A inicios del mes de mayo, habitantes de comunidades indígenas de la Sierra Norte de Jalisco emprendieron una larga travesía a pie rumbo a la Ciudad de México para solicitar a las autoridades del país que les sean restituidas alrededor de 10 mil hectáreas de territorio, las cuales les fueron despojadas hace más de medio siglo.
De este modo, tras recorrer al menos cuatro estados de la República Mexicana a pie, la Caravana por la Dignidad y la Conciencia Wixárika llegó el pasado viernes a la capital mexicana, en donde instalaron un pequeño plantón frente a Palacio Nacional para exigir una audiencia con el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Bajo ese tenor, fue el mismo mandatario tabasqueño quien confirmó durante su tradicional conferencia matutina que este lunes se reunirá con integrantes de la Caravana por la Dignidad y la Conciencia Wixárika para escucharles y atender sus exigencias.
“Hoy va a estar más tarde el procurador agrario -Luis Hernández-Palacios Mirón-. Voy a atender a compañeros de comunidades indígenas de Jalisco y de Nayarit. Terminando la conferencia para cuestiones agrarias. Los voy a atender, ya se llegó a un acuerdo, pero quieren ellos verme y los voy a recibir”, pronunció el presidente Andrés Manuel López Obrador en conferencia de prensa.
Minutos más tarde, confirmó a través de su cuenta oficial de Twitter que el encuentro con los líderes de la Caravana por la Dignidad y la Conciencia Wixárika ya se había llevado a cabo en Palacio Nacional, no obstante, no brindó más detalles al respecto.
“Recibí a las autoridades de la comunidad wixárika. Estamos ayudando a resolver sus añejos problemas agrarios. Es un asunto de elemental justicia”, escribió el presidente de México en su red social.
La Caravana por la Dignidad y la Conciencia Wixárika partió de sus respectivas comunidades el pasado 25 de abril; en su mayoría es conformada por habitantes de los pueblos de San Sebastián Teponahuaxtlán y Tuxpan de Bolaños, cuyo objetivo es exigir a las autoridades la devolución de 11 mil hectáreas de territorio para así poder evitar actos violentos perjudiciales.
De acuerdo con la gaceta de la Universidad de Guadalajara (UDG) fue el descuido y la falta de seriedad en temas agrarios por parte del gobierno federal lo que motivó la protesta en la que participan alrededor de 200 hombres, mujeres, niños, niñas y ancianos.
Una de las principales exigencias de los integrantes de la Caravana por la Dignidad y la Conciencia Wixárika es que las autoridades federales intervengan para que les devuelvan alrededor de 11 mil hectáreas que les fueron despojadas hace más de medio siglo.
Una investigación que realizó el medio La Jornada sobre el caso reveló que los habitantes de los pueblos de San Sebastián Teponahuaxtlán y Tuxpan de Bolaños recibieron en julio de 1953 una resolución presidencial que los acreditaba como los dueños de al menos 250 mil hectáreas, no obstante, dichas comunidades comenzaron a sufrir el despojo de sus tierras por parte de ganaderos vecinos.
La tensión sobre la devolución de las 11 mil hectáreas ha aumentado después de que las comunidades indígenas ganaran más de 30 procesos judiciales cuyas sentencias estipulan la restitución de tierras, sin embargo, los ganaderos invasores se rehúsan a devolver dichas propiedades.
Desde el comienzo de su travesía, diversos miembros de la Caravana por la Dignidad y la Conciencia Wixárika han expresado la confianza que tienen en que el presidente Andrés Manuel López Obrador atienda sus exigencias.
Fue el el Presidente de Bienes Comunales de las comunidades de San Sebastián Teponahuaxtlán y Tuxpan de Bolaños, Óscar Hernández Hernández, quien desde el inicio de la manifestación confió en que el mandatario tabasqueño los recibiría en su arribo a la Ciudad de México.
“Vamos con destino a Palacio Nacional y llegaremos hasta allá algún día, antes de que termine su periodo. Seguramente saldrá a saludarnos”, mencionó Hernández.
La confianza de la comunidad Wixárika con el presidente de México podría ser resultado del compromiso que Andrés Manuel López Obrador ha dicho tener en repetidas ocasiones con los pueblos indígenas. Mismo que lo hizo acreedor a recibir el Bastón de Mando durante su toma de posesión el primero de diciembre de 2018.
Dicho reconocimiento es el símbolo de respeto más fuerte que los pueblos indígenas pueden otorgar a un mandatario, pues representa poder y jerarquía. Cabe señalar que Andrés Manuel López Obrador ha sido el único presidente de México que ha recibido dicho bastón de mando.
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