Familia Burrón: el cómic mexicano de Gabriel Vargas que se publicó durante más de 6 décadas

Uno de los cómics más representativos de México es La Familia Burrón, creada por Gabriel Vargas, quien murió un día como hoy, 25 de mayo, del año 2010

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La Familia Burrón se publicó por 61 años. Foto: Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura
La Familia Burrón se publicó por 61 años. Foto: Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura

Hay algunas cosas que caracterizan a la cultura popular mexicana. La gastronomía, el lenguaje, la picardía, el humor, y algunas otras cosas que le han dado identidad a la sociedad del país. Tal vez una de esas características es la Familia Burrón, uno de los comics mexicanos más conocidos, que fue publicado por más de 60 años.

Su creador fue un historietista mexicano llamado Gabriel Vargas Bernal. Nacido en Tulancingo, Hidalgo, el 5 de febrero de 1915, Vargas Bernal fue huérfano de padre desde los cuatro años, por lo que su madre se mudó junto con sus 11 hermanos y él a la Ciudad de México, en donde desde temprana edad destacó como dibujante.

De esta manera, en 1930, obtuvo el segundo premio en un concurso internacional de dibujo celebrado en Osaka, Japón. Alfonso Pruneda, entonces director de Cultura del Instituto Nacional de Bellas Artes, le ofreció una beca para estudiar dibujo en París, sin embargo, la declinó, para trabajar como ilustrador en el periódico Excelsior. Con 17 años, ya era jefe del departamento de dibujo.

Para 1980, sufrió una embolia, por trabajar por más de 20 horas al día, pero siguió dibujando. Murió un día como hoy, 25 de mayo, pero de 2010.

"La familia Burrón" se publicó de 1948 a 2009. (Foto: tomada de.dgcs.unam.mx)
"La familia Burrón" se publicó de 1948 a 2009. (Foto: tomada de.dgcs.unam.mx)

La Familia Burrón

Quizá el trabajo más representativo de Vargas sea La Familia Burrón, un cómic clásico de México, que según han declarado algunos especialistas, refleja la vida cotidiana de los habitantes pobres de la Ciudad de México, durante la mayor parte del siglo pasado.

La crítica social de la Familia Burrón, ha cautivado audiencias internacionales. Una muestra del cómic, que se publicó por 61 años consecutivos, hasta agosto de 2009, se exhibe en el Museo Tambo Quirquicho, de La Paz, Bolivia.

La Familia Burrón fue creada por Gabriel Vargas en 1948, a partir de la observación de personas reales en los barrios pobres de la Ciudad de México. Según especialistas como el fallecido escritor Carlos Monsiváis, esa era la llamada Época de Oro de la historieta mexicana.

Vargas fue protagonista fundamental en ese periodo, pues fue autor de varios cómics exitosos que reflejaban el cambio social que vivía el país en ese momento, cuando apenas se superaba la Guerra Cristera, que dejó miles de muertos.

La historieta estaba basada en la sociedad pobre del México del siglo pasado. (Foto: Twitter/@Razcolnicov)
La historieta estaba basada en la sociedad pobre del México del siglo pasado. (Foto: Twitter/@Razcolnicov)

En ese tiempo, la sociedad mexicana comenzó a cambiar su perfil de rural a urbana, y con ello se genera una fuerte expectativa de movilidad social, sobre todo en las familias de escasos recursos, como los Burrón. Además, las historietas cumplieron una tarea adicional al entretenimiento, pues fueron un vehículo eficaz de alfabetización.

Una muestra del reflejo social de La Familia Burrón son algunos de sus protagonistas, pues explican la vida cotidiana de los capitalinos en esos tiempos.

Ruperto Tacuche era hermano de otro personaje llamado Borola, y era un ladrón renegado que sufre por alejarse de su pasado; Titino Tinoco es un exfuncionario público que se hizo millonario con su empleo en el gobierno; Doña Gamusita viuda de Pilongano, una anciana que lava ropa ajena durante largas jornadas para mantener a su hijo Avelino, que se cree poeta y escritor; Susano Cantarranas y La Divina Chuy, enfermos alcohólicos que abandonaron a su hijo Foforito, adoptado por Los Burrón.

La familia central estaba conformada por Borola y Regino, así como sus hijos Macuca, Regino chico, Foforito y Wilson, un perro de raza indefinida.

El escrito Carlos Monsiváis llegó a declarar que la historieta seguía vigente hasta después de que se dejara de publicar, porque los problemas sociales y políticos que denuncia aún permanecían. Y es que una de las claves del éxito del cómic fue la crítica velada a la corrupción política.

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