“Es un caso que no debe quedar en el olvido”, afirmaron integrantes de diversas organizaciones civiles sobre la muerte de Ángel Manuel Moreno en el Albergue Fabriles de Nuevo León registrada el pasado 9 de febrero.
Cuatro meses después, el deceso del menor de 14 años aún no ha sido esclarecido por parte de las autoridades, pues sin familia que exija justicia -más que una hermana menor que aún sigue bajo el resguardo del Desarrollo Integral de la Familia (DIF)-, la información sobre este suceso no ha sido suficiente y no han habido mayores avances.
Y es que desde un inicio, surgieron múltiples dudas e interrogantes sobre la causa de su fallecimiento. De acuerdo con la información oficial, Ángel Manuel murió por causas naturales, pero se han registrado diversas denuncias anónimas que señalan que el menor pudo haber fallecido por lesiones contra su persona en el Albergue Fabriles.
Es por ello que incluso se ha realizado una petición en la plataforma Change.org para exigir justicia sobre este caso desde el 20 de febrero. Hasta el momento, se han recaudado más de 13,890 firmas que piden el esclarecimiento de los hechos ocurridos.
Así lo dio a conocer Daniela Schmilll, directora de campañas en Chane.org México, quien al igual que otros integrantes de ONGs participó en la conferencia virtual de este jueves 9 de junio organizada por la organización Red por los Derechos de la Infancia México (REDIM).
“Esas firmas son personas que exigen transparencia e investigación por el caso de Ángel. No solamente son firmas, sino que son personas que buscan el esclarecimiento de estos hechos”
Ángel Manuel nació en 2007. A la edad de cuatro años, su madre -de origen americano- ingresó a él y a su hermana de nombre Elsa Yadira Moreno en el Centro Capullos. Ambos estaban listos para ser adoptados, hasta lo sucedido el 28 de noviembre de 2021.
Ese día se registraron unos disturbios al interior de las instalaciones del Centro, en los que participaron al menos cuatro menores, entre ellos, el adolescente de 14 años. Tras los destrozos de ventanas, puertas, vidrios e inmobiliario, Ángel fue trasladado en diciembre de ese mismo año al Albergue Fabriles, ubicado en la calle Fabriles y Luis G. Urbina, colonia Nuevo Madero, lugar donde se reportó su muerte.
Según las autoridades, Manuel Moreno falleció tras supuestamente presentar malestares estomacales, específicamente un “choque séptico de abdomen agudo”, además de sufrir crisis epilépticas, discapacidad intelectual y trastorno depresivo persistente.
A pesar de ello, a Ángel no se le realizó una autopsia, sino que su cuerpo fue cremado dentro de las 48 horas posteriores a su muerte por autorización de su tutor legal, Mauricio Miguel Massa García, cuestión que aún no ha sido esclarecida.
Al respecto, Juan Martín Pérez García, coordinador del proyecto Tejiendo Redes Infancia en América Latina y el Caribe, señaló en la conferencia de este jueves que al menos son cuatro incógnitas que aún no se resuelven en este caso: si Ángel recibió lesiones durante su estancia en el DIF de Nuevo León; el motivo por la cremación de su cuerpo; si su traslado fue notificado a las autoridades correspondientes y el silencio por parte del DIF y el gobernador Samuel García.
“Todos estos son hechos irregulares que requiere investigación y sanciones administrativas y posiblemente penales a los funcionarios. Nos preocupa extremadamente que el caso se esté cuidando para proteger la imagen institucional del DIF, de la señora Mariana o del señor gobernador”
Cabe recordar que Mariana Rodríguez, esposa de Samuel García, se entrevistó en su momento con los cuatro menores que participaron en los disturbios del Centro Capullos. En un video compartido en sus redes sociales, la primera dama de Nuevo León advirtió que, por muy difícil que haya sido la situación que han vivido, “para mí es muy importante que ellos entiendan que sus actos van a tener consecuencias”, aseveró.
De igual manera, se destacó que la muerte de Ángel Manuel Moreno no es un caso aislado, pues se recordó las acciones de Mariana Rodríguez sobre el uso de los menores de edad bajo el resguardo del DIF estatal con fines políticos, como sacarse fotos con ellos para difundirlas en sus redes sociales o incluso “adoptar” por un fin de semana a uno de los infantes.
Por su parte, el coordinador del equipo médico de Livinghope Weelchair Association, Alejandro Rodríguez, expresó que el caso de Ángel le llamó especialmente la atención porque el menor presentaba ciertas discapacidades que requieren una investigación exhaustiva para determinar si se vulneraron sus derechos.
Por ello, se concluyó que los niños y niñas que siguen bajo el resguardo del DIF Capullos o del Albergue Fabriles se encuentran en condiciones de riesgo en tanto no se esclarezca la muerte de Ángel Manuel, haya transparencia y se haga justicia.
SEGUIR LEYENDO: