El legado criminal de David García Ramírez, el Pistache, prevaleció en la Unión Tepito y desde la captura del jefe delincuencial se ha extendido con asesinatos, venta de drogas, amenazas, así como extorsiones en centros nocturnos de la Ciudad de México.
Identificados como dealers fresas, esta fracción del cártel capitalino ha enfocado sus operaciones en antros y bares, donde condicionan a los empresarios, dueños, gerentes o el resto de empleados para permitir la distribución de narcóticos bajo advertencia de no dejarlos trabajar. Además de establecimientos en el corredor Roma-Condesa, también abarcan negocios del mismo giro Centro Histórico.
Informes de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México (SSC-CDMX) señalan que la célula de la Unión Tepito ligada al Pistache es comandada actualmente por Axel Esli Espinoza García, el Axel. Pues su jefe inmediato, Edgar Alan Robles Amaya, el Bengala, cayó en febrero de 2021.
Los fresas del cártel capitalino siguen las enseñanzas del mercado negro que aprovechó García Ramírez. Las investigaciones apuntan que esta célula está ligada a homicidios, cobros de piso y narcomenudeo bajo la sombra de noches y lugares de fiesta en las alcaldías Cuauhtémoc y Benito Juárez, principalmente.
De acuerdo con análisis de la policía capitalina, el grupo se presenta en diversos centros nocturnos de la zona de clase media alta para exigir cuotas de hasta 50 mil pesos cada semana, siempre que los establecimientos no accedan o no faciliten la venta de drogas en el lugar.
Reportes previos de 2019 habían indicado que este brazo de la Unión Tepito controlaba el narcomenudeo en las colonias Roma, Condesa, Narvarte, del Valle y Nápoles, además de la Zona Rosa. Esos puntos no son ajenos a la influencia del Pistache, quien también desfilaba por bares lujosos de Polanco.
Pese a la detención del operador criminal en 2018, sus huestes siguieron sus pasos, se reagruparon y conforman la célula dedicada a la comercialización de cocaína, marihuana, además de metanfetamina en los clubes de juerga nocturna.
Del lado de la avenida Insurgentes, las autoridades identificaron a la célula del Axel en el Olimpo Rooftop, Juana la Loca Restobar, así como en Leonor. Mientras que en el Centro Histórico se extendieron a Sunday Sunday, Café del Jardín, Pervert Lounge y Terraza Franciscana.
Ataque en concierto de Ska y más violencia ligada a bares
Se trata de puntos concurridos por quienes van a disfrutar de la música y el ambiente en compañía de amistades. Pero la Unión Tepito ronda y puede hacerse presente de un momento a otro, como ocurrió el pasado 17 de abril en Terraza Franciscana, en medio del show de Ska que lideraba el grupo Maskatesta.
Aquella noche, Infobae México tuvo acceso a un testimonio que había adelantado la intervención de un grupo criminal, según lo manifestado por agresores que irrumpieron en el lugar. Pero todo fue calificado como una riña colectiva, pese a la detonación de un arma de fuego. Ahora, la SSC-CDMX ha confirmado que se trataba de la célula comandada por el Axel.
Un asistente al evento relató a este medio que las personas encargadas de seguridad crearon un ambiente hostil desde la entrada. Incluso cuando documentaban lo que pasaba, uno de ellos pidió que dejarán de hacerlo, tal como lo solicitó previamente un encapuchado.
Integrantes de la banda Melodycans ejecutaban una canción cuando un sonido de aparente disparo se escuchó y causó pánico entre gritos por resguardarse. Los músicos se detuvieron y corrieron al fondo del escenario, con prisa. El saldo igual significó pérdidas económicas por el robo de pertenencias y equipo.
Sangre en las escaleras, amenazas y terror terminaron con el concierto en que también participaron Jamaica Sonora, Gallo Rojo y Skapienz. Maskatesta requirió del apoyo de seguidores para recuperarse y recién han reactivado sus conciertos.
