La mañana de este miércoles 22 de marzo, el presidente Andrés Manuel López Obrador confirmó que en el municipio de Choix, Sinaloa fue encontrado un cuerpo sin vida cuyas características coinciden con los de José Noriel Portillo, mejor conocido como “El Chueco”.
Aunque sus familiares reconocieron su cadáver, peritos de la Fiscalía General del Estado (FGE) de Sinaloa se encuentran realizando las pruebas de ADN para confirmar su identidad.
“Se está haciendo un análisis a cargo de la Guardia Nacional y la Sedena. Se encontró a una persona en Choix y se está haciendo el estudio para poder informar si se trata de el delincuente que le quitó la vida a los sacerdotes jesuitas”, mencionó en su tradicional conferencia matutina el mandatario tabasqueño.
¿Quién era “El Chueco”?
Los sacerdotes jesuitas Javier Campos Morales, “El Gallo”, y Joaquín César Mora Salazar, “El Morita”, junto con el guía de turistas Pedro Eliodoro Palma, fueron asesinados este lunes 20 de junio en el poblado de Cerocahui, en el municipio de Urique, Chihuahua.
De acuerdo con información filtrada a medios locales por la Fiscalía General del Estado (FGE) de Chihuahua, el responsable del doble homicidio habría sido el líder criminal José Noriel Portillo, alias “El Chueco”, quien dirigía una célula del grupo delictivo “Gente Nueva”, considerado como el brazo armado y operativo del Cártel de Sinaloa en Chihuahua.
“El Chueco”, nació el 12 de mayo de 1992 en la comunidad de Urique, era un criminal ampliamente conocido para las autoridades estatales de Chihuahua. Había estado relacionado con varios delitos de alto impacto y era considerado como un objetivo prioritario para la policía de la entidad.
En mayo de 2021 estuvo involucrado en el aseguramiento de 26 millones de pesos, armas largas, droga y vehículos que fueron decomisados en el municipio de Urique.
El cabecilla criminal también era buscado por su presunta participación en el homicidio del joven estadounidense, Patrick Braxton Andrew, asesinado en 2018. Según los reportes, el narcotraficante de “Gente Nueva” lo confundió con un agente de la DEA, tras escucharlo hablar en inglés.
Tras el asesinato de los sacerdotes jesuitas, más de 30 elementos de la Fiscalía General del Estado fueron desplegados en la comunidad de Bahuichivo para dar con el paradero de este líder criminal. Sin embargo, las acciones fueron en vano.
“El Chueco” logró burlar a las autoridades en al menos dos ocasiones, en una de ellas incluso elementos de la Fiscalía General del Estado acudieron a su domicilio para capturarlo, pero se encontraba resguardado por varios pistoleros.
También se presume que pudo estar involucrado, de acuerdo con El Heraldo de Chihuahua, con la muerte de el activista Cruz Soto Caraveo, integrante del Colectivo de Familias Desplazadas Forzadamente de la Sierra Tarahumara que fue encontrado muerto luego de haber desaparecido en octubre de 2019.
El activista junto con su familia y otras personas integrantes de la comunidad de Monterde, en el municipio de Guazapares, se encontraba desplazado forzadamente desde el año 2014, luego de que recibiera amenazas de muerte por parte integrantes del crimen organizado que controlan la zona y que se apoderaron de sus tierras para la siembra de drogas.
José Noriel Portillo también pudo haber estado involucrado en la desaparición, en octubre de 2019, de Javier Muñoz Pérez, Juan Antonio Martínez Martínez Parra y Rubén Flores Cisneros, quienes habían llegado a Chihuahua provenientes de Zacatecas para llevar a cabo un recorrido de venta de cobertores en el estado, incluida su región serrana.
El grupo criminal “Gente Nueva”, también conocido como “Los Chapos”, en referencia a Joaquín Guzmán Loera, se conformó como un grupo de sicarios bien entrenados y experimentados que hasta la fecha como una de las alas armadas de élite del Cártel de Sinaloa, creado para contrarrestar, combatir y destruir la influencia del Cártel de Juárez en el noroeste del país, así como para combatir y destruir a “La Línea”, que es actualmente la célula más grande que queda de dicha organización criminal rival al Cártel del Pacífico.
Los orígenes de “Gente Nueva” se remontan a 1995, cuando el llamado “El Profe” comenzó su carrera criminal en Chihuahua bajo la llamada “Federación” de Sinaloa. “Gente Nueva” ha sido desde entonces la principal rama de la organización en Ciudad Juárez, así como en el resto del estado, donde han librado una guerra desde hace varios años con el Cártel de Juárez y su ala ejecutora, “La Línea”, por el control de las rutas de contrabando hacia Estados Unidos.
En 2012, los servicios de inteligencia estadounidenses indicaron que el Cártel de Sinaloa y Gente Nueva habían salido victoriosos y habían logrado relegar al Cártel de Juárez.