La ola de violencia en San Luis Potosí ha dejado un evento de terror con el hallazgo de al menos siete cadáveres en el municipio de Aquismón, en los límites con el estado de Querétaro e Hidalgo.
De acuerdo con reportes preliminares, se trata de personas adultas que fueron localizadas en la comunidad El Jabalí y se presume que las víctimas fueron ejecutadas en otro lugar distinto al punto donde se encontraban abandonadas.
De acuerdo con la Fiscalía de San Luis Potosí, se ha dado aviso a las autoridades de los estados colindantes a la región de la Huasteca, para determinar posibles indicios como denuncias de desaparición.
Las primeras indagatorias apuntan a la posibilidad de que no se trata de habitantes de la zona, y por ello se mantendrá comunicación al respecto con entidades vecinas
Los cuerpos fueron trasladados al Servicio Médico Legista para practicarles la necropsia de ley y determinar las causas de los fallecimientos.
La Policía de Investigación (PDI) efectúa las labores necesarias para recabar información que apoye al esclarecimiento de estos decesos y dar con quien o quienes resulten partícipes de lo acontecido
Las autoridades no han determinado el sexo, edad o visibles impactos por arma de fuego. Aunque las causas podrían deberse a diversas circunstancias, casos como estos se han destacado por venganzas de cárteles del narcotráfico que se disputan el territorio.
Hasta ahora, no habían destacado reportes similares en San Luis Potosí, como sucede recurrentemente en Guanajuato, Zacatecas o Michoacán, considerados focos rojos por las pugnas de grupos criminales.
Apenas el pasado 28 de mayo, la Secretaría de Seguridad Pública del estado reportó haber abatido a cuatro presuntos integrantes del Cártel del Golfo, en dos acciones distintas y luego de una persecución al convoy del grupo armado en San Vicente Tancuayalab.
Ese municipio se localiza a dos horas de Aquismón, donde la fiscalía local informó del hallazgo de los cadáveres. Se trata de la región en que colindan Ciudad Valles, Tanquián de Escobedo y Tamuín, donde se han confirmado episodios de violencia relacionados con facciones delictivas con asedios constantes en el último año.
Durante la refriega de hace dos semanas, las autoridades informaron que interceptaron tres camionetas tipo pick up con civiles armados, quienes llegaron hasta un puesto de control a las entradas de San Vicente Tancuayalab.
Los supuestos sicarios llegaron realizando disparos y con palabras altisonantes dirigidas a la autoridad en abierto desafío durante su desfile, pues gritaban que eran miembros del grupo ligado al narcotráfico. En ese momento se desató el intercambio de fuego y comenzó la persecución.
Mientras unos lograron escapar, otros se mantuvieron para cubrir la huida hacia Veracruz. En la balacera resultaron tres abatidos. Horas más tarde, ese mismo día, la misma corporación abatió a un cuarto miembro del Cártel del Golfo que se presume, participó en el enfrentamiento de la madrugada.
Esta persona fue localizada en un aparente paraje boscoso, también, tras ser perseguido por los oficiales. El cuerpo del supuesto sicario quedó al interior de una camioneta en el rumbo que va hacia el Higo, Veracruz, vestido con equipo táctico militar.
La ubicación geográfica y conectividad de San Luis Potosí han convertido al estado en una ruta asediada por el narcotráfico, ya que es el recorrido obligado de otras entidades como Nuevo León, Tamaulipas, Veracruz, Hidalgo, Querétaro, Guanajuato y Zacatecas.
El estado cuenta con mil 320 kilómetros de carreteras federales que se distribuyen hacia el norte y este del país, por ello, grupos delictivos concentran sus operaciones para el robo a transportistas, tráfico de drogas y migrantes.
Municipios de la zona sur del estado como San Vicente Tancuayalab, Ciudad Valles, Tamasopo, Tamazunchale o Tanquián de Escobedo están bajo disputa del Cártel del Golfo contra facciones locales como el Cártel San Luis Potosí Nueva Generación, de acuerdo con reportes de la Secretaría de Marina Armada de México.
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