Alejandro Moreno Cárdenas, presidente nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), rompió los códigos internos del partido que demandan la institucionalidad por encima de las fricciones públicas entre las filas priistas, y con sus constantes declaraciones públicas con las que exhibe una división podría desatar una guerra en ese partido, dijo el periodista Salvador García Soto.
Este viernes, el exgobernador campechano ha dejado clara su negativa para reunirse y dialogar por segunda ocasión con nueve exdirigentes nacionales del tricolor que le invitaron a reflexionar y permitir un cambio de liderazgo ante la crisis de resultados negativos que ha enfrentado en tricolor en los últimos tres años.
Con su postura de aferrarse a la dirigencia nacional, Moreno Cárdenas reafirmó su intención de retener en sus manos el poder que aún le queda al partido y así negociar por cuenta propia las candidaturas en el Estado de México y en Coahuila en las elecciones de 2023, pese a que algunas figuras priistas le han pedido tener en consideración las opiniones de los actuales gobernadores, Alfredo del Mazo y Miguel Ángel Riquelme.
Debido a que el campechano cerró los canales internos a su compañeros que difieren con su liderazgo, estos últimos se vieron obligados a enviar un mensaje público a través de una carta, en la que trataron de mantener en la medida de lo posible los códigos institucionales y disciplina tricolor.
La carta fue firmada por Claudia Ruiz Massieu, Carolina Monrroy, Manlio Fabio Beltrones, César Camacho Quiroz, Pedro Joaquín Coldwell, Beatriz Paredes, Roberto Madrazo, Dulce María Sauri, Humberto Roque Villanueva y Miguel Ángel Osorio Chong.
Lo expuesto por la misiva fue detallado un día antes por Ruiz Massieu, quien explicó que se tiene como objetivo desahogar todas las dudas que se quedaron pendientes de la primera reunión, además de establecer los mecanismos necesarios para que el partido recupere la confianza de la población.
Asimismo, puntualizó que el próximo encuentro fue planteado desde la primera reunión, pues dijo, no se cerró la puerta a que se lleve a cabo la posible renovación del Consejo Político Nacional (CPN), pese a que Moreno Cárdenas sentenció que él fue electo por cuatro años y seguirá al frente del partido, aunque los triunfos electorales no lo han acompañado en su gestión.
El político campechano ha demostrado que es un político sin palabra y que es capaz de traicionar hasta a sus más cercanos amigos, como sucedió con su compadre Manuel Velasco (PVEM), a quien exhibió públicamente al difundir una conversación privada para utilizarla en contra del secretario de Gobernación, Adán augusto López.
El 14 de junio, en la sede nacional del PRI, Moreno Cárdenas escuchó a sus nueve antecesores y pese a que en su mandato ha perdido 20 de 21 elecciones estatales, rechazó renunciar y justificó que la militancia desea que concluya su mandato en agosto de 2023 y aseguró a sus compañeros de partido que no buscará la candidatura presidencial en 2024.
Sin embargo, muchos temen que el campechano no honrará su palabra y aprovechará que tiene el control de la estructura nacional para extender su mandato hasta 2024, lo que le permitirá repartir las candidaturas a diputaciones, senadurías y gubernaturas. Hay que recordar que Alito Moreno ha dejado ver su intención de buscar la Presidencia de la República como abanderado de la Alianza Va Por México.
El periodista Salvador García Soto consideró que la forma en que Alito Moreno se conduce en la política podría dinamitar las posibilidades de la alianza entre los partidos de oposición, y que esto terminará beneficiando a Morena y al presidente Andrés Manuel López Obrador, pues no encontrará mayor resistencia para mantenerse en el poder en 2024.
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