Nuevamente, el gobierno mexicano rifará la mansión millonaria de Amado Carrillo Fuentes, el Señor de los Cielos, narco que innovó en el tráfico de cocaína con su flota aérea y se enriqueció al inundar de drogas el mercado negro en Estados Unidos.
Luego de que no hubiera un ganador en septiembre del año pasado, la Lotería Nacional ha puesto en la lista de premios la residencia valuada en USD 4.5 millones (90 millones de pesos mexicanos), pruducto del narcotráfico en el Cártel de Juárez que generaba hasta USD 300 millones cada semana y solo el 1% de esas ganancias eran para sobornos.
La propiedad está ubicada en la Ciudad de México, en la zona más exclusiva de Jardines del Pedregal de San Ángel, en la alcaldía Álvaro Obregón. Cuenta con más de 3 mil metros cuadrados y fue decomisada hace más de 20 años. Es considerado uno de los bienes más valiosos en poder de las autoridades mexicanas a través del Instituto Para Devolver al Pueblo lo Robado.
Al interior hay una piscina techada, nueve habitaciones, tres jacuzzis y saunas. Además, tiene su propio salón de fiestas. La vivienda ya había sido rifada el 15 de septiembre de 2021, pero la Lotería Nacional precisó a Infobae México que esa vez salió ganador el número 287961 y no hubo dueño del boleto.
El próximo 28 de junio, en el Gran Sorteo Especial 260, el premio por esta mansión será garantizado. Esto significa que los llamados Niños gritones cantarán una cifra hasta que sea seleccionado el billete vendido y por fin tenga nuevo dueño lo que una vez fue del Señor de los Cielos. El boleto para la rifa cuesta USD 10.
La casa sigue sorprendiendo por su suntuosidad, pues también cuenta con cuarto de vigilancia con medio baño; cuarto generador de corriente; estacionamiento al aire libre para 20 automóviles y techado para seis vehículos más.
Además, tiene un mini salón con una cava; así como un estudio con librero de madera, nueve habitaciones; y alberca techada con dos baños y vestidor. Igual posee un área para los vigilantes con dos habitaciones, baño completo, cocineta y sala de estar.
En el primer nivel hay una sala de estar, un área de comedor amplio; habitación principal con una sala de estar y un mini estudio, dos vestidores; área de vapor y área de regadera; cocina con tres alacenas; un cuarto de lavado y otro cuarto de servicio con dos habitaciones y baño completo.
Mientras que al exterior, en la parte trasera, la narcomansión fue edificada con un porche con asador; jardín amplio; una casa de juegos para niñas con baño; así como una zona semi techada que cuenta con una sala de estar, barra para la preparación de alimentos y bebidas y otro baño más.
Amado Carrillo Fuentes se consolidó en el narco en México en la década de 1990, luego de la muerte del capo colombiano, Pablo Escobar. Pues el Cártel de Juárez con bastión en Chihuahua se convirtió en el principal proveedor de cocaína en Estados Unidos.
De acuerdo con las investigaciones, el Señor de los Cielos traficó por lo menos con 30 aeronaves, incluidos algunos Boeing 727 que acondicionaba con todo lo necesario para el transporte. Para hacer más espacio, quitaban los asientos de pasajeros.
En las acusaciones de 2019 contra su hermano Vicente, el Viceroy, los fiscales de la Corte del Distrito Este de Nueva York relatan que antes de su muerte, el jefe del Cártel de Juárez trasladó una vasta cantidad de cocaína por el corredor del Paso, Texas, en la frontera con Chihuahua. Pero luego de perecer el mando quedó a cargo de sus familiares.
El gobierno de Estados Unidos estimó en 1994 que el Cártel de Juárez manejaba 60% de la cocaína colombiana que llegaba a ese país por México y sus principales aliados fueron el Cártel del Norte del Valle.
A diferencia de Pablo Escobar, Carrillo Fuentes se mantenía en perfil bajo y eso llevó a que dominara el negocio. El capo mexicano pudo corromper a varias autoridades, pero una de sus coptaciones más notables, fue incluir en su nómina a José de Jesús Gutiérrez Rebollo.
Se trataba de un General de división del Ejército Mexicano que tenía fama de inquebrantable y hasta lo condecoraron por hacerle frente a la lucha contra la droga en México.
El Señor de los Cielos se ganó el apodo, no solo por su flota para el narcotráfico, sino porque sabía cómo hacer para que radares de la policía u otros aviones no lograran rastrearlo.
En 1997 llegó a la clínica Santa Mónica, una de las más exclusivas de la zona de Polanco, al poniente de la Ciudad de México, para realizarse una cirugía plástica en el rostro, para no ser reconocido. Sin embargo, en plena cirugía, Carrillo Fuentes murió, debido a la presencia residual de agentes farmacológicos de tipo anestésico a los que era alérgico.
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