Alejandro Moreno, el dirigente nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), fue víctima de una serie de audios filtrados y presuntamente grabados en la ilegalidad, donde se le ha podido vincular con presuntos actos de corrupción, además de supuestas amenazas violentas en contra de la prensa mexicana.
A pesar de que fue blindado por sus propios diputados y senadores, los partidos de la coalición Va Por México (PAN y PRD) no parecen estar muy contentos, pues por diversos flancos han podido verse jugadas que buscan debilitar su liderazgo al frente del partido.
Por ello, diversos ex políticos, ex funcionarios, analistas, periodistas y parte de la ciudadanía, entre otros, han considerado que una de las opciones podría ser retirarlo de la dirigencia del partido, mientras otros llaman a la separación de su coalición.
Incluso dentro de su mismo partido se ha dado la iniciativa de removerlo, luego de que algunos exdirigentes del instituto político solicitaron una reunión con el objetivo de darle atención inmediata a la crisis que los llevó a perder dos estados en las últimas elecciones intermedias.
Por su parte, el periodista Raymundo Riva Palacio consideró en su más reciente columna para Ejecentral que se trata de una pequeña parte de la maquinaria que prepara el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) con el objetivo de continuar con los planes políticos de la Cuarta Transformación, mismos que incluyen la victoria por el Estado de México y la Ciudad de México, así como la presidencia de la República en los años 2023 y 2024.
La estrategia, consideró el periodista, ya vio sus primeros resultados al dividir a la coalición Va Por México rumbo a las elecciones de 2023 en el Edomex. El PAN ya considera ir solo con el líder panista Enrique Vargas, puesto que Alfredo del Mazo, actual gobernador, exige que sea un priista quien dé continuidad a la hegemonía.
Sin embargo, las preferencias continúan siendo para Morena, quienes ya dieron el banderazo inicial de su elección, en donde destacan tres “destapados”: Horacio Duarte, Higinio Martínez y la secretaria de Educación Pública, Delfina Gómez.
En este contexto, aseguró Riva Palacio, la destrucción de la imagen pública de “Alito” es importante en la búsqueda de arrancarle votos a la coalición, aunque todavía tiene un as bajo la manga el dirigente nacional.
Explicó el periodista que Alejandro Moreno reconoce que el porcentaje conseguido en las pasadas elecciones federales, y el que podría sumar un gran número para lograr el objetivo de sacar a Morena de Palacio Nacional, es también un arma que va a utilizar si separan al partido de la coalición, pues podría ponerse al servicio de Morena.
Sin embargo, esto podría surtir los efectos contrarios a los que esperan los dirigentes del PRI que se reunieron en fechas recientes para remover a Moreno de su cargo, pues sería el fin definitivo del partido en el escenario electoral de México.
Lamentablemente, argumentó el periodista, para el PRI no hay otra opción que seguir a su dirigente, pues tiene el completo control del Comité Ejecutivo Nacional, “entre quienes repartió puestos legislativos y presupuestos”, por lo que removerlo podría ser tarea imposible.
En esta ecuación, sin embargo, Alito pierde también, de acuerdo con el análisis de Riva Palacio para el diario Ejecentral:
“Moreno se convertiría en su enterrador, a quien no le agradecerían en Palacio Nacional, y seguramente continuarán abriéndole carpetas de investigación”, concluyó.
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