Este sábado se dio a conocer que llegó a México el primer caso de la viruela del mono. El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López Gatell Ramírez, fue quien informó sobre el caso. Dijo, por medio de sus redes sociales, que el afectado fue un hombre de 50 años de edad, proveniente de Nueva York que se encontraba en la Ciudad de México.
Sin embargo, informó que el hombre está estable y ya está siendo atendido en un hospital de la capital.
El médico Alejandro Macías, declaró que tener la vacuna de la viruela puede otorgar protección efectiva a las personas contra la viruela del mono, sin embargo, hace varios años que se dejó de aplicar dicha vacuna, pues en los años 50´s se declaró erradicada la enfermedad en México.
La viruela es una enfermedad que llego hace ya varios siglos a México. E incluso, es considerada la primera pandemia del país.
La viruela llegó a México durante la Conquista, cuando llegaron los españoles hasta Tenochtitlan, capital del Imperio Mexica, que en ese momento era gobernado por el tlatoani Moctezuma. La epidemia de la viruela ocurrió desde abril de 1520 hasta enero de 1521.
Según Fray Bartolomé de las Casas, en diciembre de 1518 o enero de 1519, apareció entre los indios de la isla de Santo Domingo una enfermedad que fue identificada como viruela. Pocos españoles fueron afectados con ella, sin embargo, los indígenas fueron quienes más la padecieron.
Según informaron los españoles, exterminó entre un tercio y la mitad de la población indígena. La viruela viajó muy rápido, de las Antillas a Yucatán. La epidemia surgió en Cozumel en 1520, al ser importada desde Cuba entre los mil indios que Pánfilo de Narváez embarcó en su viaje para apresar a Hernán Cortés por órdenes del gobernador Diego Velázquez. Desde Cozumel, la flotilla desembarcó en Cempoala, cerca de Veracruz, en marzo de 1520, y fue entonces que aquellas tierras fueron severamente perjudicadas debido a la epidemia de viruela que había afectado a los indígenas.
Cortés fue al encuentro con Narváez, y lo hizo prisionero junto a algunos de sus hombres para volver con ellos a Tenochtitlan. En la capital del Imperio Mexica reinaba la tensión, luego de que Pedro de Alvarado había dado la orden de cometer la matanza de Tóxcatl, en el Templo Mayor.
Pasaron varios meses para que la enfermedad se expresara en la población del área central de México. Francisco de Aguilar señala que luego del evento conocido como la Noche Triste, el 30 de junio de 1520, mientras los españoles se refugiaban y agarraban fuerzas de su huida de Tenochtitlan a Tlaxcala “… Dios consideró adecuado enviar la viruela a los indios, y hubo una gran pestilencia en la ciudad…”.
Suárez Peralta escribió en 1589 “… le sucedió a los indios una gran pestilencia, … que fueron viruelas, que ninguno escapaba a quien daba…”. De acuerdo con Fray Bernardino de Sahagún la epidemia inició en el mes Tepeilhuitl, que se traduciría como el 10 de septiembre de 1520, haciendo que las personas se cubrieran de pústulas o ronchas por todas partes. El fraile comentó que muchas personas murieron, además que los afectados “no podían caminar; sólo yacían en sus lugares de descanso y lechos. No podían moverse; no podían menearse; no podían cambiar de posición ni yacer sobre un costado, ni boca abajo ni de espalda. Y si se movían gritaban mucho”.
La enfermedad se propagó de manera rápida, del 30 de septiembre al 19 de octubre, para terminar en la fiesta de Paquetzaliztli (el decimoquinto mes, entre el 9 y 28 de noviembre de 1520).
Según el portal Noticonquista, perteneciente a la Universidad Nacional Autónoma de México, la epidemia duró 60 días en Tenochtitlan, para después esparcirse en otros pueblos del Valle central. La enfermedad afectó tanto a la población, que incluso el tlatoani Cuitláhuac moriría afectado por ella.
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