En México había más de 2.2 millones de niños y niñas trabajando en 2019, según la Encuesta de Trabajo Infantil (ENIT), elaborada por e lInstituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI). Sin embargo, actualmente la cifra podría ser mucho mayor debido al impacto del Covid-19.
Los resultados de una encuesta del INEGI revelaron que durante el primer año de la pandemia, en 2020, más de un 1 millón 500 mil alumnos dejaron la escuela directamente a causa del virus. Además, 309 mil estudiantes desertaron porque tenían que trabajar y 529 mil por falta de dinero, lo cual podría estar relacionado con la crisis económica desatada por la pandemia.
Es decir, que más de 800 mil infantes entraron en una situación riesgosa, según explicó Nashieli Ramírez Hernández, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHCM). En ese sentido, expuso: “De la plantilla escolar que teníamos pre Covid, alrededor de 15% están en riesgo o están ya en una situación de explotación laboral infantil”. Esto durante un diálogo organizado por la CDHCM.
El Departamento del Trabajo de Estados Unidos calcula que la cantidad de niñas y niños trabajadores podría aumentar 5.5% este 2022, a causa del SARS-COV-2. Mientras que, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), estima que a finales de este año 8.8 millones de infantes podrían estar en situación de trabajo infantil a nivel internacional, por la misma razón.
Cuál es la situación en el campo
La situación se da en un país donde miles de menores trabajan en el campo con tractores y machetes, recogiendo frutas y verduras, dedicándose a la pisca. Todas ellas actividades riesgosas, en las cuales se calcula que participan 29.2% del total de niños que trabajan en la República Mexicana.
Ramírez expresó que esto es alarmante, debido a que a un niño se le asignan las mismas actividades jornaleras que a un adulto. En ocasiones, incluso la carga de trabajo es mayor, pues son explotadas las cualidades propias de la niñez como las manos pequeñas para no maltratar frutos como la fresa o su baja estatura para recoger más rápido productos como el ejote o el jitomate.
Además, a los estragos por la emergencia sanitaria se suman otros factores como la Reforma a la Ley Federal del Trabajo. En palabras de la titular de la CDHCM, lo que se hizo fue: “Quitar del listado de trabajo infantil peligroso el trabajo agrícola”.
Cuál es la situación en la ciudad
En las zonas urbanas, los niños también corren riesgo. Tan solo en la Ciudad de México (CDMX), aunque no es una de las localidades con mayor índice de trabajo infantil, hasta el 2019 la ENIT contabilizaba más de 50 mil menores trabajando.
En la zona metropolitana es común ver a niños dedicados al comercio en la vía pública o en estaciones de medios de transporte como el Sistema de Transporte Colectivo (STC). Según cifras presentadas en el diálogo de la CDHCM, hace aproximadamente dos años, había mil 553 infantes y adolescentes trabajando en las calles, así como 752 en el Metro.
En esa ocasión se había logrado sacar de esa situación a mil 423 de ellos. Sin embargo, el porcentaje de trabajo infantil pudo crecer con la pandemia.
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