Epigmenio Ibarra arremetió ácidamente contra el ex mandatario, Felipe Calderón Hinojosa, luego que éste se uniera a la indignación por el brutal asesinato de dos sacerdotes Jesuitas en la comunidad Cerocahui, de la Sierra Tarahumara, en Chihuahua.
En la noche del pasado 20 de junio, un grupo armado ejecutó a los curas, Javier Campos Morales y Joaquín César Mora, tras ofrecer auxilio a un guía de turistas quien buscaba refugio en la iglesia de Urique en un intento por escapar del convoy.
De esa manera, fue que Calderón Hinojosa lamentó el suceso y exigió justicia por los curas evocando un rezo de San Ignacio de Loyola, fundador de los Jesuitas (esto antes de conocerse la identidad del tercer asesinado). Un pronunciamiento que, para el fundador de Argos Comunicación, no resultó nada coherente.
Y es que para Ibarra, de acuerdo a lo dicho en su cuenta de Twitter, lo declarado por el ex mandatario figuraría como “una nueva falacia” al considerar que su entonces administración (2006-2012) se caracterizó por los altos índices de violencia detonadas por la llamada “guerra contra el narco”. De ahí que expresó:
“Invocar a Dios en sus opiniones, cuando tiene las manos completamente manchadas de sangre inocente, es la nueva falacia de Felipe Calderón”.
Javier, El Gallo, y Joaquín, El Morita eran reconocidos entre la comunidad por entregarse “en cuerpo y alma” al bienestar de la población Tarahumara - una cualidad que les costó su propia vida en una región donde “las condiciones de violencia y olvido” propician que mujeres y hombres sean asesinados todos los días, según lo declarado por la Compañía de Jesús.
Horas después de la noticia, se dio a conocer que el hombre al cual los clérigos intentaron auxiliar respondía al nombre de Pedo Heliodoro Palma Gutiérrez, promotor por más de 40 años de la Sierra Tarahumara.
Cabe señalar que los agresores extrajeron los cuerpos de los clérigos y del guía de turistas del templo donde perecieron para eliminar cualquier rastro de evidencia. Ante ello, medios locales señalaron extraoficialmente a Noriel Portillo Gil, El Chueco, como el posible perpetrados de los crímenes.
Pese a que dichas acusaciones no han sido oficialmente confirmadas, autoridades estatales y locales han asegurado tener identificados a los responsables de los atroces actos.
“Parece que se tiene ya información sobre los posibles responsables de estos crímenes”, comentaba el presiente, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en su mañanera del 21 de junio. “Están plenamente identificados”, comentó ante el Congreso Ricardo Monreal, senador por Morena, horas más tarde.
El Chueco es señalado por dirigir una célula del grupo delictivo “Gente Nueva”, considerado como el brazo armado y operativo del Cártel de Sinaloa en Chihuahua.
El grupo criminal “Gente Nueva”, también conocido como “Los Chapos”, en referencia a Joaquín Guzmán Loera, se conformó como un grupo de sicarios bien entrenados y hasta la fecha como una de las alas armadas de élite del Cártel de Sinaloa, creado para contrarrestar, combatir y destruir la influencia del Cártel de Juárez en el noroeste del país, así como para combatir y destruir a “La Línea”, que es actualmente la célula más grande que queda del Cártel de Juárez.
El Congreso de Estados Unidos, en su último informe sobre crimen organizado en México, señaló al Cártel de Sinaloa y al Cártel de Juárez como los principales generadores de violencia en Chihuahua, aunque también indicó que hay presencia del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
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