Luego de que Sandra Cuevas, alcaldesa de la Cuauhtémoc en Ciudad de México asegurara que peleará la decisión del Tribunal de Justicia Administrativa por su reciente destitución del cargo, presentó una serie de pruebas para justificarse.
En fechas recientes, el TJA informó que la destitución e inhabilitación del cargo se resolvió luego de que una denuncia ciudadana presentara quejas por la falta administrativa de abuso de funciones atribuida a Cuevas, pero la funcionaria aseguró que no habrá nada que pueda doblegarla.
A través de las redes sociales, Sandra Cuevas presentó un total de 6 pruebas que supuestamente le darían la razón de por qué cerró el Deportivo Guelatao a escasos días de haberse acomodado en su oficina como Alcaldesa.
La primera, es un video de la reportera Rocío Jardines de W Radio, quien aparentemente asistió al deportivo un mes después de que fue abierto al público por Néstor Núñez, quien invirtió 33 millones de pesos en la remodelación.
En la fotografía únicamente se pueden ver unas escaleras, donde algunas de las paredes presentan cuarteaduras, y en otras ya comenzó el proceso de reparación de las mismas; sin embargo, no se da mayor contexto de lo ocurrido. Vecinos de la zona publicaron en el Tweet que hasta días antes de publicarse el video, la construcción no lucía así.
La segunda prueba fue un documento con fecha del 8 de octubre de 2021 en el que trabajadores de la subdirección territorial del Centro Histórico habrían solicitado la revisión del deportivo, pues podían notarse supuestas fallas estructurales que ponían en riesgo su vida.
En el mismo, se pidió que fueran realizados nuevos dictámenes estructurales avalados por peritos que determinen si es seguro acudir. Además, pidieron que, de ser posible, se busque una nueva sede para alojar el deportivo, misma que brinde completa seguridad.
Su tercera prueba es precisamente un dictamen estructurado que emitió un DRO, pero con fecha del 27 de diciembre de 2017, meses después del sismo que sacudió a la Ciudad de México, y tres años antes de la remodelación a cargo del mandatario en turno.
En éste, se expresó que el inmueble estaba deteriorado, principalmente en los muros de contención por filtraciones, lo que aumentaba la probabilidad de hundimientos en por lo menos dos costados, además de losas reticulares de entrepisos, mientras que las albercas, se pidió que fueran vaciadas inmediatamente, pues representaban “un peligro de pérdida de vidas humanas”.
Sin embargo, las recomendaciones dictaban que se pueden usar todas las instalaciones del inmueble, pues no representaban un riesgo inminente de colapso, además de tener buen estado en niveles superiores al de la planta baja, aunque se recomendó la demolición del mismo. Solamente se prohibió usar las albercas, mismas que fueron remodeladas en 2021.
La cuarta prueba es un dictamen Técnico de Seguridad Estructural de 2018, cuando todavía no tomaba posesión la alcaldesa. En ésta se indica que fueron halladas separaciones entre los dos edificios por grietas pequeñas que no constituyen un daño estructural de alto riesgo, salvo las filtraciones en la alberca que ya habían sido señaladas.
Sin embargo, se consideró que “la estabilidad del edificio es buena y que las grietas se deben reparar con algún aditivo expansivo para estructura tipo grout, además de cambiar una de las ventanas que fue deformada.
La alcaldesa argumentó que las filtraciones en la alberca “persisten pese a una ‘supuesta inversión de 35 millones de pesos’ de la pasada administración”, pero la remodelación se entregó por Néstor Núñez en septiembre de 2021.
Para su quinta prueba presentó una opinión técnica de octubre de 2021, un mes después de la reapertura; en ella, clasificaron como severas las fallas y daños observados en columnas con desplomo pronunciado, “un elemento vital para la estabilidad estructural”.
Es decir, el daño afecta significativamente la capacidad estructural, mientras que su rehabilitación implica una amplia intervención, con reemplazo o refuerzo de algunos elementos.
La última prueba presentada por Sandra Cuevas fue un dictamen ocular de Seguridad Estructural que se emitió el 8 de octubre de 2021, algunos días después del anterior, donde se concluye que el deportivo presenta “deterioro en los elementos estructurales reduciendo los factores mínimos con los que fue diseñado y reduciendo su vida útil”.
En este, se concluyó que las juntas constructivas presentan el mayor riesgo por su separación, por lo que ponían en riesgo la seguridad del inmueble, considerado entonces con daños severos.
Sin embargo, el centro reabrió sus puertas en el mes de diciembre de 2021. A través de un comunicado, la alcaldía informó que el Instituto para las Construcciones de la Ciudad de México dictaminó desde la Dirección General que podría realizarse la reapertura del inmueble.
Fue en este mismo que se determinó que los cuerpos 1, “administrativo”; cuerpo 2, “deportivo”; cuerpo 3, “acceso a estacionamiento”, se encuentran “estructuralmente en riesgo bajo, debido a que no presentan daños de importancia en los elementos estructurales”.
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