El náhuatl es uno de las lenguas más importantes de México pues hasta hoy en día se siguen utilizando muchas palabras que provienen de ella como atole, mole, pozole, tamal, tomate, guacamole, entre muchas otras. Aunque la mayoría sean para nombrar alimentos, también se utilizan para objetos de uso diario como popote.
Hoy en día se sigue utilizando la palabra itacate para indicar que se compartirá la comida sobrante de alguna reunión con los invitados. La palabra itacate viene del náhuatl “itacatl”, el cual era una especie de morral donde se transportaba comida cuando los hombres salían a expediciones lejos de sus casas. Con el tiempo se convirtió en una práctica muy común entre los campesinos que salían a largas jornadas de trabajo y las mujeres les ponían comida para llevar.
Otro de los ejemplos es la palabra ahuehuete, que aunque tiene diversas etimologías, la más popular y aceptada es la que se refiere a anciano del agua, pues es un árbol que crece en las cercanías de ríos y otros cuerpos de agua, de esta manera se forma con la raíz atl que significa agua y huehueh que se traduce como anciano.
La palabra chile viene de un nombre común del náhuatl que es chili, y de acuerdo con información del Gobierno de México el chile fue primordial para los antiguos mexicanos. De hecho los aztecas no solo consumían el chile como parte de su dieta sino que le deban usos militares, medicinales, comerciales y pedagógicos como es el caso de humo de chile inhalado para “corregir a la infancia testaruda”.
En el caso de los infantes, es conocido que algunas personas se refieren a ellos como escuincles, esta palabra proviene del náhuatl itzcuintli que significa perro sin pelo. De acuerdo con el lingüista Fabián Coelho, originalmente se refería a la clase de perro originaria de México xoloitzcuintle.
Los perros de esta raza se caracterizan por no tener pelaje, de ahí proviene la analogía con los niños ya que son pequeños y carecen de vello en el cuerpo. Muchas personas consideran que este término tiene connotaciones despectivas ya que suele usarse para referirse a niños que se comportan “mal”.
Una de las que más utilizamos hoy en día es tianguis para referirnos a un mercado ambulante, estos forman parte de la época prehispánica. La palabra proviene del náhuatl tianquiztli, entre los más importantes se destaca el de Tlatelolco, Texcoco y el de Tenochtitlán. El trueque era el método más común para poder obtener productos o servicios que se necesitaban.
Nos referimos con la palabra choza a aquella casa pequeña y sencilla realizada en adobe y paja, esta proviene del náhuatl xacalli. En la época prehispánica las viviendas se caracterizaban por ser chicas, compuestas principalmente de una o dos habitaciones.
Fabián Coelho escribió sobre el origen de la palabra chicle, la cual proviene de la voz náhuatl tzictli que se puede traducir como “cosa pegajosa”. Originalmente se refería a la resina que fluye del árbol Chicozapote originario de las selvas de México y Centroamérica.
Era utilizada en la época prehispánica como goma de mascar y es por eso que actualmente se conocen así los chicles. Aunque es importante destacar que hoy en día ya no se utiliza la savia del árbol, sino otros componentes.
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