El cuerpo del niño Juan David no ha sido localizado a 15 días de que, presuntamente, fuera asesinado por su padrastro, Miguel Ángel “N”, policía municipal de Irapuato quien no ha confesado su participación en el crimen que consternó a la sociedad de Guanajuato.
La última pista que es analizada se localizó la tarde del reciente 27 de mayo, cuando vecinos informaron de un edredón con presuntas manchas de sangre que se encontraba en la misma colonia Urby Villas del Rey, donde radicaba el menor de 11 años con su madre. De acuerdo con los reportes, la manta estaba alrededor de 100 metros de la vivienda de la familia.
Amigos y familiares se han quejado de la poca ayuda recibida por las autoridades para la búsqueda del pequeño, luego de que su madre, Reyna María de los Ángeles “N”, revelara que Juan David no desapareció como ella misma reportó inicialmente en la Alerta Ámber.
En un cambio de versión, la mujer dijo que el niño fue asesinado por el agente municipal, tras propinarle golpes en el estómago para después verter los restos en una bolsa y desaparecerlos, sin que hasta la fecha se sepa a donde fue a dejarlo, ya muerto.
Pasaron 11 días para que la señora confesara que su hijo fue brutalmente privado de la vida por su pareja. Así fue como se detuvo a Miguel Ángel “N”, quien está vinculado a proceso desde el 25 de mayo pasado por los delitos de desaparición forzada cometida por particulares, así como violencia familiar.
El caso ha despertado contradicciones, hartazgo y críticas por parte de los habitantes. Incluso, la Fiscalía de Guanajuato mantiene una narrativa que no aclara lo denunciado por la madre. Aunque si se acusó la participación del policía municipal de Irapuato, quien está tras las rejas en una prisión de la entidad.
De acuerdo con el reporte oficial, los hechos ocurrieron la madrugada del pasado 13 de mayo, entre las 00:00 y 01:00 horas, mientras Juan David dormía. Miguel Ángel “N” le dijo a su pareja que se quedara acostada y después fue a la recámara del niño, a quien despertó con engaños para sacarlo de la casa.
“No Ángel, tengo sueño”, le decía a su padrastro. No quería salir a esa hora sin saber por qué causas. Pero alrededor de las 04:30 horas, el agente regresó solo y argumentó que el menor se había ido corriendo sin saber a dónde.
Según ha dicho la mamá del pequeño, ella supo desde el preciso instante del grado de violencia y los golpes. Estaba encerrada en una habitación y solo escuchó como lloraba Juan David. Cuando salió, vio a su hijo tirado con heridas graves. Por ello ha sido criticada, pues los usuarios en redes sociales alegan que no se esforzó en salvarle la vida.
Cuando yo a salí a ver, ya lo tenía en el suelo, golpeado, él planeó todo esto
Reyna María de los Ángeles “N” argumenta que pidió a su pareja que llamaran a una ambulancia, pero él se negó. Presuntamente, el policía la amenazó con hacerle daño, incluso a sus otros dos hijos. Ha dicho a la prensa que fue obligada a sostener la narrativa de la desaparición y no actuó por el profundo temor que tenía del hombre que podría usar sus influencias como autoridad.
La Fiscalía de Guanajuato reportó que la madre no creyó que Juan David hubiese escapado, pues Miguel Ángel “N” llevaba alrededor de un año ejerciendo violencia verbal y física en contra de su hijastro, quien era alejado de Juan David Martínez Badillo, el padre biológico.
Lo torturaba, lo hacía correr por todo el fraccionamiento Urby, le ponía su chaleco antibalas de la policía municipal, le ponía mochilas con herramienta pesada y lo hacía correr
Según el informe ministerial, el menor de edad fue golpeado con el puño cerrado en la cara y el cuerpo en repetidas ocasiones, así como patadas por parte de su padrastro. En una ocasión, le causaron una herida considerable en la cabeza y el policía tuvo que suturar las lesiones. Supuestamente, el rencor era por tener más cariño a su papá biológico.
Fue hasta el 15 de mayo que Reyna María de los Ángeles “N” presentó la denuncia por desaparición, siguiendo las amenazas del policía municipal. Él la había disuadido de dejar pasar 72 horas para reportar con las autoridades.
Miguel Ángel “N” fue imputado y se concedió su vinculación a proceso con cuatro meses de plazo para el cierre de investigaciones complementarias. Mientras tanto, los irapatuenses y colectivos siguen buscando a Juan David.
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