Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, tuvo una importante gira para visitar diversas obras en una zona que es conocida como el “Triángulo dorado” debido a la plantación de amapola y a la violencia que se ejerce ahí por parte del crimen organizado.
Dichas acciones encontraron en la oposición un vasto nido de críticas, e incluso de rumores sobre una presunta relación de Andrés Manuel con miembros del Cártel de Sinaloa, lo que fue desmentido por el presidente, quien agregó que tampoco existe en su administración un “Genaro García Luna”.
Al respecto, el periodista Raymundo Riva Palacio apuntó en su reciente columna para Ejecentral que se trata de una de las zonas más violentas del país, donde incluso los propios militares hacen retenes con el objetivo de desviar a los automovilistas que buscan aproximarse al famoso territorio que incluye el lugar de nacimiento del narcotraficante Joaquín “Chapo” Guzmán Loera.
Es ahí donde existen grandes plantíos de la amapola, necesaria par ala fabricación de la heroína que se exporta a otros países. Es por ello que consideró que las obras de la carretera que unirá a Batopilas con Guadalupe Calvo Chihuahua beneficiará al Cártel de Sinaloa, quien podría hacerse del control de todas las ciudades que atravesará.
En este sentido, también hizo un análisis alrededor de las declaraciones recientes del presidente mexicano, mismas que, insinuó el periodista mexicano, podrían apuntar a una “relación extraña con esa parte del narcotráfico”.
También señaló la habilidad que ha mostrado Andrés Manuel por cruzar gran parte del país, desde antes de iniciar su última campaña presidencial, sin que sea molestado, siquiera abordado por retenes criminales, a pesar de no contar con grandes convoyes de seguridad o protección militar.
“Son de esos milagros en la protección del Presidente que añaden opacidad a su relación con el narcotráfico”, insistió el escritor.
Sobre todo porque reporteros de diarios como Reforma, El Universal y Milenio informaron que cerca de las 08:30 horas, un convoy de 10 hombres con armas largas, tipo AK-47 (cuernos de chivo), les detuvo su paso al imponer un retén en una de las vías que atraviesa la comunidad de Bacacoragua, sobre la carretera Badiraguato-Guadalupe y Calvo.
De acuerdo con Alberto Morales, periodista de El Universal, el retén se ubicó a unos 30 minutos del rancho La Tuna, donde se tiene registro que vive la madre del “Chapo” Guzmán, María Consuelo Loera.
Pero Andrés Manuel aseguró frente a la prensa que “no pasa nada, no pasó nada afortunadamente”, minimizando las declaraciones de las y los escritores que fueron amedrentados con armas largas.
Además, no le pareció digno de destacar que los presuntos sicarios portaban uniformes militares, así como equipo de comunicación, pues dijo que también pasa en otras partes del país como Jalisco, y remató asegurando que son inventos de los conservadores, pues aseguró que “Él no es Felipe Calderón” para actuar con violencia contra el narco.
Sin embargo, Raymundo Palacio concluyó que las palabras del presidente le impedirán poder pelear contra la realidad, pues la estrategia de “abrazos, no balazos” únicamente provocó que las redes del crimen organizado sean más fuertes.
El periodista mexicano sentenció que Andrés Manuel López Obrador dejará un país violento en manos de criminales y destruido, “un legado espantoso para quien lo suceda y para el país”.
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