Anteriormente destinado al descanso de la clase media de Culiacán, el panteón Jardines del Humaya empezó a convertirse desde finales de la década de los ochenta en un atractivo para los narcotraficantes que buscan llevar la ostentación más allá de la muerte.
Creado en 1969 con el propósito de darles un espacio para el descanso eterno a familiares de empresarios, políticos o figuras públicas; el panteón más famoso de la capital sinaloense tuvo un destino diferente y con el tiempo se volvió un sitio de interés para los turistas porque ahí se empezaron acumular los mausoleos de narcotraficantes famosos.
De un tiempo para acá el panteón ubicado en la calzada Heroico Colegio Militar, en la colonia Miguel de la Madrid, comenzó a llamar la atención por una serie de tumbas muy amplias, ostentosas, elaboradas de cantera, mármol y con acabados finos. Hay construcciones de dos y hasta tres pisos, las cuales cuentan con terraza, luz, aire refrigerado, recámaras, televisión, comedor, sótano, sala y hasta cocineta, además de cámaras de videovigilancia.
Como cabía esperar, la tumba más cara fue financiada por el Cártel de Sinaloa y le pertenece a Arturo Guzmán Loera, alias “El Pollo”, el hermano de Joaquín “El Chapo” Guzmán que fue asesinado a tiros en el penal de máxima seguridad de La Palma. De acuerdo con la Procuraduría de Justicia del Estado de México, al “Pollo” lo asesinaron aproximadamente a las 19:00 horas del 31 de diciembre de 2004 en el área de locutorios del penal.
La construcción de su tumba costó aproximadamente USD 1 millón 200 mil. Sus familiares le dejaron en su altar una colección de carros a escala, entre ellos varios Volkswagen de distintos tamaños, sombreros, una gorra con la leyenda “I love papá” y un cuadro con un collage de su familia.
El complejo entero cuenta aire acondicionado, baños, vigilancia, habitaciones múltiples y está compuesto por cinco edificios, cada uno destinado para uno de los miembros de la familia Guzmán Loera.
El segundo mausoleo más costoso que hay en el Panteón Jardines de Humaya es el de Arturo Beltrán Leyva, “El Barbas”, abatido durante un enfrentamiento contra elementos de la Marina en diciembre de 2009 en Morelos. La construcción para su reposo tiene un valor estimado de USD 650 mil y cuenta con wifi, televisión satelital, varias habitaciones y una cocina.
“El Barbas”, “La Muerte” o “El botas blancas” fue abatido el miércoles 16 de diciembre de 2009 durante un enfrentamiento con la Marina mexicana en una zona de lujo en el municipio de Cuernavaca, Morelos. Las imágenes de lo sucedido circularon rápidamente en internet y medios de comunicación, en las cuales se pudo ver el cadáver del narcotraficante cubierto de billetes de alta denominación.
Posiblemente la tercer tumba más cara sea la de Inés Calderón Quintero, un célebre narcotraficante que operó en Sinaloa en la década de los 70 y 80. Su tumba costó aproximadamente USD 550 mil y cuenta con acabados de lujos, un domo y personal de seguridad.
La tumba de Amado Carrillo Fuentes, El Señor de los Cielos, cuenta con una capilla con capacidad de 50 personas en la que se realizan servicios religiosos y el precio de este mausoleo ha sido calculado en USD 490 mil. El poderoso y temido líder del Cártel de Juárez reposa junto a su hijo César Carrillo Leyva, alias Cesarín, ejecutado en agosto del 2020.
Ahí también está la tumba que Héctor Luis Palma, mejor conocido como El Güero Palma, le mandó construir a su esposa e hijos fallecidos, con un valor de hasta USD 420 mil dólares. Cuenta con sala, comedor, internet y una suite nupcial.
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