La laguna de Bacalar finalmente está mostrando los daños irreversibles que el impacto de la huella humana ha dejado en sus aguas. Los mágicos colores de esta paradisiaca laguna en el Caribe de México están desapareciendo. Y en estos días se ha observado un tono café sucio, que pinta hasta las aguas de la zona más turística de la zona. Principalmente fue por las fuertes lluvias que azotaron el Estado de Quintana Roo.
Cabe mencionar que las aguas de la laguna ya padecen de contaminación, inseguridad y de sargazo. Por tal motivo, las tormentas solo empeoraron un poco más esta situación.
La información fue dada este sábado por David Martínez, miembro de Guardianes de la Laguna, una organización que nació cuando azotó al Caribe la tormenta Cristóbal en el año de 2020, el principal objetivo de su fundación es para defender el medioambiente en Bacalar.
“Lo malo es que ahora no está la barrera de manglar que nos ayudó hace dos años, porque Cristobal acabó con unos 30 kilómetros de manglar. La vez pasada la justificación fue que las lluvias fueron atípicas, pero esta vez es una lluvia ‘normal’, ni siquiera es por tormenta o huracán. Y ya vemos la laguna así de café. Imagina lo que nos espera”, comentó Martínez.
Desafortunadamente esta no es la primera vez que ocurre algo así en la Laguna de los Siete Colores, ya que uno de los desastres naturales que más la dañaron, ocurrió en junio de 2020 con la tormenta Cristobal. Las poderosas precipitaciones cayeron principalmente en Campeche y las corrientes arrastraron además de esas aguas pluviales, también tierra suelta producto de la deforestación, materia orgánica, basura, agroquímicos y sustancias tóxicas.
Desde entonces, la apariencia con las tonalidades turquesa que la caracterizaban siguen sin ser recuperadas del todo.
Los primeros afectados en este caso son la flora y fauna. Como los caracoles chivita y los microbialitos, habitantes de la Laguna de Bacalar. Quienes pertenecen a la población de agua dulce más extensa del mundo, muy importantes también porque datan de 6 mil a 10 mil años de antigüedad. Y son los primeros oxigenadores de la Tierra y ahora aliados contra el cambio climático, por ser secuestradores de carbono.
La información sobre las afectaciones en el ecosistema fue dada a EFE por Alfredo Yáñez, investigador del Colegio de la Frontera Sur (Ecosur).
“Se ha normalizado que la laguna sola recupera su condición natural, pero en la selva nosotros seguiremos cambiando el paisaje y, por consecuencia, afectando los cuerpos de agua cercanos”, agregó el académico.
Para abordar el tema de los desechos tóxicos y contaminantes fuertes de la laguna se tomaron en cuenta los resultados de la investigadora del Ecosur, Teresa Álvarez Legorreta, quien halló en las muestras de agua además del nitrógeno y fósforo, aparecieron plaguicidas, mercurio, cadmio, plomo, cobre, zinc, además de agroquímicos e hidrocarburos.
La Laguna de Bacalar es uno de los sitios más visitados del Caribe mexicano, además de que la zona como tal, fue nombrada como “Pueblo Mágico”. Dentro de la laguna se encuentran tres diferentes cenotes.
Con información de EFE
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