El nopal es un tipo de cactus que crece de manera silvestre, es decir, forma parte de diversos ecosistemas de México y Latinoamérica de manera natural. Este ejemplar produce una fruta llamada tuna que tiene un sabor dulce y una consistencia jugosa.
Nace desde el territorio norte hasta el centro del país y, desde épocas prehispánicas hasta nuestros días, es considerado un elemento esencial en la cultura mexicana.
Los nopales son un recurso primordial para la economía, pues ocupan el 2.59% de la superficie agrícola nacional, lo que convierte a México en uno de los principales productores y representa un valor de 53 millones 479 mil pesos.
La representación de este cactus en México es de suma importancia, por ejemplo, en el escudo de la bandera es una composición gráfica llena de simbolismos que muestran varios elementos naturales de México y es por ello que, el poner el Nopal en ésta, indica una alegoría a la cultura mexicana y a la identidad nacional.
Cabe recordar que el águila devorando a una serpiente sobre un nopal es la imagen que viene de uno de los mitos prehispánicos más conocidos. La leyenda cuenta que el dios Huitzilopochtli le dijo a la población azteca que en donde encontraran estos elementos juntos sería el lugar idóneo para asentarse.
La primera representación del nopal aparece en un monolito de la fundación de Tenochtitlan hallado en las inmediaciones de Palacio Nacional y data de la época de Moctezuma, en el objeto de piedra está grabada la imagen del águila devorando a la serpiente encima de un nopal, la cual emerge del cuerpo de una divinidad.
De 300 especies existentes, México cuenta con solo con 76. Algo curioso del nopal es que su importancia ha sido descartada para considerarlo como la flor nacional, el árbol nacional o al menos el arbuso nacional.
Este cactáceo es un recurso natural lleno de propiedades nutritivas, químicas, industriales, ecológicas, medicinales y simbólicas. Junto con el maguey y el mesquite formó parte de las plantas sagradas de México para los antiguos pobladores.
Durante ese periodo, éste se comía crudo, asado o cocido acompañado con carne de venado, guajolote o huachinango o mezclado con hueva de hormigas. También era convertido en miel, en queso de tuna o en un tipo de cerveza llamada nochotli.
Además que el nopal tienen un papel fundamental en la dieta mexicana, ya que es rico en fibra, vitaminas y minerales. Se utiliza en la preparación de diversos platillos como nopales rellenos con flor de calabaza, nopales picados con cebolla, jitomate y chile, nopales asados con frijol, sopa de nopales y hasta los romeritos navideños.
Sus usos medicinales en el México milenario estaban enfocados a hacer cremas para la piel, labios y pies. Los mexicas mezclaban la baba del nopal con grasa de insecto, lo que también servía como pegamento en las construcciones.
En la actualidad, sus beneficios son bien conocidos, ya que se usa para limpiar el aparato digestivo y mejora el tracto intestinal. También sirve para bajar de peso por la fibra y puede ayudar a saciar el hambre. Las personas que padecen diabetes pueden comerlo para que sus niveles de azúcar se mantengan en orden.
La palabra nopal es utilizada comúnmente para describir a alguien con características mexicanas muy marcadas y se utiliza la frase “tan mexicano como un nopal”, aunque existe otra que generalmente se usa como algo despectivo y es “traes el nopal en la frente”.
México lleva a el nopal hasta en las venas, pues forma parte de la cultura del país, de su gastronomía, de sus simbolismos, de sus leyendas y actualmente se ha convertido en un elemento representativo de la moda, ya que hay quienes hacen ropa con la piel del cactáceo.
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