El “Alitogate”: la mano que mece la cuna detrás de los audios del líder nacional del PRI

El escándalo que envuelve a Alejandro Moreno, líder nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI) por la crisis interna que vive ese órgano político toda vez que bajo su liderazgo, el otrora poderoso partido de gobierno se ha reducido a casi nada en las gubernaturas del país, así como los señalamientos sobre sus propiedades y los audios en los que se le involucra con una serie de irregularidades, tienen al político campechano contra las cuerdas.

Sin embargo, Alito no está solo y aunque la plana mayor del partido le ha pedido su renuncia a la dirigencia nacional, hay otros sectores de peso dentro del priismo que le dan su respaldo. Y eso le da fortaleza en medio de la tormenta.

De acuerdo con el periodista Mario Maldonado resaltó en su columna de El Universal, que las acusaciones penales en contra de Alejandro Moreno no son nuevas, toda vez que -recordó- el exgobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz, y a quien le arrebató la presidencia del PRI, ya había denunciado el presunto enriquecimiento ilícito de Moreno Cárdenas, pero con la llegada de Layda Sansores al gobierno de Campeche y de Renato Sales a la Fiscalía de ese estado, “anticipaban guerra y se soltó el tigre”.

Mario Maldonado recordó que hace unas semanas publicó que el mismo día que Layda presentó el primer audio en contra de Alito Moreno (11 de mayo), la Auditoría Superior de la Federación (ASF) presentó en la Fiscalía Anticorrupción, una denuncia contra el fiscal general de Campeche, Renato Sales, por un supuesto robo de un equipo de espionaje con valor de 807 millones de pesos.

El columnista destacó que el tuit de Sansores se difundió a las 10:30 de la mañana, “por lo que Moreno Cárdenas contó con el tiempo suficiente para operar la denuncia que se presentó a las 15:30 a través de su colaborador, el diputado del PRI por Campeche, Pablo Angulo Briseño, quien ostenta el cargo de presidente de la Comisión de Vigilancia de la Auditoría Superior de la Federación”, resaltó.

El comunicador recordó que en el gobierno del expresidente Enrique Peña Nieto, Renato Sales intentó instaurar lo que se conoce como el “Sistema Rafael”, un programa de espionaje bautizado así por el nombre de la empresa que comercializó la tecnología: Rafael Advanced Defense Systems LTD. Se argumentó que el objetivo era mejorar las capacidades de la Policía Federal y de la extinta PGR (hoy Fiscalía).

Pero en las investigaciones -destacó el periodista- también aparece otro personaje: Alberto Esteva Salinas, quien este año intentó ser el candidato de Morena para competir por la gubernatura de Oaxaca.

Mario Maldonado señaló que Esteva Salinas es el operador de confianza de Layda Sansores.

“Ambos fueron diputados federales y luego Esteva se convirtió en director general de Administración cuando Sansores fue alcaldesa de Álvaro Obregón. Esteva, quien trae a cuestas investigaciones, era quien realmente operaba la demarcación: los contratos, proveedores y nombramientos. Sansores dividía su vida entre la CDMX, Campeche y Guatemala, con su esposo, Romeo Ruiz, a quien el presidente López Obrador propuso como embajador en el país centroamericano”, reveló Maldonado.

Pero eso no era todo. Esteva también era el encargado de la investigación de sus adversarios, así lo señalan fuentes cercanas a ambos.

“El político oaxaqueño fue subsecretario de Políticas Públicas en la administración de Marcelo Ebrard en la CDMX, luego diputado federal y secretario de Seguridad Pública en Oaxaca, en el gobierno de Gabino Cué”, señaló el comunicador.

Y fue justo en el gobierno de Cué “en donde perfeccionó esos oficios. Se encargó de mandar a construir cárceles, se alió con empresarios y perfeccionó sus habilidades de ‘investigador’”, destacó.

El periodista concluyó su columna asegurando que aunque Sales Heredia tiene las razones y los medios para obtener los audios de Alejandro Moreno, “no se puede descartar que Esteva haya sido partícipe”.

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