Autoridades de Yucatán y Quintana Roo localizaron los cuerpos de seis personas sin vida en Chinkindzonot e investigan su probable correspondencia con el grupo de siete trabajadores que fueron levantados por narcos en un rancho de Xcalak.
La Fiscalía de Quintana Roo informó de manera preliminar que continúan pruebas periciales para determinar si se trata de las personas reportadas como desaparecidas desde el pasado 23 de junio 300 kilómetros al sur del punto que es analizado actualmente, en el municipio de Othón P. Blanco.
De acuerdo con reportes locales, las intervenciones de agentes ministeriales se realizan en el tramo carretero Chan Chichimila – Chikinzonot. No se ha especificado como dieron con el sitio.
Hasta el lugar arribaron agentes militares y de la policía, quienes acordonaron la zona, pero las autoridades no han ofrecido mayores detalles sobre el hallazgo.
Previamente, la fiscalía quintanarroense había reconocido denuncias de familiares de siete hombres, quienes partieron desde Mahahual, pero presuntamente fueron privados de la libertad en un rancho que cuidaban en Xcalak.
Óscar Montes de Oca, fiscal de Quintana Roo, había dicho en una entrevista radiofónica que, presumiblemente, los siete trabajadores fueron levantados por grupos criminales relacionados con cárteles de la droga.
Un testigo que logró escapar y acudió a las autoridades aseguró que en el inmueble había al menos ocho personas, pero solo se han presentado a denunciar la desaparición de siete víctimas, cuyas fichas de búsqueda ya fueron difundidas.
Los desaparecidos son José Luis Vallalpando Pat, de 46 años de edad; Edgar Medina Romero, de 19; y Heber Crescencio Laneros Vidal, de 40. Estos tres fueron los primeros identificados por sus familias que exigieron su localización.
Pero horas más tarde, la Fiscalía de Quintana Roo reportó que los parientes de cuatro personas más denunciaron la desaparición. Se trata de Flavio César Roblero García, de 24; David Azael Pool Poot, de 22 años; Moisés Nicolás Cuervo, 41; y José Ismael Dzul Chan, de 20 años de edad.
Según informes preliminares, este grupo de personas eran empleados de un rancho que vigilaban. Algunos de ellos son conocidos por dedicarse a la construcción de palapas.
Otras versiones apuntaron que este caso está enmarcado en la disputa del predio de Loma Bonita, donde los propietarios a menudo contratan a miembros del crimen organizado para asegurar su dominio territorial.
También se había adelantado que el testigo que logró escapar contó al menos cuatro personas sin vida entre la arena, pero a la llegada de las autoridades no hallaron cuerpos en el sitio.
Sin embargo, la Fiscalía de Quintana Roo reconoció que el informante había presenciado los hechos y se refugió en su casa, pero fue un día después que presentó las denuncias.
La entidad se ha vuelto en los últimos años uno de los lugares preferidos de los cárteles y grupos delictivos para llevar a cabo sus negocios a través del cobro de derecho de piso, la venta de droga en centros nocturnos, así como extorsión de dueños de hoteles y establecimientos.
También es codiciado por su colindancia con Centroamérica y porque representa una ruta de paso en el trasiego de cargamentos de cocaína que son transportadas en aeronaves o narcolanchas que desembarcan en las playas.
De ahí que los grupos armados se impongan para foverecer sus intereses en la frontera con países como Guatemala o Belice, donde se reportaron las desapariciones recientes de los presuntos empleados de un rancho.
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