El gobierno de Estados Unidos, encabezado por Joe Biden, se está alistando para elevar su reclamo contra las políticas energéticas impulsadas por el gobierno de México en las que se favorece a al Estado mexicano, puesto que violan el Tratado entre dicho país, EE.UU. y Canadá (T-MEC), esto de acuerdo con fuentes confidenciales de Bloomberg.
Según el canal internacional de noticias, la oficina de la representante de Comercio de EE.UU, Katherine Tai, ha trabajado en una solicitud de consultas formales sobre el T-MEC. Hasta el momento se desconoce la fecha de solicitud de dichas consultas con las cuales se plantea que México adopte medidas correctivas.
Y es que, de acuerdo con las normativas del T-MEC, dicha solicitud le daría a México hasta 30 días para aceptar programar consultas. Si después de 75 días no se llega a un acuerdo, Estados Unidas podría solicitar que un panel formal escuche los argumentos de ambas naciones. En última instancia, la prolongación de un conflicto puede, a la larga, llevar a que el gobierno estadounidense imponga aranceles punitivos a las importaciones provenientes de México incluidas en el pacto comercial que ya tiene dos años.
Un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional dijo que no se ha tomado una decisión sobre una solicitud de consulta. La oficina de prensa de la representante de Comercio declinó hacer comentarios, explicó Bloomberg.
El panorama sobre las relaciones México-EEUU
El posible reclamo se da en vísperas de la próxima visita del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), quién organizó un viaje a Washington luego de no haber acudido a la Cumbre de las Américas celebrada en Los Ángeles a principios de este mes a manera de “protesta” luego de que la adminiteración vecina rechazara la posibilidad de invitar a Cuba, Venezuela y Nicaragua a la reunión.
En este contexto, para la agencia de noticias, elevar los reclamos ahora podría molestar al mandatario mexicano, quien a lo largo de su sexenio ha impulsado la defensa de las empresas nacionales como la Comisión Federal de Electricidad y Petróleos Mexicanos (Pemex) , así como la producción mexicana para el auto abasto.
De hecho algunos de sus principales proyectos de gobierno se han dado en dichos rubros, como la propuesta de Reforma de la Industria Eléctrica (la cual fue rechazada en la Cámara de diputados, por lo que finalmente se implementó la Reforma en la Ley Minera para defender el litio) y la construcción de la Refinería de Dos Bocas así como la adquisición de Deer Parck.
Cabe señalar que, en el acuerdo comercial T-MEC, negociado principalmente por el Gobierno mexicano anterior y aceptado por López Obrador, apunta en parte proteger a los inversionistas privados contra una reversión de la apertura de la industria energética.
Tras reiteradas quejas de decenas de legisladores estadounidenses, la representante de Comercio de Estados Unidos, Katherine Tai, advirtió en marzo a su homóloga mexicana, la secretaria de Economía Tatiana Clouthier, sobre las preocupaciones de EE.UU. de que los cambios en la política energética de México violan las obligaciones fundamentales del T-MEC.
De acuerdo con la funcionaria estadounidense, las empresas de energía de EE.UU. continúan enfrentando “un trato arbitrario” en México, y hay más de $10 mil millones dólares en inversión estadounidense en riesgo en la nación, “gran parte de ello en energía renovable”, expresó.
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