Durante el periodo que fue conocido como Segundo Imperio de México, a cargo del emperador Maximiliano de Habsburgo y su esposa Carlota, hubo algunos cambios en el país. Este periodo, que fue de 1863 a 1867, se logró gracias a la segunda intervención francesa en México, que se dio luego de que el entonces presidente Benito Juárez García declarara la moratoria de la deuda externa, en la que daba por suspendidos los pagos a países a los que se les debiera dinero, por la crisis económica por la que pasaba el país tras la Guerra de Reforma, también conocida como la Guerra de los Tres Años.
Maximiliano de Habsburgo decidió aceptar gobernar México luego de que Napoleón III se lo ofreciera, y de que un grupo de conservadores mexicanos lo fueran a ver a Europa para informarles que supuestamente los mexicanos querían que él gobernara, algo que era mentira.
Aunque Maximiliano llegó con las mejores intenciones a México, su gobierno duró apenas cuatro años, y murió fusilado por órdenes del presidente Benito Juárez, en el Cerro de las Campanas, Querétaro. Se dice que tuvo la posibilidad de huir del país, sin embargo, no quiso hacerlo.
Durante el Imperio de Maximiliano se cerró una de las Universidades más importantes de ese entonces en México: la Real y Pontificia Universidad de México, que abrió sus puertas en 1553, y las cerro en 1865, lo que quiere decir que funcionó por más de 300 años.
Esta fue la primera institución de educación superior que existió en toda América, y la encargada de formar los primeros profesionistas de nuestro país. Además, es el antecedente directo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quizá la institución de educación superior más importante de nuestros tiempos en México.
Historia
Las primeras noticias acerca del interés del arzobispo fray Juan de Zumárraga de que la Nueva España contara con una universidad datan de 1536. Pronto se sumó a esta iniciativa el virrey Antonio de Mendoza, y la corona dio una respuesta positiva en 1547.
Sin embargo, no fue sino hasta el 21 de septiembre de 1551 cuando se expidió la Cédula de creación de la Real y Pontificia Universidad de México. Su apertura tuvo lugar el 25 de enero de 1553 y se organizó a imagen y semejanza de las universidades europeas de tradición escolástica, en especial la de Salamanca.
Para 1778 fue abierta la Real Escuela de Cirugía y en 1792 el Real Colegio de Minería. Dos años más tarde, en 1794, fue establecida la Academia de San Carlos para el estudio de las Bellas Artes. Al sobrevivir a la época de la Guerra de Independencia se suprimió el título de Real, ya que el rey de España dejó de tener soberanía en el país. Se llamó entonces Universidad Nacional y Pontificia, para posteriormente quedar solo con el nombre de Universidad de México.
Fue clausurada en varias ocasiones, pues cerro sus puertas en los años 1833, 1857, 1861 y 1865, que fue la definitiva. No fue bien vista por los liberales, que la hacían un ejemplo del retroceso. Fue el 30 de noviembre de 1865 que cerró sus puertas por decreto de Maximiliano de Habsburgo, luego de varios intentos de cierre por las luchas entre liberales y conservadores que azotaban al país en esos tiempos.
En 1867 el doctor Gabino Barreda estableció la Escuela Nacional Preparatoria, cuyo plan de estudios estaba completamente inspirado en el pensamiento del filósofo Auguste Comte. Su puesta en marcha extinguió los restos de la educación colonial que había sobrevivido hasta el siglo XIX.
Posteriormente, en 1910, en la etapa final del Porfiriato, se inauguraría la Universidad Nacional de México, y en 1929, se le agregaría su autonomía, para quedar como la actual Universidad Nacional Autónoma de México.
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