Elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y de la Guardia Nacional (GN) llevaron a cabo un cateo en un rancho ubicado en la carretera 200, Tepic-Puerto Vallarta, el cual era utilizado por una célula delictiva para el empaquetamiento de droga y durante el operativo se logró el decomiso de 150 kilogramos de cocaína además de cartuchos y equipo táctico.
La Sedena destacó que se logró ubicar esta propiedad luego de un intenso trabajo de inteligencia, planeación y coordinación con otras instituciones de seguridad como la Guardia Nacional y la Fiscalía General de la República (FGR), sin embargo, no se reportó la detención de ningún probable criminal.
A través de un comunicado, se detalló que desde el 27 de mayo de 2022, elementos del Ejército Mexicano y de la Guardia Nacional, realizaron reconocimientos terrestres en el área, con lo que se logró ubicar el inmuble que contaba con las características buscadas, y una vez identificado, solicitaron a las autoridades la expedición de una orden de cateo.
Finalmente, el 29 de mayo del 2022, Guardia Nacional e integrantes de la Fiscalía General de la República, cumplimentaron la orden de cateo, en tanto que los integrantes del Ejército Mexicano proporcionaron la seguridad alrededor del domicilio.
Las autoridades detallaron que en el interior del inmueble se localizaron 150 paquetes de cocaína, de un kilogramo cada uno, además de cartuchos y una mochila táctica con 21 envoltorios.
Lo asegurado fue puesto a disposición de las autoridades competentes, indicó la Sedena.
La semana anterior, la Secretaría de Marina informó que a través de personal de la Guardia Costera, en diversas acciones de seguridad, logró el aseguramiento de aproximadamente 3 mil 190 kilogramos de cocaína, además de mil 160 litros de combustible (huachicol) y tres embarcaciones que se utilizaban para presuntos actos ilegales, así como la detención de 10 personas.
México le cierra la puerta a la DEA
El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador disolvió una estratégica unidad antinarcóticos que durante un cuarto de siglo trabajó mano a mano con la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) en el combate al crimen organizado, en un duro golpe a la cooperación bilateral en seguridad.
El grupo era una de las unidades de investigaciones especiales (SIU, por sus siglas en inglés) que operan en unos 15 países y que los funcionarios estadounidenses consideran invaluables para desmantelar poderosas redes de contrabando y atrapar a innumerables capos de la droga en todo el mundo.
Las SIU son entrenadas por la DEA, pero están bajo el control de los gobiernos nacionales.
En México, los más de 50 oficiales de esa unidad policial fueron considerados entre los mejores del país y trabajaron en los casos más importantes, como la captura en 2016 de Joaquín “El Chapo” Guzmán, entonces el jefe del poderoso Cártel de Sinaloa.
El cierre amenaza con poner en peligro los esfuerzos de Estados Unidos para combatir a los grupos del crimen organizado dentro del país latinoamericano, uno de los epicentros del multimillonario comercio mundial de narcóticos, y dificultar la captura y el enjuiciamiento de los líderes de los cárteles.
El equipo de élite, fundado en 1997, fue el principal conducto para que la DEA compartiera con el gobierno de México pistas sobre envíos de drogas e indicios obtenidos en suelo estadounidense.
La agencia antidrogas de Estados Unidos habría llevado a los nuevos integrantes mexicanos de la unidad policial a sus instalaciones de última generación en Quantico, Virginia, para capacitarlos en las últimas técnicas de vigilancia. Les habrían examinado, incluso con pruebas de polígrafo.
Una segunda unidad mexicana de la SIU, con sede dentro de la oficina del Fiscal General de la República e independiente del Gobierno, continúa operando.
Para Mike Vigil, exjefe de operaciones internacionales de la DEA, el cierre de la SIU y la restricción de la cooperación en seguridad por parte del mandatario dañarán a ambos países.
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