El presidente nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Alejandro Alito Moreno, aseguró que si el aún gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, así como el de Hidalgo, Omar Fayad, deciden aceptar algún cargo en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), serían expulsados del partido tricolor.
En entrevista con Milenio, Moreno Cárdenas aseveró que se trata de una decisión del partido.
“Primero no tengo conocimiento que haya recibido órdenes, no es una decisión mía, sino del ente colegiado del partido”, aseveró Alejandro Moreno.
“Nosotros seguimos en nuestra estrategia de trabajar en la Alianza Va por México, estamos concentrados en impulsar y fortalecer la competencia, ser una alternativa, algo que quedó claro en esta elección”, dijo.
Durante su conferencia mañanera del lunes 6 de junio, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) fue cuestionado sobre si tiene planes para los gobernadores salientes de Oaxaca e Hidalgo, pero el mandatario se negó a contestar de manera concreta.
López Obrador aseguró que tanto Alejandro Murat como Omar Fayad, tienen mucha experiencia, por lo que podrían representar a México en otros países o “ayudar aquí”.
“Tienen experiencia, pueden representar a México en otros países, pueden ayudar aquí”, afirmó.
Al ser cuestionado si si los integraría a su gabinete, el mandatario aseveró que en este gobierno no hay cargos, sino “encargos”.
“A un encargo importante, porque aquí no hay cargos, son encargos, o cargo con encargo. Se enojan mucho los expertos cuando hablan de estos temas, la idea es sacar adelante el proyecto, la transformación”, refirió AMLO.
Sobre los resultados de la elección del pasado domingo 5 de junio, Alejandro Moreno insistió en que Morena fue el gran perdedor, tras asegurar que ganarían las seis entidades, pero la alianza ganó dos estados, pero -advirtió- lucharán por Tamaulipas, entidad en la que la diferencia entre el candidato de Morena, Américo Villarreal y el PAN, César Verástegui, del PAN, es muy cerrada, por lo que Alito consideró que hay una situación favorable para el PRI y la alianza.
¿La muerte del PRI?
Cabe destacar que desde que Alejandro Moreno es el presidente nacional del PRI, el partido tricolor ha perdido nueve gubernaturas, por lo que su dirigencia podría pasar a la historia como uno de los más perdedoras en la historia del partido que se fundó en 1929.
Luego de la jornada electoral del pasado 5 de junio en la que perdió Oaxaca e Hidalgo (éste último uno de los bastiones principales del PRI), el Revolucionario Institucional solo gobierna Coahuila y el Estado de México, entidad que también está considerado como priista y que en los últimos años ha sido controlada por el llamado Grupo Atlacomulco, del cual han emanado el expresidente Enrique Peña Nieto y el actual gobernador, Alfredo del Mazo.
Hasta el momento, el tricolor ha mostrado su respaldo a Alito Moreno, pese a que con menos derrotas, el exgobernador de Sonora, Manlio Fabio Beltrones, renunció a la dirigencia nacional en 2016, luego de que el partido perdió 7 de 12 gubernaturas que se jugaron durante el proceso electoral en 2015.
En aquella ocasión, el exsenador de la República dio a conocer la noticia mediante una conferencia de prensa, en donde aseveró que le “tocaba hacer una pausa necesaria”, pues consideró el descalabro como histórico, ya que había perdido bastiones como Quintana Roo, Veracruz y Tamaulipas.
Por si fuera poco, las últimas semanas, Alejandro Moreno se ha visto envuelto en un importante escándalo a raíz de la publicación de varios audios a manos de la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, con quien Moreno Cárdenas mantiene una importante pugna política desde hace años.
Alito aseguró que los audios son una campaña de odio por parte del gobierno, con la intención de dañar a la coalición Va por México, a unos días de que se realizaran las elecciones a gobernador del 5 de junio.
Incluso aseveró que todo se trataba de una venganza del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, luego de que el PRI votó en contra de la reforma eléctrica impulsada por el mandatario federal, luego de que diera a conocer una llamada telefónica que sostuvo con el senador del Partido Verde Ecologista, Manuel Velasco, quien le habría advertido que el gobierno federal se “iría con todo” en represalia porque el tricolor votó en contra de la reforma constitucional.
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