El enfrentamiento del pasado14 de junio entre policías ministeriales y presuntos sicarios en Texcaltitlán, Estado de México (Edomex), derivó de un operativo federal para capturar a un miembro de la Familia Michoacana.

De acuerdo a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), el sujeto estaría relacionado con la emboscada y matanza de 13 policías del Edomex en Coatepec de Harinas, ocurrido el pasado 18 de marzo del 2021.

Esto, luego de encontrarse un arma corta que pertenecía a uno de los elementos fallecidos durante un operativo que el personal de la Fiscalía General de Justicia mexiquense (FGJEDOMEX). Según el informe, dicho artículo fue sustraído por los agresores el día de los hechos.

De esa manera, Ricardo Mejía, Subsecretario de la SSPC, confirmó que fueron integrantes de la Familia Michoacana quienes sostuvieron la balacera con elementos estatales del 14 de junio pasado - la cual dejó un saldo de 3 elementos heridos, 11 sicarios abatidos y 10 detenidos.

El pasado 18 de marzo del 2021, autoridades del Edomex confirmaron el asesinato de 13 agentes tras una emboscada por presuntos integrantes de La Familia Michoacana, quienes interceptaron un convoy de policías de Coatepec de Harinas.

Tras el suceso, la FGJEDOMEX abrió una carpeta de investigación, cuyas líneas apuntaban que la masacre fue orquestada por líderes del grupo criminal, siendo uno de ellos Jonatán Hurtado Olascoaga, El Pez.

Esto, derivado de la ficha de búsqueda en su contra que la entonces Procuraduría General de Justicia (PGJ) había emitido hace más de 10 años. De ahí que se convirtió en uno de los sicarios más buscados de la entidad junto a su hermano, José Alfredo Hurtado Olascoaga, El Fresa.

Actualmente, se sabe que ambos capos operan la organización en el sur del Edomex, junto a Silverio Martínez Hernández, El Fierros, el cual ha dejado una gran mancha de sangre en el territorio de la entidad tal y como (también) sucedió con el ataque a instalaciones de la Fiscalía en Sultepec.

La Familia Michoacana fue uno de los cárteles más prominentes en el país en 2006. De hecho, la estrategia de seguridad lanzada aquel año por el ex presidente comenzó tras una muestra de poder de este grupo criminal.

Sin embargo, con el paso de los años y la intensa batalla con las fuerzas federales y locales, la organización criminal se fue debilitando y al fracturarse surgió el Cártel de los Caballeros Templarios, que fue calificado como todavía más sanguinario y cruel que sus antecesores.

Pero en los últimos meses, el grupo recobró cierta fuerza en puntos específicos de Michoacán, donde se han enfrentado en una dura batalla con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), la organización que ha tomado el protagonismo en el país y es considerado uno de los grupos delictivos más poderosos del continente.

Y es que la lucha encarnizada tiene un claro objetivo: controlar Michoacán, una de las principales plazas para el trasiego de drogas en el país. Esta es una de las entidades consideradas como de las principales exportadoras de metanfetamina a Estados Unidos, potenciada por tener el puerto Lázaro Cárdenas, uno de los mayores de Latinoamérica, donde entonces dominaba el cártel llamado “La Familia Michoacana”.

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