Alejandro Moreno Cárdenas, dirigente nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI) se reunió este miércoles, en la sede nacional del partido, con los dirigentes estatales del Estado de México, Eric Sevilla, y el de Coahuila, Rodrigo Fuentes, para definir la ruta que seguirán en las elecciones de 2023, en las que buscarán retener ambas gubernaturas.
Aunque el dirigente partidista, Roberto Madrazo Pintado y algunas sectores internos del tricolor, como el Frente Nacional “Democracia y Justicia Social”, exigieron la “renovación inmediata” del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), a cargo de Alito y de Carolina Viggiano debido a los pésimos resultados electorales, en los que han perdido nueve gobiernos estatales, el campechano ya se prepara para liderar al priismo en la contienda del siguiente año.
Moreno Cárdenas, que en estos días atraviesa una nueva crisis a causa del reportaje de Mexicanos Contra la Corrupción en que da cuenta de una presunta red para triangular recursos y comprar propiedades a precios muy bajos, ha tratado de minimizar los daños que dejó en su partido la jornada electoral del pasado 5 de junio, día en que el priismo perdió cuatro estados y pudo mantener apenas uno, aunque en alianza con el PAN y el PRD.
El día 6 de junio se reunió con los miembros del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, para analizar los resultados de las elecciones y dar inicio a las acciones rumbo al 2023.
El político campechano busca conducir al tricolor en la carrera del año próximo, con la intención de mantener los gobiernos de Coahuila y el Estado de México, donde este último significa la entidad con el mayor número de electores a nivel nacional, razón por la cual se convertirá en un objetivo clave para los partidos políticos en la antesala de la sucesión presidencial en 2024.
Es necesario destacar que en el Estado de México y en Coahuila, el tricolor no ha perdido ninguna elección desde 1929, sin embargo, es preciso destacar que apenas el domingo pasado sufrió un descalabro en Hidalgo, donde también había tenido la hegemonía durante casi un siglo.
De acuerdo con la lectura del exgobernador de Campeche, el más reciente resultado apunta que el PRI, en alianza con el PAN y PRD, tiene posibilidades de competir por la presidencia de la República en la siguiente elección, y el propio Alito Moreno, hasta hace unas semanas, se consideraba un eventual candidato de Va por México.
Pese a la rebelión al interior del PRI en la que se demanda su salida como dirigente nacional, Moreno insiste en llevar la conducción en los nuevos procesos y ya inició reuniones con los dirigentes estatales para “revisar los temas de nuestro partido en Coahuila y definir rutas de acción en favor de la militancia”.
Dejan en evidencia malos resultados de Alito
Mediante un desplegado, el Movimiento Líder, la Plataforma PRI y Alianza Generacional, aglutinados en el Frente Nacional; convocaron a los dirigentes históricos, líderes actuales e incluso excandidatos, a que se sumen para definir el nuevo rumbo del partido y evitar que siga dominado por interés particulares.
En el texto, reconocen que el PRI se encuentra en una profunda crisis, y como prueba son “los fracasos electorales de 2021 y 2022, en las que sólo se ganó una de las 20 gubernaturas que se eligieron y se perdieron 10 estados que ya gobernaban.
Aseguraron que los comicios electorales son una muestra de que el PRI no ha sido capaz de recuperar la confianza de la sociedad ni de construir una propuesta atractiva para el electorado.
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