Por ese caso en particular no hubo ningún detenido, pero el vocalista Israel Villanueva Mares, Kabula y/o Cábula, resultó con graves fracturas faciales que ameritaron llevarlo al hospital, al igual que su amigo, Jesús Iván Gómez Rojas, por contusión cerebral.
Menos de una semana después de lo ocurrido en Terraza Franciscana, otro episodio de brutalidad de la célula de la Unión Tepito también tuvo como epicentro inicial un centro nocturno: El Olimpo de la colonia Nápoles en Insurgentes Sur. El resultado, dos cuerpos descuartizados.
Ambos sujetos conformaban parte de operadores del Axel, pero fueron secuestrados el 22 de abril en el centro nocturno y conducidos a una casa de seguridad en Nezahualcóyotl, Estado de México, donde los golpearon, torturaron, ejecutaron y desmembraron.
Uno de los jefes del grupo criminal ordenó que los restos fueran abandonados en la entidad mexiquense para no ser detectados por policías capitalinos, sin embargo, apenas llegaron a los límites.
El primer hallazgo fue el cadáver sin ni cabeza ni pies de un masculino sentado al interior de un taxi en la colonia CTM Aragón de la alcaldía Gustavo A. Madero, el 24 de abril. Dos días más tarde fue localizado el tercer sujeto en la zona aledaña, también, hecho pedazos.
Operaciones criminales los fines de semana con pasado violento en bares
Los liderados por el Axel no tienen piedad ni con sus propios conocidos. Incluso, el supuesto jefe delincuencial ordenó asesinar a quien era su expareja, pero finalmente la dejó ir viva. La mujer fue secuestrada con otra acompañante el pasado 8 de mayo y serían asesinadas para después abandonar sus cuerpos en un cerro.
Luego de haberlas golpeado con brutalidad y ser amenazadas de muerte por tener relaciones con otros sujetos, fueron dejadas en libertad. De ahí que las autoridades califican el nivel de violencia de la Unión Tepito, tras detener a siete operadores en diversos cateos este 24 de mayo en municipios del Estado de México y la capital del país.
Según la SSC-CDMX, la zona de movilidad de este brazo de la Unión Tepito se registró en Cuajimalpa, Venustiano Carranza y Cuauhtémoc. Esta última alcaldía, donde en 2010 surgió el grupo criminal del barrio bravo adscrito a la colonia Morelos.
Pero también tenían el confort de refugiarse en Acolman, Tlalnepantla de Baz y Ecatepec de Morelos, hasta donde arribaron policías y agentes de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México para ejecutar las revisiones a sus inmuebles y decomisaron armas, drogas, dinero y vehículos.
Varios integrantes del grupo criminal ingresaban a la Ciudad de México de jueves a domingo por la noche para realizar y coordinar sus ilícitos. Coinciden en aprovechar los días de fiesta para explotar posibilidades en centros nocturnos con la venta de drogas.
La derrama de violencia criminal resulta en lujos, pues los integrantes de la Unión Tepito visitan centros turísticos de manera frecuente, como el hotel Princess en Acapulco, Guerrero. Allá simulan tener un alto poder adquisitivo, vistiendo ropa de marca y usando vehículos de lujo tipo Audi, Chevrolet Camaro y Minicooper, entre otros.
El remanente del Pistache ocupó el vacío dejado por la Unión Insurgentes, facción rival con el mismo nombre y que centró sus operaciones de narcomenudeo a partir de bares y antros. Eran dirigidos por Edwin Agustín Cabrera, el Antuán.
Este último capo se diferenciaba en su vestir y actividades con los del barrio bravo, pues frecuentaba antros VIP, ataviado con ropa de marca y con un perfil atlético figuraba a un junior. Junto con sus cómplices controlaban la Zona Rosa y centros nocturnos de la Condesa.
