El presidente Andrés Manuel López Obrador presumió que el dominio del Cártel de Sinaloa en sus bastiones históricos permite mantener bajos índices en asesinatos, contrario a estados donde más células se disputan el territorio, pero esas disminuciones derivan de la llamada pax narca.
“Hay lugares en donde predomina una banda fuerte y no hay enfrentamientos entre grupos y por eso no hay homicidios”, argumentó el mandatario en su conferencia al poner como ejemplos los casos de Sinaloa y Durango.
Sin embargo, analistas consultados previamente por Infobae México han señalado que el Cártel de Sinaloa apela a la pax narca en sus dominios, debido a que el grupo criminal pretende ofrecer garantías de protección a la ciudadanía a cambio de no ser delatados.
Además de verse como guardias y necesitar la correspondencia de los pobladores, sustituyen a las autoridades en ciertas regiones. De ahí que evitan extraer rentas locales del cobro de piso, extorsión o secuestros, pues su principal sustento es el tráfico internacional de drogas.
No solo impiden la irrupción de rivales por su poderío en capacidad de armamento y sicarios, sino que llegan a controlar actividades ilícitas menores, siempre que no interfieran con su negocio. Pueden permitir el narcomenudeo al mismo tiempo que están contra del robo de autos, tal como acostumbran en Culiacán.
En la capital donde domina el Cártel de Sinaloa, según han contado pobladores a Infobae México, está prohibido el robo de vehículos sin mayores venias o autorizaciones. Cuando los ladrones son ubicados, se les advierte que no lo vuelvan a hacer, pero si incurren, son ejecutados y a un lado del cadáver dejan un auto de juguete.
López Obrador omitió responder cuando se le planteó que los bajos índices de asesinatos podrían derivar de una paz pactada. Pero especialistas en temas de seguridad han señalado a este medio que el Cártel de Sinaloa no quiere atraer la atención del gobierno y justificar presencia de fuerzas de seguridad. De ahí que buscan mantener todo en orden.
Pues a menudo, el Ejército, la policía o la Marina intervienen con operativos al ver focos de violencia. Además, los sinaloenses procuran evitar disputas internas, pues la guerra no es conveniente a sus intereses en su principal bastión y eso conllevaría el arribo de agentes con el envío de tropas que justifiquen atender la inseguridad.
De enero hasta el mes de abril de este año, el presidente destacó que Sinaloa ha registrado solamente 151 asesinatos y en Durango, han sido apenas 40 homicidios dolosos, ubicados en el lugar 21 y 28 respectivamente, de las 32 entidades del país. Mientras que la Ciudad de México se ubica a la mitad de la lista con 226 víctimas de este delito.
“¿Dónde está Sinaloa? Miren, la media pues debe de estar por acá. Hay otras, a ver si… Ese es de enero a abril, eso es lo que les estoy planteando. Pero voy a poner otro ejemplo, Durango”, precisó el presidente.
No es la primera vez que López Obrador exalta a Sinaloa. El 13 de marzo del año pasado, por ejemplo, dijo que la entidad debía ser reconocida, porque se mantenía sin tantos episodios violentos como en Jalisco, Guanajuato, Michoacán, Zacatecas y Sonora.
“No tenemos los problemas lamentables, graves de violencia sobre todo de homicidios, como está sucediendo en otros estados y esto hay que subrayarlo, porque a veces se tiene la imagen de que hay mucha inseguridad en Sinaloa y esto no corresponde a la realidad”.
En su conferencia de este 15 de junio, el mandatario volvió a explicar que el 49% de los 4,850 asesinatos cometidos en el país hasta el mes de abril se concentra en seis estados: Michoacán (1,000), Guanajuato (993), Estado de México (830), Baja California (805), Jalisco (642) y Sonora (580).
La mayor parte de los homicidios, 75 por ciento, tiene que ver con enfrentamientos entre grupos de las bandas
“¿Qué pasa aquí? Aquí no hay un solo grupo, aquí son como 10 distintos, entonces los enfrentamientos aquí entre las bandas son mayores, para ir entendiendo el fenómeno”, indicó sobre el caso de Michoacán.
Sinaloa ha sido cuna del narcotráfico en México cuando menos en el último medio siglo. De ahí han provenido los capos más poderosos. En esas montañas se sintetizan fentanilo y metanfetaminas en narcolaboratorios. Tan sólo del 3 al 14 de junio recientes, el Ejército desmanteló 50 centros de producción de drogas en municipios como Badiraguato, Cosalá, Elota y Culiacán.
Mientras que en Durango se han asentado grupos como los Cabrera. En la sierra que conforma el Triángulo Dorado como Tamazula hay sembradíos de marihuana y amapola. Se trata del segundo bastión que es protegido con bloqueos en Zacatecas, donde asedia el Cártel Jalisco Nueva Generación.
El territorio duranguense está asociado a las operaciones de Ismael Zambada García, el Mayo, pero también es identificado como la zona donde se escondía Joaquín Guzmán Loera, el Chapo, después de su primer escape del penal de Puente Grande, Jalisco, en el año 2001, y a donde el capo conoció a su tercera esposa, Emma Coronel Aispuro.
En Sinaloa se vive una pax narca, sin embargo, eso no significa que la violencia esté erradicada, pues puede hacerse presente en cualquier momento. Sobre esas calles patrullan convoyes de sicarios armados en camionetas de lujo. Como se documentó recientemente en Guasave, donde desfilaron decenas de unidades blindadas.
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