México siempre ha sido señalado como uno de los países con mayor biodiversidad en el planeta; sin embargo, la falta de planeación urbana, así como de políticas públicas, los megaproyectos ambiciosos o el desperdicio constante por parte de las grandes corporaciones, inclusive de la población, ha hecho que el agua se esté agotando, poniendo al país en una situación de crisis desde hace décadas.
Y es que el problema del agua no es nuevo ni reciente en el mundo, desde hace más de 20 años se ha repetido -por parte de gobiernos, organizaciones de la sociedad civil y activistas- que el líquido vital puede agotarse, pese a que el 71% de la superficie de la Tierra esté cubierta con ello.
Tal es el panorama que hay que enfrentar que gobierno locales -como Nuevo León- han comenzado ha implementar programas especiales para combatir la falta de agua potable, especialmente para los sectores de la ciudadanía que habitan zonas no urbanizadas o con precariedad en el drenaje.
Infobae México habló con la Maestra en Ciencias Mayra Juárez, quien trabaja en el organismo operador de agua potable del municipio de Ciudad Juárez, en Chihuahua, para poder analizar cuál sería el panorama que debe de enfrentar la ciudadanía, así cómo cuáles son las directrices que se podían implementar desde los gobiernos para plantarle cara a una de las crisis más preocupantes del siglo.
La también ingeniera geóloga expresó que uno de los primeros problemas que se deben de resolver al interior de las administraciones -locales y la federal- es mejorar la infraestructura en la generación de energía, pues al haber cortes -ordenados por el gobierno o por fallas en las plantas generadoras en cada estado- acarrea daños en la infraestructura que bombea el agua que llega a los hogares mexicanos.
“En tiempo de calor aumenta la demanda de agua potable y la demanda de luz, por los aires acondicionados y refrigeraciones, entonces (por ejemplo), aquí en Ciudad Juárez hay muchos apagones debido a que el suministro de energía no es suficiente para la ciudad, lo cual daña las bombas con las que se extrae el agua de los pozos subterráneos”, explicó.
El caso de la urbe fronteriza no es único, puesto que en otras ciudades también se utiliza este método para la extracción del líquido; sin embargo, pese a lo anterior, las políticas públicas han dejado a un lado el fortalecimiento de las instalaciones para la generación de energía, puesto a que han priorizado el atender el problema en lo inmediato.
Es decir, algunos gobiernos optan por enviar pipas con agua -en el mejor de los casos- a las poblaciones con el fin de no generar conflictos sociales, que apostar por proyectos a largo plazo en donde se deje a un lado la inmediatez.
No obstante, la energía no es el único punto débil en los planes gubernamentales, también está la falta de planeación urbana, especialmente cuando se pavimentan áreas que antes eran únicamente tierra; es en este punto donde la ingeniera Juárez explicó que el problema no se encuentra en sellar los caminos, sino el no favorecer la filtración.
“Al pavimentar se sellan polvos y puedes evitar infecciones debido a que es más fácil que se recojan las heces de perros, basura, no hay (tanto) polvo y la calidad del aire va a ser mejor”
Para profundizar en su punto, la experta señaló que cuando se presenta un derrame en un suelo que no se encuentra pavimentado, “en el suelo así directo en la tierra y las piedras”, ya sea de gasolina o de aceites, esto se infiltra y puede llegar a contaminar el agua que ya se encuentra lista para ser succionada por los pozos.
Es por eso que destacó la importancia de sí continuar con los trabajos de pavimentación, especialmente en las zonas alejadas de las urbes; sin embargo, pidió que éstos sean pensando en la filtración del agua, principalmente en las épocas de lluvia, pues destacó que un buen suelo puede ser una herramienta para enfrentar las sequías.
Es por lo anterior que destacó el trabajo que se está realizando en Ciudad Juárez, puesto que la administración local implementó la medida para que todas las construcciones cuenten con pozos de absorción, “los cuales benefician en la recolección de agua durante las épocas de lluvia”.
“Ahora ya es norma. Todos los locales que se construyan en Ciudad Juárez tienen que tener pozos de infiltración para que el agua que llueva se vaya al subsuelo y, en un futuro, el organismo operador pueda extraer esa agua. Necesitamos cultura de la infiltración del agua”
Estos son solo dos de los varios puntos débiles con los que México está enfrentando la crisis de agua potable, problemáticas que, de no atenderse, podrían dejar a la población -principalmente de las grandes ciudades- sin el líquido y aumentar las problemáticas sociales.
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