La defensa de Genaro García Luna involucró al presidente Andrés Manuel López Obrador en el caso que sigue el exsecretario por sus presuntos nexos con el Cártel de Sinaloa, luego de que autoridades de Estados Unidos solicitaran admitir evidencias sobre amenazas a periodistas por parte del acusado.
En su moción in limine, los fiscales de la Corte del Distrito Este de Nueva York argumentaron que el exfuncionario en el sexenio de Felipe Calderón hostigó a quien investigaba los supuestos crímenes del ahora imputado desde la prensa entre 2008 y 2013.
César de Castro, abogado de García Luna, precisó que no se identifica a la persona, pero tienen elementos para suponer que se trata de alguien que ha hecho múltiples señalamientos desde el periodismo contra el exsecretario de Seguridad federal y ahora, hace lo mismo con López Obrador.
“El gobierno no identifica al periodista, pero creemos que es un periodista ha estado atacando al Sr. García Luna durante décadas con acusaciones sin fundamento envueltas en periodismo”, apuntó el representante legal.
En particular, ahora parece estar haciendo reclamos similares contra el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador
Previamente, la fiscalía neoyorkina había indicado que Genaro García Luna sometió a un periodista a una campaña de persecusiones y amenazas como resultado de sus investigaciones que señalaban las supuestas corruptelas del entonces funcionario con el narco.
El gobierno está tratando de presentar pruebas sobre las denuncias hechas por un periodista en México de su creencia de que el señor García Luna, a través de otros, la amenazó de alguna manera
César de Castro añadió que el caso de su representado ha sido tema de múltiples referencias gubernamentales, en aparentes señalamientos por menciones durante las conferencias matutinas del presidente López Obrador.
El abogado alegó que García Luna ha generado diversas notas periodísticas en los últimos años. En particular, las menciones de quien han identificado tomarían una cantidad sustancial de tiempo para ser revisadas y los fiscales no han proporcionado descubrimientos relacionados con la llamada campaña de hostigamiento.
Sin embargo, la respuesta reciente no abundó sobre el supuesto soborno ofrecido en 2009 0 2010 a un medio de comunicación para evitar que periodistas de la organización publicaran historias negativas sobre García Luna.
La defensa del exsecretario solicitó al juez Brian M. Cogan dos semanas adicionales para responder a la solicitud de los fiscales o, al menos, hasta el próximo 13 de julio. Pretenden demostrar que las evidencias que quieren que sean admitidas no se sustentan.
En una carta de dos páginas, la representación de García Luna añadió que de aceptar la moción de las autoridades se prolongaría el juicio que ya es largo y complejo. Principalmente, aseguran que será demostrada la poca fiabilidad de los audios que, presuntamente, incriminan al acusado.
Mientras que en su petición, los fiscales aseguran que el acusado conspiró para obstruir la justicia al planear el asesinato de dos posibles testigos: Jesús Reynaldo Zambada García, hermano de Ismael Zambada García, el Mayo, y líderes del Cártel de Sinaloa; así como la supuesta ejecución de Luis Cárdenas Palomino, quien estaba bajo el mando del imputado en la extinta Policía Federal y es implicado en las mismas investigaciones.
Pero los abogados respondieron que el material sobre esta evidencia consta de más de 500 horas de grabaciones que en gran medida son inaudibles o no pueden distinguirse con claridad y la mayoría son declaraciones hechas por un informante y no por García Luna.
“No hay hojas de línea correspondientes o resúmenes de las grabaciones, y el gobierno sólo nos ha proporcionado las transcripciones de un puñado de conversaciones”, se quejó la defensa.
También indicaron que escuchar tanto tiempo de audios ha sido desgastante, pues deben atender diversos aspectos para concentrarse en los cargos presentados. Sin embargo, pretenden revelar que no hay credibilidad del informante que detectó contratos para usar a la mafia rusa y eliminar a quienes podrían testificar, aún cuando Genaro García Luna ya estaba en prisión.
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