Por quinta ocasión en 2022, la Zona del Valle de México (ZVM) entró en Fase I de la contingencia ambiental por altas concentraciones de ozono desde la noche del pasado 7 de junio.
Como medida de prevención, la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMegalópolis) emitió el decreto oficial, en cuyas medidas resalta la restricción en la movilidad de los vehículos que se estipulen en el programa doble Hoy No Circula.
Es pertinente señalar que esta medida es implementada cuando los niveles contaminantes se encuentran en estado crítico, de ahí que la prohibición afecta incluso a las unidades nuevas o con pocas emisiones (comúnmente merecedoras del holograma 0 o 00, el más flexible para la circulación).
Por esa razón, el extitular de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STPS) de 2006 a 2012, Javier Lozano, se pronunció en contra de la instrucción tachándola de “una soberana estupidez” al señalar que gran parte de los contaminantes no provienen de la ciudadania.
“Soberana estupidez prohibir la circulación de automóviles (incluso nuevos) cuando la causa de esta p*nche contaminación está en otro lado. Son una punta de ineptos e insensibles”.
El ozono es una de las formas químicas en las que el oxígeno se encuentra en la naturaleza. Se trata de una molécula que se vuelve inestable cuando se encuentra en grandes concentraciones.
Según el Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED) esta sustancia proviene esencialmente de vehículos emisores de combustibles fósiles, fugas de gas LP y gas natura, las industrias y las estaciones de gasolinas.
En razón de ello, la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México (CDMX), Claudia Sheinbaum, instó a la ciudadania capitalina a evitar actividades al aire libre para evitar repercusiones en la salud; esto, tras la primera declaración, el 7 de junio pasado.
Pero este pronunciamiento también mereció de una ácida respuesta de Lozano, pues además de reclamar la injusta prohibición, también apuntó a una hipocresía del Gobierno Federal al emitir la declaración de emergencia, mientras se permitiría “la operación y contaminación” de la termoeléctrica de Tula: “Es una enorme estupidez”, arremetió.
“Son una punta de irresponsables, insensibles e ineptos. Ya se largarán en 2024″.
Cabe señalar que esta no sería la primera ocasión que personalidades opositoras responsabilizan a dicha termoeléctrica del daño ambiental: así lo habría hecho Ricardo Anaya, ex candidato presidencial, el 9 de mayo pasado.
A través de un video en su cuenta de Twitter, el militante de Acción Nacional (PAN) explicó que dichos contaminantes arriban a la ZVM debido a los vientos dominantes circulantes de norte a sur. Sin embargo, destacó la insistencia del Federal de abogar por los combustóleos también incide en las afectaciones.
“El problema es que gente como (Manuel) Bartlett y (Andrés Manuel) López Obrador viven atrapados en el pasado (...) son ideas viejas (...) A ellos les parece muy bien que la (Comisión Federal de Electricidad) CFE los queme para genera electricidad”, planteó.
Y es que según documentos internos de la estatal CFE, propietaria y operadora de la planta, la termoeléctrica violó el límite legal de azufre en el combustóleo que quemó entre 2016 y 2019,
El contenido de azufre durante cada uno de esos cuatro años-detallado en informes anuales de operaciones de la planta- fue de al menos 3.9%, casi el doble del límite del 2% fijado por la Comisión Reguladora de Energía (CRE) para seis corredores industriales, incluyendo la zona de Tula.
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