez que desestimara la demanda del Chapo Guzmán, asegurando que carece de suficientes argumentos como para ser aceptada en una corte.
En esta ocasión, los demandados volvieron argumentar que las quejas de “El Chapo” Guzmán sobre los supuestos tratos “crueles” e “injustos” que recibe en la cárcel son infundadas, pues no equivalen a “ningún abuso”. También recalcaron que Joaquín Guzmán no es “un preso como cualquier otro”. Asimismo, pidieron que se suspenda el plazo de tiempo fijado para presentar pruebas en el caso.
El año pasado el ex líder narco interpuso la demanda contra Garland, Carvajal y otros, alegando que está sufriendo psicológicamente debido a cómo es tratado en ADMAX, una cárcel de máxima seguridad en Colorado. Guzmán dijo que está aislado de cualquier ser humano y de cualquier oportunidad de realizar alguna actividad en la cárcel.
Guzmán, uno de los narcotraficantes más poderosos del mundo, dirigió el Cártel de Sinaloa, responsable de traficar cocaína y otras drogas a Estados Unidos, durante más de 25 años, de acuerdo con fiscales estadounidenses. Su “ejército de sicarios” tenía la orden de secuestrar, torturar y matar a cualquier persona que se interpusiera en su camino, asegura Estados Unidos.
“El Chapo”, de 64 años, fue extraditado a Estados desde México en enero de 2017 y, tras ser sentenciado a cadena perpetua por tráfico de drogas y por liderar una empresa criminal en 2019, fue enviado a la cárcel ADMAX.
Tras el primer pedido para desestimar el caso, el juez William Martínez dijo que el pedido no se había presentado correctamente porque ambas partes debían intentar antes llegar a un acuerdo para atender las quejas de Guzmán y ver si se podía llegar a una solución.
La defensa de las autoridades añadió que la Corte Suprema y otros tribunales de apelaciones ya habían rechazado en el pasado los mismos alegatos de duras condiciones en prisión que ahora hace Guzmán Loera.
Además, debía ser considerado su pasado de muerte y destrucción, así como el escape de dos prisiones en México en 2001 y 2015. Ello es muestra de la compleja red de operadores que estableció.
“El alcance de los tentáculos de Guzmán fuera de prisión hace que sea excepcionalmente peligroso y difícil manejarle,” aseguraron los abogados.
Sin embargo, en su segundo pedido para desestimar el caso, los abogados de los demandados dijeron que no se había llegado a ningún acuerdo.
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