La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) es quizá la institución educativa de nivel superior más reconocida del país, pues de sus aulas han egresado algunos de los personajes más icónicos e importantes de México en todas las áreas.
Políticos, escritores, periodistas, científicos, astrónomos, historiadores, y un largo etcétera, han egresado de la UNAM, y se han convertido en personajes importantes del país.
La historia de la Universidad Nacional como la conocemos hoy, se remonta a la época porfiriana, pues fue precisamente el mismo Porfirio Díaz quien, en 1910, en el marco del centenario de la Independencia de México, decretó la confirmación de la Universidad Nacional de México, así, sin el Autónoma.
Sin embargo, se cree que el antecedente de la UNAM fue la Real y Pontificia Universidad de México, que estuvo en funcionamiento desde poco después de la Conquista de México, en 1553, hasta 1865, cunado fue cerrada por el entonces emperador Maximiliano de Habsburgo.
Al principio, la UNAM no contaba con autonomía. Fue hasta 1929 que consiguió esto tras una serie de eventos, y fue el expresidente Emilio Portes Gil quien se la otorgó.
La Autonomía en la UNAM ha sido un proceso histórico, construido día con día, y su desarrollo no termina. Sus primeros pasos marcaron caminos, pero no definieron la ruta ni el destino de la Universidad. Su vida autónoma inició en 1929, como ya se mencionó anteriormente, y ha tenido, a lo largo de los años, varias crisis y hoy es condición necesaria para asegurar la calidad de la investigación, la docencia, la extensión de la cultura, y los múltiples servicios y estudios que el país requiere. Por tanto, la autonomía se ha extendido a otras instituciones de enseñanza superior en el país.
Cómo consiguió su autonomía la UNAM
La autonomía en la Universidad Nacional comenzó por un conflicto estudiantil, por un tema de exámenes, pues de ser anuales pasarían a ser semestrales, y pronto escaló a otros temas, como fueron: gobierno universitario, compromiso de la Universidad con la Revolución y el desarrollo nacional, así como su participación y representación. Se debatieron entonces los temas fundamentales de la Autonomía.
La Reforma de la Universidad de Córdoba de la Universidad Michoacana y los congresos de estudiantes de los años 20 constituían tradiciones e inquietudes transmitidas de maestros a alumnos y conforman el bagaje de los actores del movimiento de 1929. El debate fue paralelo a movilizaciones, y ocurrió en medio de una huelga universitaria, que se extendió a otras escuelas de la ciudad y del país.
Tras una entrevista con el entonces presidente Emilio Portes Gil, se acordó la autonomía para la Universidad. De hecho fue un día como hoy, 26 de mayo, del año 1929, que Portes Gil se pronunció a favor de la autonomía de la Universidad Nacional.
El Congreso facultó al ejecutivo para emitir una nueva ley orgánica para la Universidad. La presidencia recibió documentos donde la sociedad se expresaba. Escribieron los estudiantes, Ignacio García Téllez y diversos grupos y personas quienes se expresan en diferentes sentidos. Finalmente, la ley fue publicada el 26 de julio de 1929, dando inicio a la vida autónoma de la Universidad Nacional.
¿Qué significa la autonomía en la UNAM?
La autonomía universitaria significa tres cosas:
- Capacidad plena de la Universidad para gobernarse a sí misma: elegir a sus autoridades, determinar las formas de gobierno, de organización y de toma de decisiones, así como darse la legislación que requiera.
- Posibilidad de administrar sus recursos de acuerdo con sus necesidades; tanto los edificios de su propiedad o bajo su administración, como el inventario y los recursos provenientes del subsidio estatal, donaciones, o los propios que pueda generar.
- Libertad de cátedra, para que los académicos puedan desarrollar sus tareas con libertad para elegir enfoques y metodología, sin directriz institucional ni presiones de poder, siempre y cuando cumplan con los planes de estudio.
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