El caso de violencia ligado a la Unión Insurgentes sucedió en el bar Heaven en mayo de 2013, cuando 13 jóvenes fueron secuestrados del lugar, para después ser desmembrados y sepultados en una narcofosa en Tlalmanalco, Estado de México, como parte de las disputas territoriales.
La Unión Insurgentes actuó en represalia por el asesinato de Horacio Vite Ángel, el Chaparro, ejecutado luego de obligarlo a salir del bar Black en la colonia Condesa. Las batallas siguieron, pero los de la Unión Tepito terminaron por imponerse a finales de 2016.
Por el asesinato del Chaparro fue detenido en 2018 Ricardo López Castillo, el Moco, fundador del cártel capitalino. El mando había recaído en Pancho Cayagua, asesinado en 2017 tras salir de prisión. Presuntamente, fue ejecutado por un comando que encabezó el Pistache, tras órdenes del sicario que ascendió a máximo líder, José Alberto Maldonado López, el Betito.
Complicidad de empresas de seguridad y objetivos
Omar García Harfuch, jefe de la policía capitalina, apuntó que las detenciones y operativos contra la célula del Axel derivaron de la denuncias de dueños. Pero acusó que empleados de empresas de seguridad privada también son cómplices de las extorsiones.
“Lo permiten, con el pretexto de que están siendo extorsionados, pero no, también son parte de esta célula”, precisó el secretario sobre el contubernio de encargados de la vigilancia para acondicionar el establecimiento y facilitar las actividades delictivas.
Una vez que declaren lo vamos a poder confirmar y también lograr la detención de otras personas
Entre los detenidos recientemente estuvieron el lugarteniente del Axel, conocido como Diego Axel “N”, el Gordo, así como su principal colaborador, Francisco “N”, el Puma; María Wendoline “N”, María José “N” de nacionalidad venezolana; además de Raúl “N”, Luis Fernando “N”, alias el Marcy; y Luis Gilberto, alias el Gil, Logan y/o el 11.
El Gordo tiene antecedentes penales por delitos contra la salud y es supuesto responsable de un ataque armado contra una pareja en el hotel Princess de Acapulco, Guerrero, ocurrido el 2 de abril de 2021. A donde acudían a disfrutar de las vacaciones, también generaron actos violentos.
García Harfuch presumió que han arrestado a 76 personas por casos de extorsiones en lo que va del año 2022, cuyo delito tuvo un repunte en 2021 tras los cierres obligados por la pandemia de COVID-19.
En 2019, primer año de gobierno de Claudia Sheinbaum, se acumuló el máximo histórico en estos casos con 856 registros. Para 2018 fueron 531 datos contabilizados; 2017, 485; 2016, 601 y 2015, 630.
Para 2020, durante el confinamiento por coronavirus, hubo una disminución a 344, en el contexto de cierre a negocios para evitar el contagio masivo. Pero la nueva normalidad reactivó los ilícitos hasta superar el periodo previo con 532 víctimas en 2021, lo que posicionó a la Ciudad de México por encima de la media nacional con una tasa de 20.22 en este tipo de delitos.
Aunque las autoridades de la capital del país dieron con el Gordo y el Puma, estos apenas representan una parte operativa del Axel, pues también se ha identificado como colaboradores principales a Gilberto “N”, jefe de la célula criminal, además de colaboradores como Luis “N”, el Pelón; Miguel “N”; Carlos “N”; Giancarlo “N” y Juan José “N”. Entre ellos, el objetivo principal centrado en Axel Esli Espinoza García, el Axel.
García Harfuch ha presumido la disminución del grupo criminal surgido del barrio bravo de Tepito. Sin embargo, las fragmentaciones son otro reto y ello ha requerido intervenciones de fuerzas militares.
Ante esos remanentes y ausencias, también se han expandido otros como el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación, los dos grupos del crimen transnacional más peligrosos del país, además de las otras 14 facciones locales. Todos ellos asedian un mercado potencial para el comercio de drogas en el centro de la república.
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