Este 20 de junio se conmemora en el mundo el Día Mundial de los Refugiados, fecha creada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en el 2000 con la intención de hacer un llamado de solidaridad con los refugiados en todos los países miembros del organismo.
Expertos aseguran que México se encuentra actualmente inmerso en la cuarta ola de solicitantes de refugio en su historia, luego de la Guerra Civil Española en los años treinta; lo desplazados por las dictaduras de América del Sur en los setenta y en los años ochenta con el llamado Refugio Guatemalteco.
Exilio de la Guerra Civil Española
Los Niños de Morelia, también conocidos como Niños de la Guerra, fueron 456 niños y niñas hijos de republicanos españoles traídos a bordo del barco Mexique, como una petición del Comité Iberoamericano de Ayuda al Pueblo Español al presidente Lázaro Cárdenas.
Tras ellos, el presidente Lázaro Cárdenas abrió las puertas de México a miles de refugiados que huían de la guerra civil española, para salvar su vida y defender su libertad ante la persecución del franquismo y el terror del fascismo que avanzaba en Europa. Fueron miles de españoles refugiados en el país.
Para lograrlo, el entonces presidente Cárdenas llevó a cabo una estrategia para trasladar a los refugiados desde los puertos de Marsella, Burdeos, Rotherdam y Casa Blanca rumbo a Nueva York, Estados Unidos, y luego a Veracruz, México.
Existe información de que fueron 26 los barcos que, entre 1939 y 1942, transportaron a más de 25 mil refugiados españoles apoyados también por sindicatos y organizaciones nacionales e internacionales. Entre ellos: Flandre, Sinaia, Ipanema, Mexique, Colonial, Quanza, Guinea y Nyassa.
Desplazados por las dictaduras latinoamericanas
La década de los setentas marcó una etapa de avance en el reconocimiento de la población refugiada. Durante este periodo, el país acogió refugiados que escapaban de las dictaduras militares, las cuales, con el triunfo de la Revolución cubana, se agudizaron en América Latina. La nacionalidades de los refugiados fueron variadas: hubo argentinos, brasileños, chilenos y uruguayos, entre otros.
Sin embargo, aunque la Ley General de Población de 1974 reconocía el asilo territorial a extranjeros que sufrían persecuciones políticas, no todos los exiliados llegados de Sudamérica cumplían con las disposiciones fijadas, por la legislación migratoria del periodo, por lo que no todos se internaron al país bajo esa calidad, sino con otra condición migratoria. Es por ello que no se tiene un número aproximado de refugiados sudamericanos en México hasta el momento.
El refugio guatemalteco
Por otro lado, en los ochentas, en el auge del conflicto en Guatemala cientos de comunidades indígenas fueron obligadas a huir, llegando a la frontera sur de México.
El gobierno mexicano lidió con un flujo de cerca de 50 mil refugiados guatemaltecos localizados en decenas de campos de refugiados. Además de los asentamientos en el estado de Chiapas, unos 20 mil guatemaltecos fueron reasentados en los estados de Campeche y Quintana Roo en 1984.
Después de firmar los acuerdos de paz en Guatemala, decenas de miles de guatemaltecos decidieron regresar, mientras otros permanecieron en México y eventualmente consiguieron la ciudadanía mexicana. Un número desconocido de ciudadanos guatemaltecos permanecieron con estatus de refugiados, aunque están actualmente totalmente integrados en la sociedad mexicana.
Migrantes centroamericanos: la nueva ola
La ONU afirma que actualmente se vive una crisis de refugiados en diversas partes del planeta. Según cifras de la institución internacional, durante el 2018 hubo más 70.8 millones de refugiados, incluyendo solicitantes de asilo y desplazados internos alrededor del mundo.
La cifra aumentó considerablemente –casi dos millones en comparación con el 2017, cuando hubo 68 millones de refugiados– por la crisis humanitaria que experimentó recientemente Venezuela en Sudamérica, precisó la ONU en un comunicado. Desde el 2015 más de cuatro millones de ciudadanos venezolanos han abandonado su territorio, ha agregado el organismo.
Tan sólo en México, según datos de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR), hubo 17 mil solicitudes de refugio durante el 2018, sobre todo con la llegada de los migrantes en “caravanas”: 4 mil 249 fueron de ciudadanos venezolanos, quienes se ubicaron como el segundo país con más solicitudes; el primer lugar corresponde a Honduras con 7 mil 484 peticiones.
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