En redes sociales apreció uno de los principales protagonistas de la Guerra contra el Narco de Felipe Calderón, uno de sus comandantes, y quien enfrento a grandes grupos del crimen organizado a lo largo del sexenio, y lo hizo con un hilo donde contó su verdad de los hechos.
Se trata del Coronel de Infantería Diplomado de Estado Mayor Emilio Cosgaya Rodríguez, quién causó alta en las fuerzas armadas el año 1982 y se graduó del Heroico Colegio Militar en el año de 1986. Entre las tareas que maneja destacan paracaidismo, patrullas avanzadas de combate, explotación de sitios y Mando y Estado Mayor General.
Además, hizo estudios internacionales en logística para oficiales, logística combinada en los Estados Unidos, así como un curso táctico de cooperación civil y militar en Canadá o Narco desde la óptica internacional y lucha contra las drogas en México, de acuerdo con su semblanza curricular.
Durante el gobierno de Felipe Calderón se desempeñó cómo Comandante del 99/o batallón de infantería; Jefe de subsección OPS y comandante del 21/o batallón de infantería en Cuernavaca, ambos durante las operaciones contra el narcotráfico.
De esto habló precisamente durante una serie de tuits en los que además de dar cuenta de sus operaciones en la Guerra contra el Narcotráfico de Felipe Calderón, arremetió contra las estrategias de seguridad de Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador.
En primera instancia, aseguró que se trata de un tema que todavía resulta de peligro para él y su familia, pero ante los constantes ataques desde la presidencia y la situación de inseguridad que atraviesa el país, se vuelve importante de tocar.
Aseguró en este sentido, que fue el comandante designado a la tarea de poner fin a la inseguridad y violencia provocadas por el conflicto entre Los Zetas y la Familia Michoacana, así como otras cárteles que trabajaban por el control de la zona en Michoacán.
Debido a sus fórmulas, aseguró que casi de inmediato los delincuentes pudieron percibir que no tenían las operaciones suficientes para enfrentarse con la Secretaría de la Defensa Nacional, por lo que huían despavoridos al darse cuenta que les pisaban los talones.
“En fin, la situación mejoro y volvió la gobernabilidad a las poblaciones que había retomado, los homicidios y violencia en el 2007 estuvieron en el nivel más bajo de los 15 años anteriores”, apuntó.
Fue así como logró “peinar” a las diversas zonas conocidas como las más conflictivas en la entidad y liberar a contadas poblaciones del violento régimen impuesto por los miembros de los grupos del crimen organizado.
“Recuerdo bien el agradecimiento de cada pueblo tras expulsar a los criminales, incluso mi hogar está lleno de artesanías que me regalaban en agradecimiento y que yo compraba, piezas increíbles de madera, barro y piedra que dan fe de la cultura y riqueza de esta región”, escribió, agregando también algunas fotografías que lo demuestran.
Apuntó también que el fácil acceso a las drogas, la violencia y la dificultad para obtener lo básico orilló a la población a la drogadicción, al grado de tener que levantar un poblado sitiado porque los pobladores sufrieron los estragos de la abstinencia a las drogas.
Sin embargo, añadió que una característica o percepción errónea es la de que los militares son capaces de sustituir a las fuerzas del orden, pues el Ejército no es una policía, y sus acciones solo tenían un efecto preventivo en la Guerra contra el Narco de Michoacán.
Aunado a lo anterior, culpó a EPN y AMLO por no tener la voluntad política de institucionalizar una policía efectiva que sea capaz de enfrentarse al Crimen Organizado, apoyadas ambas estrategias en la contención realizadas por el ejército.
Por otra parte, consideró que actualmente se le permitió al crimen organizado que operen hasta conseguir niveles de control que antes no se veían o localizaban en las entidades del país. “Jamás imaginé que alguien permitiera la sustitución del Estado”, escribió.
Aseguró que esto sucedía gracias a un desastre generalizado, consecuencia de “la incompetencia de los actuales gobernantes”, como el caso específico de Alejandro Gertz Manero, Fiscal General de la República.
Por ello, concluyó que los mexicanos no deberíamos “esperar justicia, seguridad ni desarrollo de esta administración (AMLO), pues no él no su familia lograron obtenerlo”; “¿Qué podría esperar el mexicano promedio, del “pueblo”?”, apuntó.
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