El Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), la organización delictiva con el crecimiento y la expansión probablemente más rapidos en la historia criminal de México, atraviesa por una serie de crisis y desafíos a diez años de su creación.
Las diversas cicunstancias que ha tenido que atravesar el cártel de las cuatro letras en el último año se asemejan al declive de otras organizaciones criminales mexicanas que en el pasado tuvieron un auge rápido y vigoroso como Los Zetas, los hermanos Beltrán Leyva y el Cártel de Tijuana, de acuerdo con un análisis de Insight Crime, organización especializada en temas de seguridad.
La primera situación que podría suponer una dificultad para el cártel es el rumor de la muerte de su máximo líder, Nemesio Oseguera Cervantes, alias el Mencho. Y es que a principios de febrero, una manta colgada en la ciudad de Colima, firmada por el Cártel Independiente de Colima, anteriormente aliados del CJNG, anunció la muerte de El Mencho a causa de un paro respiratorio.
“Yo solo le debo respeto y lealtad al Mencho”, afirmó José Bernabé Brizuela Meraz, alias La Vaca, líder del Cártel Independiente de Colima, también conocidos como Los Mezcales, en dicha narcomanta.
A raíz de una riña en el penal de Colima, registrada el 25 de enero pasado, donde 9 reos fueron asesinados, en el estado se vivió un estallido violento que derivó en al menos 60 personas asesinadas en menos de un mes y el despliegue de unos 2 mil elementos de la Guardia Nacional (GN) y el Ejército mexicano.
Precisamente los distintos enfrentamientos que se sucedieron en ese período fueron atribuidos en su gran mayoría a las diferencias entre el CJNG y Los Mezcales, que presuntamente podrían estar motivadas por el rumor de la muerte de Oseguera Cervantes.
El Mencho, uno de los líderes criminales más implacables, nunca habría podido vencer a la diabetes, según los reportes. Entre las complicaciones causadas por la enfermedad que está detrás de la segunda causa de muerte en hombres están la insuficiencia renal, debido al daño que produce en el tejido de los riñones.
Este padecimiento habría llevado a Oseguera Cervantes a construir un pequeño hospital en el municipio de Villa Purificación. El nosocomio estaría ubicado en una zona de difícil acceso en la comunidad del Alcíhuatl y esu extensión sería de cuarenta metros de ancho por 20 de largo. Solo tendría cuatro camas y seis consultorios, además de un área de cirugía y partos, según los reportes locales.
Sin embargo, pese a los rumores que aseguran la muerte del capo, Estados Unidos todavía ofrece por él una recompensa de USD 10 millones y lo mantiene en su lista de los diez fugitivos más buscados por la Agencia Antidrogas de los Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés). Este medio ha buscado posicionamientos oficiales por parte de las autoridades federales y de Jalisco, sin que hasta el momento haya respuestas oportunas sobre la presunta muerte de Oseguera Cervantes.
Un segundo factor que podría interpretarse como una señal contraproducente para el Cártel Jalisco Nueva Generación serían las diferencias y disputas internas que ha experimentado la organización —como es el caso de Colima— en distintas regiones del país el último año.
Un ejemplo de ello sería el pueblo mágico de Mazamitla, donde el domingo 1 de mayo se registraron enfrentamientos entre miembros del CJNG y la organización criminal identificada por las autoridades como los Pájaros Sierra. Como resultado de los embates tres hombres habrían perdido la vida, entre ellos un chef originario de la Ciudad de México que se encontraba de paseo en aquella zona boscosa de Jalisco.
Los Pajaros Sierra también estuvieron involucrados en la masacre de 17 miembros del CJNG en el poblado de San José de Gracia, donde se estimó que pudieron haber perdido la vida entre 10 y 17 personas.
En la zona sureste de Michoacán, donde se encuentra el pueblo de Aguililla, cuna del Mencho, y donde lucha por el control de la producción y tráfico de drogas ha provocado el éxodo de miles de habitantes de la región, la guerra entre el CJNG y Cárteles Unidos han involucrado desde explosivos, drones y armas de uso militar; hasta lanzacohetes y “narcotanques”.
A ello se suma la masacre de Zinapécuaro, donde veinte presuntos miembros del CJNG fueron asesinados por gatilleros de la Familia Michoacana en un palenque clandestino donde se realizaban peleas de gallos. El objetivo principal era un cabecilla del CJNG en la zona identificado como William Rivera, El Barbas.
Por último se sumarían las dificultades que el cártel ha atravesado más allá de Michoacán y Jalisco, como en Veracruz, por su guerra constante con Los Zetas Vieja Escuela, y Guanajuato, donde desde hace varios años el CJNG libra una cruenta batalla contra el Cártel de Santa Rosa de Lima (CSRL) por el control de la región.
“En los lugares en los que el CJNG alguna vez fue considerado una amenaza, ahora es posible que los grupos locales tengan incentivos para resistir su presencia, dada la reciente inestabilidad y los rumores sobre la desaparición de su líder”, vaticinó Insight Crime.
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